El Sevilla asfixia al Levante

Tenaz en la presi¨®n, met¨®dico, disciplinado, eficiente... El Sevilla vapule¨® ayer, por segunda vez esta temporada, al Levante, que fue un desastre. El conjunto de Joaqu¨ªn Caparr¨®s dio en el Ciutat de Val¨¨ncia una lecci¨®n de f¨²tbol imponi¨¦ndose en todos los aspectos del juego, que le perteneci¨® desde el primero hasta el ¨²ltimo minuto. En los ant¨ªpodas de su rival, que ya le endos¨® tres goles en la ida, el Levante sali¨® malparado del choque. Tanto como su entrenador, el alem¨¢n Bernd Schuster, incapaz de dar con la f¨®rmula para equilibrar el partido.

Repuesto de la paliza que le propin¨® el Barcelona la pasada jornada (0-4), el Sevilla asfixi¨® al Levante en cada rinc¨®n del campo hasta machacar el juego local, que no existi¨®. Con la defensa muy adelantada, casi en el medio campo; dos pu?ales por las bandas, Fernando Sales y Adriano, y el exquisito Anto?ito arriba, el cuadro de Caparr¨®s redujo a la m¨ªnima expresi¨®n las virtudes del Levante. Rivera pas¨® por el partido como alma en pena, incapaz de imponer su ley en el centro del campo. Ya puede Caparr¨®s presumir de mediocampistas, como de hecho suele hacer. Ni un mil¨ªmetro cedieron Mart¨ª y Renato, que cuentan con la inestimable ayuda en las tareas de destrucci¨®n de Adriano y Sales, que no dudan en arremangarse. Eso s¨ª, cuando su equipo recupera la pelota, dan rienda suelta a su velocidad y regate. As¨ª se fragu¨® el primer gol. Adriano avanz¨® por la banda izquierda y tir¨® un centro a media altura que fue amortiguado con el pecho por Anto?ito, quien, con una serenidad pasmosa y desde el punto de penalti, solt¨® como un l¨¢tigo su bota derecha. La perfecta ejecuci¨®n descubri¨® a un delantero de muchos quilates. Aunque no participa mucho en el juego, da gusto ver a Anto?ito manejar los tiempos y la pelota. Con ese perfil desgarbado, el est¨®mago metido y la chepa pronunciada, fue una constante amenaza para los defensores levantinistas.

Cumplida la media hora de partido, el Levante apenas hab¨ªa emitido se?ales de vida. Impotente ante el cuadro que observaba desde el banquillo, Schuster trat¨® de aguijonear al Sevilla con varios cambios sobre la marcha: pas¨® a Ettien a la banda izquierda para devolverle a la derecha en cuanto arranc¨® la segunda parte. Lo mismo hizo con Juanma y Nacho, que jugaron en tres posiciones distintas. Todo, antes del descanso. En medio de ese desaguisado, Congo se puso a hacer funciones de centrocampista y Rivera de delantero centro. Un desajuste monumental.

En la reanudaci¨®n, el Levante empuj¨® con un poco m¨¢s de fe. En vano. El Sevilla mantuvo la compostura, muy seguro de s¨ª mismo hasta el final. Ni la salida al campo de Manchev y Reggi, dos puntas natos, alteraron un ¨¢pice los planes visitantes, que maquillaron su descarada superioridad con dos goles m¨¢s: el conseguido por Makulula, cuyo tiro golpe¨® en Culebras y se col¨® en la meta, y un magistral lanzamiento de falta de Baptista.