A la c¨¢rcel por ser sordo

El escultor Florentino Trapero, nacido en Aguilafuente (Segovia) en 1893, fue condenado en Gij¨®n, durante la Guerra Civil espa?ola, en 1937, a 12 a?os de c¨¢rcel por "auxilio a la rebeli¨®n", aunque defend¨ªa al Gobierno constitucional, y a 20 a?os y un d¨ªa, "por ser sordo", seg¨²n record¨® su hijo, ?ngel Trapero, funcionario jubilado de la Unesco, durante la inauguraci¨®n de un museo en la villa natal del artista, donde se recogen un total de 43 obras del que fuera autor de la tumba de "el Adelantado" Pedro Men¨¦ndez, al que las autoridades republicanas le ordenaron enterrar en Avil¨¦s para preservarla con otras obras de arte de los bombardeos de las tropas nacionales, desde el acorazado Espa?a o los aviones stukas de la Legi¨®n C¨®ndor. Con obra repartida por toda la geograf¨ªa espa?ola y restaurador de numerosas piezas da?adas en la contienda, distribuidas por varias catedrales, el hijo del artista dijo que la sentencia recog¨ªa la pena por la sordera de su padre porque le llamaron a declarar y, como no lo oy¨®, debido a una enfermedad de ni?o, fue condenado sin testificar y "por sordo". Formado en la Escuela Superior de Bellas Artes de Madrid y concentrado en la creaci¨®n art¨ªstica y en la docencia, Florentino Trapero recibi¨® galardones como el que lleva el nombre de Victorio Macho, para esculturas policromadas, en 1922; la menci¨®n honor¨ªfica en la Exposici¨®n Iberoamericana de Sevilla, en 1930, o el premio de la Exposici¨®n de Pintura y Escultura de Castilla y Le¨®n, en Santillana del Mar.