Madrid pide hoy a Londres garant¨ªas de que no habr¨¢ reparaciones nucleares en Gibraltar
Espa?oles, brit¨¢nicos y gibraltare?os empiezan a negociar el uso conjunto del aeropuerto
El Gobierno pedir¨¢ hoy formalmente a las autoridades brit¨¢nicas garant¨ªas escritas de que no efectuar¨¢n m¨¢s reparaciones que afecten a la parte nuclear de sus submarinos en el puerto de Gibraltar. La petici¨®n ser¨¢ presentada en la primera reuni¨®n del comit¨¦ tripartito para negociar el uso conjunto del aeropuerto gibraltare?o, que se celebra hoy en M¨¢laga en el marco del di¨¢logo sobre cooperaci¨®n acordado el pasado mes de diciembre. El ministro de Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, pidi¨® ayer el apoyo de todos los partidos a esta petici¨®n del Gobierno.
La confirmaci¨®n por escrito de la promesa que el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar ya recibi¨® verbalmente en 2001, forma parte de un paquete de medidas que Moratinos aspira a consensuar ahora con Londres para evitar la repetici¨®n de situaciones embarazosas como la que acaba de suscitar la presencia en el Pe?¨®n del submarino Sceptre.
Destaca entre ¨¦stas, la de incrementar la eficacia de los sistemas de comunicaci¨®n de los planes brit¨¢nicos de llegadas y salidas, para que no se produzcan situaciones confusas ni noticias contradictorias como las que contribuyeron a a?adir tensi¨®n al caso del Sceptre.
Otra medida anunciada ayer por Moratinos es que, cada vez que un buque nuclear entre en Gibraltar, se enviar¨¢ a Algeciras una unidad del Grupo de Observaci¨®n y Vigilancia Radiol¨®gica de la Armada (GOVRA), y se har¨¢n p¨²blicas sus mediciones.
La propuesta espa?ola se refiere, adem¨¢s, a la creaci¨®n de grupos de estudio para potenciar la prevenci¨®n y cooperaci¨®n frente a este tipo de incidentes.
"La existencia de una base naval dentro de un territorio sometido obligatoriamente a descolonizaci¨®n por mandato de Naciones Unidas es lo que provoca estos problemas e incomodidades y, por ello, el Reino Unido tiene la obligaci¨®n primaria de poner fin a esta situaci¨®n y el Gobierno espa?ol de exigirlo", record¨® el ministro ante la Comisi¨®n de Exteriores del Congreso.
La promesa de Piqu¨¦
Pero mientras se sigue buscando la soluci¨®n al problema de fondo, prosigui¨®, Espa?a no puede legalmente impedir que sigan entrando en Gibraltar submarinos brit¨¢nicos. De ah¨ª que el objetivo perseguido sea que el Reino Unido confirme por escrito la promesa que el canciller brit¨¢nico, Robin Coock, hizo en su d¨ªa a Josep Piqu¨¦ de que no habr¨ªa m¨¢s reparaciones "como la del Tireless". Piqu¨¦ inform¨® de aquella promesa a la prensa espa?ola el 7 de mayo de 2001, cuando todav¨ªa estaba en Gibraltar el buque que permaneci¨® todo un a?o con el sistema de refrigeraci¨®n del reactor averiado.
El paquete de medidas que se presenta hoy no podr¨¢ ser, sin embargo, aprobado en M¨¢laga, a pesar de que contar¨¢ con el apoyo probable de los gibraltare?os. El nivel de la reuni¨®n no lo permite, ya que participar¨¢n en ella los directores generales competentes de Espa?a, Jos¨¦ Pons, y Reino Unido, Dominick Chillcott, junto al ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana.
El secretario de Estado de Exteriores, Bernardino Le¨®n, acudi¨® anoche para dar la bienvenida a los reunidos y marcar la importancia de una cita, que no es la primera de la nueva etapa abierta en torno a las negociaciones sobre el futuro del Pe?¨®n, ya que el pasado mes de enero se celebr¨® otro encuentro similar relativo a las pensiones de los trabajadores espa?oles que perdieron sus empleos en Gibraltar tras el cierre de la verja, en 1968.
La negociaci¨®n iniciada ayer s¨ª es, sin embargo, especialmente relevante porque se refiere a un tema de inter¨¦s general, el uso conjunto de un aeropuerto, situado en el istmo, del lado gibraltare?o, capaz de romper la dificultad de acceso al tr¨¢fico a¨¦reo que padecen Algeciras y La L¨ªnea.
La negociaci¨®n tendr¨¢ que abordar todos los problemas t¨¦cnicos, de instalaciones aduaneras y policiales necesarias para operar esta frontera compartida, as¨ª como la distribuci¨®n de gastos y financiaci¨®n que conllevan.
La dificultad principal ha sido, sin embargo, de car¨¢cter pol¨ªtico. El acuerdo hispano-brit¨¢nico de 1987 para este uso conjunto fracas¨® porque los gibraltare?os, temerosos de que Espa?a aprovechara la ocasi¨®n para ganar soberan¨ªa, se negaron a aplicarlo.
El portavoz de Exteriores del PP, Gustavo de Ar¨ªstegui, reconoci¨® ayer en el Congreso que "se ha visto la firmeza del Gobierno" en el manejo del incidente del Sceptre. Pero esgrimi¨® la in¨¦dita disposici¨®n de Caruana a dialogar sobre el aeropuerto y otros temas de cooperaci¨®n como prueba de las sospechas de su partido de que el Gobierno puede estar haciendo concesiones inconfesables.
Moratinos pregunt¨® al PP por qu¨¦ no ha tenido "ninguna generosidad" con "la cuesti¨®n instrumental", que son las negociaciones sobre cooperaci¨®n, un medio para volver a hablar de soberan¨ªa, dijo. Y concluy¨® con un ruego: "No nos descalifiquen sin motivo. Hablan de cesiones que no hay".
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