La Fundaci¨®n Godia muestra su colecci¨®n de dibujos modernistas

El dibujo ha sido un medio de expresi¨®n que no siempre ha recibido la atenci¨®n que se merece. Casi como una reivindicaci¨®n de la disciplina y tambi¨¦n del coleccionismo especializado, se presenta la exposici¨®n Del modernismo a las vanguardias. Dibujos de la colecci¨®n de la Fundaci¨®n Francisco Godia. Abierta el 30 de junio en la sede de la entidad en Barcelona (Val¨¨ncia, 284), la exposici¨®n est¨¢ organizada de forma tem¨¢tica y re¨²ne obras de Casas, Nonell, Gos¨¦, Opisso y Picaso, entre otros artistas.

"El dibujo no era un g¨¦nero muy valorado por los coleccionistas de las d¨¦cadas de 1950 y 1960, m¨¢s preocupados por la pintura y la escultura que por esta t¨¦cnica que es el primer laboratorio del artista", indic¨® ayer Jordi Gonz¨¢lez Ll¨¤cer, comisario de la exposici¨®n. "Francisco Godia, en este sentido, fue un pionero en demostrar el inter¨¦s por el dibujo y coleccion¨® un conjunto coherente especialmente rico en la etapa modernista".

Uno de los aciertos de esta exposici¨®n es la distribuci¨®n tem¨¢tica de las 70 obras exhibidas, ya que aportan una lectura narrativa y casi sociol¨®gica m¨¢s all¨¢ de la evoluci¨®n estil¨ªstica del periodo, entre 1900 y los a?os treinta, que abarca la exhibici¨®n. Comienza con Retratos de Els Quatre Gats, un apartado dedicado a los retratos de los artistas que frecuentaban la famosa cervecer¨ªa, en el que pueden verse dibujos de Ricard Opisso y tambi¨¦n un autorretrato de Isidre Nonell en el que el artista se presenta con la que, explican, era su t¨ªpica y maliciosa sonrisa sarc¨¢stica.

De Nonell hay muchas obras en la exposici¨®n, especialmente en el apartado que se ha titulado La est¨¦tica miserabilista, ya que los artistas reflejaban a los seres m¨¢s desfavorecidos de la sociedad, desde los vagabundos a los gitanos. Es uno de los apartados m¨¢s interesantes porque, por ejemplo, permite ver el abismo que separa las gitanas alegres y t¨®picas de Segundo Mantilla con las oscuras mujeres de Nonell, del que se exhibe el colorista dibujo Gitanes al Somorrostro (1904). Seg¨²n record¨® ayer Francesc Fontbona, autor del pr¨®logo del cat¨¢logo, en aquel momento en Par¨ªs se vend¨ªan muy bien los cuadros y dibujos con tema de gitanos, pero Nonell era el ¨²nico que rehu¨ªa el t¨®pico y mostraba la realidad, no lo que los coleccionistas parisienses quer¨ªan ver. De Nonell se exhiben tambi¨¦n en este apartado tres curiosos dibujos en los que ridiculiza a las beatas y los beatos de la ¨¦poca. Tres dibujos de Carles Casagemas, el famoso amigo de Picasso que se suicid¨® por amor y en cierta manera provoc¨® en el malague?o la melancol¨ªa de su ¨¦poca azul, y dos de Opisso completan este apartado.

En el polo opuesto se sit¨²a El hedonismo y la imagen de la mujer: los placeres de la vida moderna. En este apartado destacan los dibujos de Ramon Casas, con sus vaporosas damas, y tambi¨¦n 10 dibujos de Xavier Gos¨¦, artista que, seg¨²n Fontbona, fue uno de los grandes cronistas del Par¨ªs de la belle ¨¦poque. A medio camino entre este mundo sofisticado y el "miserabilismo" anterior se sit¨²a el apartado dedicado al mundo del cine y la danza, con dibujos de Opisso, Ismael Smith y Pau Roig.

Dos de los ¨¢mbitos muestran el dibujo como boceto de otras obras de pintura o escultura. Es algo que se advierte menos en el apartado dedicado al paisaje -con obras de Meifr¨¨n, Nonell, Feliu Elias y Olga Sacharoff- y est¨¢ totalmente presente en el denominado El dibujo-laboratorio y el nacimiento de la vanguardia, que re¨²ne obras de Manolo Hug¨¦, Julio Gonz¨¢lez, Torres Garc¨ªa, Picasso y Mir¨®. Paralelamente a la exposici¨®n se celebrar¨¢ un ciclo de conferencias sobre la exposici¨®n.