Urdaibai

En coincidiencia con el 80? aniversario de la colonia infantil de Pedernales, tambi¨¦n Sukarrieta, la Fundaci¨®n BBK ha publicado el libro Urdaibai, paisaje: memoria, que, desde las interpretaciones de notables pintores y un suculento anexo fotogr¨¢fico, recupera distintos aspectos que rodean a la r¨ªa de Mundaka, en otros casos de Gernika, para que sigan presentes en el futuro. El texto de Kosme de Bara?ano resulta clave para mejor comprender las im¨¢genes en toda su complejidad. Nos recuerda, con una potente carga l¨ªrica, el concepto del paisaje a lo largo de los tiempos, el profundo significado del lugar y la memoria, as¨ª como la manera de los autores al plasmar sobre un soporte de tela, madera o papel las im¨¢genes que impactan en sus retinas. Finalmente, el ep¨ªlogo se encarga de conmovernos con "la melanc¨®lica nostalgia del tiempo pasado". Otros textos breves elegidos por Jon Kortazar acompa?an las fotograf¨ªas localizadas y seleccionadas por Mar¨ªa Gandarias.

El trabajo resulta de un inter¨¦s incuestionable, con una muy bien ordenada y explicada colecci¨®n de im¨¢genes referentes a Urdaibai, desde las cuevas de Santimami?e hasta nuestros d¨ªas. Entre los fot¨®grafos encontramos nombres tan destacados como Alfonso Guiard, Indalecio Ojanguren, Diego Quiroga, Enrique Guinea o el parisino Lucien Roisin, pero se nota demasiado la ausencia de firmas que lleguen hasta nuestros d¨ªas.

Las composiciones discurren en dos principales vertientes: la paisaj¨ªstica y los aspectos de la vida cotidiana, donde los protagonistas son ni?os, mujeres y hombres. El puerto de Bermeo se desbroza desde distintos puntos de vista. En este escenario, las primeras panor¨¢micas van cediendo espacio a tomas m¨¢s cerradas donde destacan veleros y motoras alineadas junto a sus boyas de amarre. En el muelle, una puesta en escena preparada por el presb¨ªtero Luis de Echevarrieta rememora la tr¨¢gica galerna de 1878. En otros momentos se cosen las redes o se lava la ropa. Son escenas que desvelan con su contundencia las esencias del lugar.

Las vistas de iglesias, torres y otros monumentos encuentran su m¨¢xima representaci¨®n en el templete de la Casa de Juntas de Gernika y el ¨¢rbol, reto?o en 1865 y con lucido tronco en 1919. La isla de Izaro, la de San Antonio y las playas se entremezclan con retratos familiares o los chiquillos uniformados de las colonia de Pedernales. Los campos sembrados dejan ver al fondo el mar o el serpenteo de la r¨ªa. All¨ª los labradores siegan heno, trigo o ma¨ªz que, una vez recogido en fardos, van apilando en pilones (metas) que recuerdan los d¨®lmenes y menhires de tiempos prehist¨®ricos.