La marcha de Ibarretxe
El 'lehendakari' respondi¨® ayer al rechazo de su propuesta por el Congreso de los Diputados anticipando las elecciones vascas al 17 de abril. Es una respuesta simb¨®lica, porque es un adelanto de apenas tres semanas. Pero se trataba de hacer un gesto que acreditase lo que ya dijo la v¨ªspera: que no hab¨ªa marcha atr¨¢s. El siguiente paso son las elecciones.
Ibarretxe se mostr¨® ambiguo respecto al significado de la convocatoria. Por una parte, dijo que "las elecciones no sustituyen a nada", pero tambi¨¦n que deben servir para expresar "el clamor en favor de una negociaci¨®n". Sin ser la consulta -que requerir¨ªa ausencia de violencia-, s¨ª es una respuesta a la votaci¨®n negativa en el Congreso. El argumento fue el siguiente: el Parlamento vasco dice que s¨ª (a la propuesta) y el Parlamento espa?ol dice que no; luego habr¨¢ que negociar.
Se trata de una simplificaci¨®n de la idea algo m¨¢s compleja expresada por sectores moderados del nacionalismo: ni las instituciones espa?olas pueden imponerse a las vascas ni ¨¦stas a aqu¨¦llas de manera unilateral. As¨ª es: el Estatuto es un pacto, y ni una mayor¨ªa vasca puede romperlo por su cuenta aumentando sus competencias ni una mayor¨ªa del Congreso recortarlas. Pero, tal como Ibarretxe ha planteado su propuesta, no hay dos llaves, sino s¨®lo una: deciden los vascos.
En esas condiciones, la negociaci¨®n no es posible. Lo ser¨ªa si el texto fuera fruto de un acuerdo representativo de la pluralidad vasca. Incluso podr¨ªan ser objeto de negociaci¨®n determinados art¨ªculos dudosos, para adecuarlos al marco constitucional. Pero no un texto que no es que vulnere tal o cual precepto de la Constituci¨®n, sino que exime al Pa¨ªs Vasco de su cumplimiento, y que no reclama sino que asume la plena soberan¨ªa.
Eso no lo soluciona una mayor¨ªa absoluta nacionalista. Si la hubiera y volvieran a presentar el proyecto tal cual, de nuevo se encontrar¨ªan con el rechazo. Unas elecciones decantan mayor¨ªas para gobernar durante cuatro a?os, no para modificar las reglas de juego, cuyo cambio sigue otros procedimientos. El previsto para la reforma del Estatuto incluye el refer¨¦ndum, pero como ratificaci¨®n de lo acordado previamente en las instituciones. No como f¨®rmula para desbloquear el desacuerdo entre los dos parlamentos, que incide en la unilateralidad de todo el planteamiento de Ibarretxe.
Pero las elecciones pueden ser, y hay que desear que sean, la ocasi¨®n para una salida democr¨¢tica. En primer lugar, en el nuevo Parlamento habr¨¢ como m¨ªnimo dos propuestas, la del PSE y la del tripartito que ha respaldado a Ibarretxe. Ser¨ªa l¨®gico que la nueva C¨¢mara buscase un acuerdo en torno a un texto que tuviera posibilidades realistas de ser refrendado por las Cortes. Por otra parte, la disposici¨®n expresada por Rajoy tras su entrevista con Zapatero puede interpretarse como aceptaci¨®n de que prefiere participar en la reforma de los estatutos para garantizar su constitucionalidad a permanecer al margen para denunciar su inconstitucionalidad. Si es as¨ª, los comicios podr¨ªan ser la ocasi¨®n para empezar de nuevo, ahora desde una voluntad de acuerdo. Condici¨®n, por otra parte, para que se cumpla el requisito que parece haber olvidado Ibarretxe: que el nuevo Estatuto deber¨ªa contar con un apoyo no inferior al de Gernika y obtener el respaldo de los tres territorios.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.