A la espera del certificado de penales
Cuatro inmigrantes cuentan sus problemas para obtener los documentos de su regularizaci¨®n
Hace poco m¨¢s de un mes, EL PA?S reuni¨® a cuatro inmigrantes y a cuatro empleadores que ten¨ªan intenci¨®n de regularizar su situaci¨®n gracias a la entrada en vigor del Reglamento de Extranjer¨ªa. Abierto el plazo para esa regularizaci¨®n extraordinaria, comentan ahora en qu¨¦ punto se encuentran sus gestiones.
BELKIS JOHN Reagrupaci¨®n familiar
El ¨²ltimo documento que le falta a Belkis John, de 31 a?os, para solicitar la regularizaci¨®n de su madre, Petronila Mart¨ªnez, viaja en estos momentos desde Rep¨²blica Dominicana entre paquetes y cartas de una empresa de mensajer¨ªa. Ese documento es m¨¢s que un simple certificado de penales, es la llave de un sue?o y una terapia.
Un sue?o porque Belkis quiere hacerle un contrato a su madre para que termine con tres a?os de trabajo irregular en un restaurante, cuyo due?o se ha negado a legalizar la situaci¨®n de todos los extranjeros que emplea. Belkis quiere que su madre trabaje media jornada en Txoko Latino, la tienda que esta dominicana con pasaporte espa?ol y 14 a?os de residencia en Espa?a abri¨® hace unos meses en San Sebasti¨¢n. Aunque confiesa que el desembolso de unos 200 euros mensuales supondr¨¢ para ella un "tremendo esfuerzo".
Todos los papeles est¨¢n listos en casa de Belkis. Su hermano le llam¨® para decirle que el documento de penales estaba en camino. Pero han tenido que hacer encaje de bolillos porque el certificado caduca a los 15 d¨ªas de su expedici¨®n, "y claro, entre que se entrega, se pasa por canciller¨ªa, se env¨ªa, llega y se presenta, puede caducar".
El lunes que viene esperan acudir a la oficina de la Seguridad Social con todos los papeles.Es la segunda oportunidad; la primera le fue denegada cuando pidi¨® la reagrupaci¨®n familiar para su madre: "Me la negaron porque mi marido, que es espa?ol, no vive conmigo. ?l est¨¢ en Rep¨²blica Dominicana. S¨ª, es gracioso; ¨¦l, vasco, all¨ª con sus negocios; y yo, dominicana, en San Sebasti¨¢n con mi tienda".
MARCIA BAYAS V¨ªa alternativa
La regularizaci¨®n de Marcia Bayas, que trabaja en casa de Jos¨¦ y ?ngel Sanchis (padre e hijo) , en Valencia, "est¨¢ encauzada", seg¨²n Mercedes Sanchis, hermana de ?ngel. Esta trabajadora ecuatoriana entr¨® en contacto con la familia en septiembre pasado para cuidar a la esposa de Jos¨¦, que padec¨ªa una enfermedad degenerativa del sistema nervioso. Muri¨® a principios de diciembre, pero la buena sinton¨ªa que hubo entonces entre los miembros de la familia y Marcia hizo que se mantuviera la relaci¨®n y que los Sanchis se plantearan ayudarla en su regularizaci¨®n.
Hoy mismo Marcia espera contar ya con su documento de antecedentes penales. Le encarg¨® a su hermana que se lo tramitara desde su pa¨ªs y, aprovechando un viaje de un conocido que vuelve, espera tener el documento que m¨¢s le preocupaba.
"Fuimos a pedir el certificado de penales al consulado, pero ten¨ªa un funcionamiento decimon¨®nico y decidimos buscar una v¨ªa alternativa para conseguirlo", comenta Mercedes, la persona que m¨¢s encima est¨¢ del proceso. Antes obtuvieron el documento del padr¨®n que demuestra que lleva en el pa¨ªs desde antes del 7 de agosto. Una vez tengan el certificado de antecedentes, el resto plantea menos problemas. Mercedes ya se ha bajado de internet los formularios de contrato y pedir¨¢ hora en breve en los tel¨¦fonos habilitados desde las oficinas de la Seguridad Social. En todo caso, se plantea pedir consejo a un gestor para que les ayude a tramitar el expediente.
CALIN PASCA Desde 2002 en la empresa
En Madrid, Calin Pasca, rumano de 27 a?os, ya ha comenzado a recolectar la documentaci¨®n necesaria para convertirse en trabajador con todos los derechos. Lleva desde 2002 en Espa?a, siempre trabajando con la misma empresa, Reformas La Caba?a, cuyos responsables han intentado regularizar su situaci¨®n en varias ocasiones sin ¨¦xito. Ahora esperan todos, empresarios y empleados, que vaya la vencida.
"Tanto Calin como los otros inmigrantes que vamos a legalizar cumplen todos los requisitos, incluso hemos contratado a un abogado para que nada falle. El martes o el mi¨¦rcoles nos presentaremos a pedir los permisos de trabajo con los contratos que se necesitan", comenta Ra¨²l Iznaola, uno de los socios de la empresa. Iznaola a?ade que Calin "no se lo cree del todo". Y justifica esta incredulidad: "Es que han sido ya varias decepciones. ?l ha pedido el permiso de residencia y se lo han denegado. Y otro trabajador m¨ªo, tambi¨¦n rumano, fue hasta su pa¨ªs para conseguir papeles hace algunos meses y tampoco lo logr¨®. Por eso desconf¨ªan".
FABIO CHURQUINA Otra vez fuera
Fabio Churquina, argentino residente en M¨¢laga, de 30 a?os, tiene una cita en abril en el consulado de su pa¨ªs que m¨¢s cerca le pilla: en C¨¢diz. All¨ª deber¨¢ presentarse para solicitar el certificado que demuestre que no tiene antecedentes penales. "Entonces, desde el consulado, solicitar¨¢n la documentaci¨®n a Argentina, con lo que se volver¨¢ a tardar. Me temo que me voy a quedar fuera otra vez", explica. Churquina trabaja como carpintero para Gerardo M¨¢rquez, tambi¨¦n argentino.
Los inmigrantes y sus empresarios tienen tres meses de plazo para presentar la solicitud de permisos de trabajo, pero los plazos juegan en su contra. "Necesito que me den el requisito previo, que es el certificado de penales, y como tarda tanto, porque hay tantos inmigrantes solicit¨¢ndolo, pues tengo miedo de que no me alcance el tiempo", explica este inmigrante.
Con informaci¨®n de Antonio Jim¨¦nez Barca, Jaime Prats y Elsa Granda.
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