A pecho descubierto
Sacar de arranque en una peque?a editorial, nueva en esta dif¨ªcil plaza de la edici¨®n, una novela como ¨¦sta, de un joven escritor, Ernesto P¨¦rez Z¨²?iga (Madrid, 1971), implica una cierta dosis de temeridad o, si no mejor, de audacia, pues Santo diablo es una notable novela que va a contracorriente, que apuesta por la literatura comprometida, de car¨¢cter social, que trata sin complejos la lucha de clases, que reivindica la tierra para el que la trabaja. P¨¦rez Z¨²?iga ha escrito una apasionante novela sobre el inicio de una guerra civil innombrada, en una tierra innombrada, pero que se superpone -como en el relato de Borges en el que unos cart¨®grafos realizan un mapa a tama?o natural- perfectamente con aquella guerra civil y con esta vieja y cuarteada piel de toro -radiol¨¦ por el t¨®pico ca?¨ª-. P¨¦rez Z¨²?iga ha escrito un relato de se?oritos (hartos del ancestral derecho de pernada, de escapulario al cuello en plan detente bala y sueltos con el gatillo) y de sufridos jornaleros (asaltaconventos en busca del brazo incorrupto de la Santa), y con ese tan celtib¨¦rico elenco ha escrito una novela muy bien contada, y la ha hecho a pecho descubierto, poni¨¦ndose de rodillas delante de la puerta de los toriles, por donde le pod¨ªa arrollar cualquier cosa: la pintura folletinesca del XIX a lo Ayguals de Izco, la fuerza esperp¨¦ntica y literaria de Valle-Incl¨¢n, la literatura anarquista (camaradas, llamaradas) y evangelizadora del siglo anterior, la influencia del western (Iv¨¢n el Abubilla, el ejecutor del Amo, as¨ª, con may¨²scula, es un cruel cazador solitario, que espera, fusil en mano, a su presa, al cabecilla de los diablos. ?stos y otros peligros m¨¢s (el humor derrapando hacia el sarcasmo, la lucha de clases rozando la caricatura) pod¨ªan haber arrollado a P¨¦rez Z¨²?iga, ah¨ª de rodillas, delante de los toriles; pero sale airoso. Ninguno se lo lleva por delante, y con todos ellos, utiliz¨¢ndolos, hace una memorable faena. Se asoma continuamente al precipicio, pero no resbala, mantiene el tipo. ?Que don Tricornio huele a Valle, pues l¨ªnea m¨¢s abajo, el guardia es un picoleto, y viva la bagatela del anacronismo? Hay en esta novela, en fin, mucha habilidad narrativa, buena escritura e imaginaci¨®n sobrada y, tambi¨¦n, una gran audacia para traer a nuestros ruedos, poni¨¦ndola al d¨ªa, una literatura social, comprometida, con la que ya nadie suele trastear.
SANTO DIABLO
Ernesto P¨¦rez Z¨²?iga
Kailas. Madrid, 2004
408 p¨¢ginas. 19,95 euros
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