"El campo me ha aportado todo lo que hoy tengo"

Nour-Eddin El Balima se ha quedado a vivir en Moguer. Primero trabaj¨® como jornalero y con los a?os lleg¨® a ser encargado de una finca de fresas. En 2001 decidi¨® comprar unas tierras, partiendo de su experiencia en la gesti¨®n de fincas, en las que ha cultivado frambuesas. "Me gusta el campo. Para trabajar en esto te tiene que gustar. Yo he conocido a compa?eros que me acompa?aron en mi viaje a los que no les gustaba trabajar como jornaleros, era como algo despectivo. Algunos no quer¨ªan ni que se enterasen sus familias", se?al¨®. "A m¨ª me parece un trabajo muy digno y el empleo que me ha aportado todo lo que hoy tengo", dijo.

Este empresario marroqu¨ª asegura que siente tristeza cuando aparecen noticias sobre los inmigrantes que vienen en pateras a Espa?a o los compatriotas que montan asentamientos en la provincia de Huelva: "La inmigraci¨®n ha cambiado mucho. Antes ven¨ªamos a trabajar para unos meses y despu¨¦s volv¨ªamos a nuestro pa¨ªs. Lo que ocurre ahora es penoso tambi¨¦n para nosotros. Pero la gente tiene que saber que quienes vienen en esas pateras han desembolsado m¨¢s de dos mil euros para venir aqu¨ª. Es gente de aldeas, de pueblos, sus familias los apoyan porque creen que van a encontrar algo mejor", relata. "Los inmigrantes, como no hab¨ªa visado, entraban y sal¨ªan, pero ahora se quedan. Yo tuve la suerte de ser uno de los primeros en adquirir los papeles en abril de 1991, cuando comenz¨® el proceso de regularizaci¨®n".

A Nour-Eddin El Balima no le gusta hablar de que su situaci¨®n actual le haya llegado por suerte, sino a trav¨¦s del esfuerzo constante: "He trabajado mucho y duro, hasta el punto de no descansar durante a?os, o tener s¨®lo cuatro d¨ªas libres. A veces, cuando termina la jornada laboral, observo mi finca, como si fuera un tesoro. Miro alrededor y casi no me lo creo", expresa.