Pena de muerte por mejorar
Un preso deficiente mental puede ser ejecutado por aumentar su inteligencia
Daryl R. Atkins evit¨® la inyecci¨®n letal hace tres a?os porque su condena a muerte qued¨® suspendida por el Tribunal Supremo de EE UU. Aquella sentencia estableci¨® la prohibici¨®n de ejecutar a reclusos cuyo coeficiente intelectual est¨¦ en la categor¨ªa de retrasado. Gracias al caso de este recluso, cientos de presos salieron de los corredores de la muerte. Pero, lamentablemente para ¨¦l, el esfuerzo intelectual que hizo al luchar por su vida ha elevado su coeficiente por encima de lo que el Estado de Virginia considera aceptable: ahora quieren ejecutarlo por haber dejado de ser retrasado.
La sentencia del Tribunal Supremo estableci¨® por seis votos contra tres que la ejecuci¨®n de presos retrasados es inconstitucional porque atenta contra la Octava Enmienda, que proh¨ªbe los "castigos crueles". El juez John Paul Stevens escribi¨® junto a la sentencia: "Debido a sus discapacidades en el razonamiento, el juicio y el control de sus impulsos, no act¨²an con el nivel de culpabilidad moral que caracteriza a las conductas criminales adultas m¨¢s graves". Seg¨²n el juez, su situaci¨®n intelectual tambi¨¦n "puede poner en peligro la fiabilidad y la equidad" de los procesos. La sentencia conclu¨ªa con esta frase: "No nos parece que la ejecuci¨®n de criminales intelectualmente retrasados contribuya lo m¨¢s m¨ªnimo al prop¨®sito retributivo o preventivo de la pena de muerte".
Seg¨²n el psic¨®logo penitenciario, el trato con los abogados en la c¨¢rcel ha estimulado su mente
Atkins y un compinche, seg¨²n la sentencia original, secuestraron a un joven empleado de la base militar de Langley a quien obligaron a sacar dinero de un cajero autom¨¢tico con sus tarjetas de cr¨¦dito. Cuando las tarjetas dejaron de funcionar, asesinaron a Eric Nesbitt, de 21 a?os, con ocho disparos a quemarropa.
Durante el juicio, los ex¨¢menes de psic¨®logos y pedagogos establecieron que el coeficiente intelectual de Atkins, que tiene ahora 27 a?os, era de 59, entendiendo la media de la poblaci¨®n como 100. Aunque su coeficiente estaba incluso por debajo del umbral del retraso mental seg¨²n Virginia (70), la condena a muerte s¨®lo se fren¨® cuando el Supremo acept¨® revisar el caso. Tras el fallo del Supremo, las autoridades del Estado inmediatamente sacaron a Atkins del corredor de la muerte.
Entre el juicio de 1998 y la sentencia del Supremo transcurrieron cuatro a?os en los que el recluso, a pesar de su condici¨®n intelectual, trat¨® de comprender su situaci¨®n en compa?¨ªa de su abogado. "Sorprendentemente, ese contacto constante con los abogados que trabajaron en su caso le proporcion¨® en la c¨¢rcel m¨¢s est¨ªmulos intelectuales de los que hab¨ªa recibido en su adolescencia, con la pr¨¢ctica de la lectura y la escritura, el aprendizaje de conceptos legales abstractos y la comunicaci¨®n con profesionales", escribi¨® hace dos meses en un informe el psic¨®logo penitenciario encargado de valorar su situaci¨®n intelectual.
Inmediatamente despu¨¦s, la fiscal¨ªa pidi¨® un nuevo examen mental a Atkins que proporcion¨® un n¨²mero fat¨ªdico para ¨¦l: su coeficiente intelectual hab¨ªa ascendido a 76, es decir, seis puntos por encima del l¨ªmite que imped¨ªa su ejecuci¨®n. El cambio ha permitido la revisi¨®n de su condena. Por primera vez, ser¨¢ un jurado el que determine si debe regresar al corredor de la muerte para ser ejecutado.
La fiscal¨ªa estima que si el coeficiente ha subido en estos a?os, tambi¨¦n pudo haber bajado entre la comisi¨®n del crimen y el juicio. La fiscal, Eileen M. Addison, dice que si fue capaz de manejar una pistola, reconocer un cajero autom¨¢tico, secuestrar a un individuo y llevarlo a una zona solitaria para matarlo, Atkins no era retrasado.
Los psic¨®logos parecen estar de acuerdo en que el coeficiente intelectual de las personas sube y baja a lo largo de la vida, pero no m¨¢s de cinco puntos arriba o abajo. El coeficiente tambi¨¦n suele subir a raz¨®n de tres puntos cada d¨¦cada.
La semana pasada, el nuevo juicio se retras¨® porque la defensa pidi¨® m¨¢s tiempo para buscar testigos capaces de avalar que Atkins sufr¨ªa un claro retraso en la ¨¦poca en la que cometi¨® el crimen. La fiscal¨ªa aprovechar¨¢ que el acusado cometi¨® m¨¢s de una docena de delitos para demostrar que los resultados del primer examen eran err¨®neos y que Atkins debe ser ejecutado.
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