Ham¨¢s lanza 50 misiles contra los asentamientos jud¨ªos

Ham¨¢s rompi¨® ayer en varios frentes la tregua y coloc¨® a Gaza al borde del caos, cuando apenas se hab¨ªan cumplido 48 horas de la cumbre de Sharm el Sheij en la que los l¨ªderes israel¨ª, Ariel Sharon, y palestino, Mahmud Abbas, se hab¨ªan comprometido a abandonar la violencia. La sublevaci¨®n de los radicales se inici¨® con el lanzamiento de medio centenar de misiles sobre los asentamientos jud¨ªos de Gaza, al que sigui¨® el asalto de una prisi¨®n de la capital.

El presidente palestino contest¨® con contundencia a la provocaci¨®n destituyendo de un plumazo a ocho altos mandos policiales y ordenando actuar contra los radicales sin miramientos. La insurrecci¨®n de las organizaciones radicales palestinas estall¨® antes de la madrugada, cuando militantes de diversas facciones lideradas por Ham¨¢s lanzaron de manera coordinada una oleada de misiles sobre los asentamientos de Gus Katif, en el coraz¨®n de la franja de Gaza. Los proyectiles no causaron v¨ªctimas, pero provocaron el p¨¢nico de los habitantes de los enclaves, que tuvieron que buscar protecci¨®n en los refugios mientras ve¨ªan c¨®mo algunos de los proyectiles ca¨ªan sobre sus casas.

Pocas horas m¨¢s tarde, al despuntar el alba, varias decenas de enmascarados radicales volv¨ªan a actuar con absoluta impunidad. Esta vez asaltaron la principal prisi¨®n de Gaza, donde los radicales, despu¨¦s de destrozar el muro con proyectiles y granadas, irrumpieron en la galer¨ªa de los presos y mataron a dos detenidos que hab¨ªan sido acusados de trabajar para los israel¨ªes. Antes de salir de la prisi¨®n, varios activistas secuestraron a un tercer recluso, al que llevaron hasta el campo de refugiados de Breij para matarlo ante sus familiares.

Portavoces del movimiento fundamentalista se responsabilizaron de ambas operaciones. La primera, dijeron, era una venganza por los disparos efectuados horas antes por soldados desde las posiciones de Raf¨¢, como consecuencia de los cuales un palestino de 20 a?os result¨® muerto. El asalt¨® a la prisi¨®n fue, seg¨²n portavoces de los radicales, una respuesta a las posiciones tolerantes de las autoridades palestinas, que se niegan a ejecutar a los "colaboradores".

El Gobierno israel¨ª respondi¨® con dureza a la provocaci¨®n de los fundamentalistas isl¨¢micos al suspender una reuni¨®n que el consejero de seguridad del primer ministro, Dov Weisglass, y el ministro palestino responsable de las negociaciones, Saeb Erekat, deb¨ªan celebrar ayer en Jerusal¨¦n para tratar el tema de la liberaci¨®n de los presos palestinos. Al mismo tiempo el Gobierno de Israel mand¨® cerrar de nuevo los pasos fronterizos de la franja de Gaza, por donde deb¨ªan pasar ayer cerca de un millar de trabajadores, comerciantes y enfermos, como prueba de buena voluntad y distensi¨®n tras el anuncio mutuo de tregua.

Mahmud Abbas, enojado por la situaci¨®n, se reuni¨® ayer con sus m¨¢s fieles colaboradores en su cuartel general de la Mukata, en Ramala, desde donde ayer partieron una serie de ordenes fulminantes. La primera y m¨¢s importante fue la destituci¨®n de tres jefes militares con el grado de general, entre ellos el todopoderoso general mayor Abdel Razek al Majayd¨¦, a quien acus¨® de negligencia e incompetencia. Otros cinco responsables policiales fueron asimismo despose¨ªdos del mando. La c¨²pula palestina dio adem¨¢s orden de actuar con contundencia y sin contemplaciones contra los radicales de Ham¨¢s y otras organizaciones.

El destituido general mayor Al Majayd¨¦ era hasta ayer el m¨¢ximo responsable de las fuerzas palestinas en Cisjordania y Gaza, encargado de desplegar las tropas para impedir el ataque a las posiciones israel¨ªes. Con el cese de este militar y de los otros siete mandos Abbas se deshizo ayer de un plumazo de un grupo de militares inc¨®modos e indisciplinados, miembros sobresalientes de la vieja guardia y fieles seguidores de Yasir Arafat. El presidente palestino allan¨® as¨ª el camino para que en los pr¨®ximos d¨ªas pueda hacerse cargo de la c¨²pula militar palestina su hombre de confianza, el general Mohamed Dahlan, l¨ªder indiscutible de la joven guardia, y aliado fiel de EE UU y la UE.