In mem¨®rian
El querido compa?ero Te¨®filo Calle ha exhalado su ¨²ltimo suspiro en C¨®rdoba, a la espera de un trasplante de coraz¨®n, que ya era la ¨²nica posibilidad, que no alcanz¨® a probar. El suyo ya no daba m¨¢s despu¨¦s de una vida tan intensa de creaci¨®n como autor, de interpretaci¨®n como actor, de entereza profesional y de afectos, principalmente. Pero tambi¨¦n desgastado en lucha incansable contra las vicisitudes desde ni?o crecido en el Madrid de posguerra, de actor entregado y padre responsable, y de amante compa?ero que no quer¨ªa dejar de trabajar para poder seguir ayudando en casa. Afortunadamente, la jubilaci¨®n le permiti¨® algo de tranquilidad, al final, despu¨¦s de tantos a?os de trabajo, en su exilio de Jerez. Su gran desilusi¨®n, el olvido a quienes hab¨ªan intentado defender la profesi¨®n desde la ¨¦tica durante la dictadura, a la hora de la anhelada era democr¨¢tica.
En la Uni¨®n de Actores de Madrid, Te¨®filo volc¨® energ¨ªas rec¨®nditas para dirigir desde 1998 hasta principios del 2001 la revista Actores, y ponerla muy alto en su nivel de seriedad editorial, de criterio literario en equilibrio con la reivindicaci¨®n sociosindical. Fue alma m¨¢ter de dos monogr¨¢ficos publicados en el a?o 2000, uno sobre las artes esc¨¦nicas y otro sobre el audiovisual, en los que reuni¨® las m¨¢s importantes firmas, y que despertaron inter¨¦s acad¨¦mico en diversas partes del mundo. Era un cultivador de la palabra, y un maestro natural de florida erudici¨®n. Otra cosa que nuestro pa¨ªs no ha sabido encausar para ense?ar a futuras generaciones
En lo personal, disfrut¨¢bamos de las mismas cosas, la palabra, la poes¨ªa y la m¨²sica extendida por nuestras familias, y por supuesto nuestra profesi¨®n, amada y dif¨ªcil. Fue leal confidente como pocos, y hasta confesor en la religi¨®n de la amistad, la ¨²nica que los dos veneramos con devoci¨®n
En el nombre de todo lo que amaste y respetaste, entre ello esa Uni¨®n de Actores de todos, gracias, Teo, por haber sido siempre fiel a la amistad, con tu dignidad hasta el final, ya casi sin voz, al otro lado del tel¨¦fono.-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.