Un centrista independiente
La ¨²ltima vez que vi a mi buen amigo Javier Tusell fue en la SER, una de esas ma?anas en las que coincid¨ªamos en la tertulia de Hoy por hoy, de I?aki Gabilondo. Se hab¨ªa recuperado de una grave infecci¨®n que le hab¨ªa llevado al borde de la muerte. Nuestra amistad era antigua y s¨®lida. Compart¨ªamos ideolog¨ªa y una visi¨®n distanciada y algo c¨¢ustica de los avatares pol¨ªticos. En esa clave de humor -algo negro- yo le hab¨ªa dicho que ten¨ªa que recuperarse del todo para hacerme en su momento una buena necrol¨®gica. "Estoy totalmente de acuerdo contigo", me respondi¨®.
Lo ¨²ltimo que pod¨ªa yo imaginar era que se me iba a pedir a m¨ª que escribiese algo sobre sus ideas pol¨ªticas despu¨¦s de su muerte. Al hacerlo, mi mente pasa de la ¨²ltima a la primera vez que habl¨¦ con ¨¦l. Fue en mayo de 1974, es decir, ayer, s¨®lo hace unos treinta a?os. Hab¨ªa publicado Tusell ese a?o en la editorial de Cuadernos para el Di¨¢logo su Historia de la Democracia Cristiana en Espa?a en dos tomos. Yo hab¨ªa hecho un comentario de pasada a su obra en un art¨ªculo en el diario Ya. A los pocos d¨ªas me lleg¨® una carta del joven y para m¨ª desconocido Tusell, llena de fundadas puntualizaciones pormenorizando por qu¨¦ no pod¨ªa estar enteramente de acuerdo conmigo. Y as¨ª, discutiendo, nos hicimos amigos. Javier pertenec¨ªa entonces a la Federaci¨®n Popular Democr¨¢tica, que presid¨ªa don Jos¨¦ M? Gil Robles. La FPD estaba integrada en el Equipo de la Democracia Cristiana del Estado Espa?ol, junto con el PNV de Ajuriaguerra, la Uni¨®n Democr¨¢tica de Catalu?a de Ant¨®n Ca?ellas y la Izquierda Democr¨¢tica de Ruiz-Gim¨¦nez, en la que yo militaba. Tras el desastre electoral del Equipo en 1977, Tusell colabor¨® con ??igo Cavero en el Ministerio de Cultura y desarroll¨® una labor decisiva como director general en la vuelta del Guernica a Madrid. Despu¨¦s yo mismo le convenc¨ª -no sin resistencia por su parte- de que aceptase formar parte del Secretariado de la ¨²ltima UCD, como responsable de Estudios y Programas.
Nuestra amistad se robusteci¨® en la adversidad. Cori¨¢ceo ante las cr¨ªticas -en especial las despiadadas y obsesivas de antiguos falangistas y comunistas-, Tusell se mantuvo siempre firme en sus convicciones hasta el final. Nunca se arrug¨®. Era en cierto sentido una fuerza de la naturaleza, incansable en su producci¨®n de libros sobre la historia presente, enciclopedia viva de citas y paradojas hist¨®ricas, estaba siempre dispuesto a criticar lo que cre¨ªa errado y a responder en el acto a sus contradictores con una indomable independencia.
Tuvo Tusell un sentimiento fuerte de la Espa?a una y diversa. Lejos de la concepci¨®n centralista, Javier defendi¨® con vigor una inserci¨®n de Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco en el conjunto de Espa?a basada en el respeto a los hechos diferenciales que ¨¦l explic¨® y defendi¨® en todo momento. No en vano era un catal¨¢n arraigado en Madrid. Su p¨¦rdida nos deja a todos sus amigos con un enorme sentimiento de vac¨ªo y tristeza.
Juan Antonio Ortega D¨ªaz-Ambrona fue ministro de Educaci¨®n y Ciencia (1980-81) en el Gobierno de UCD.
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