De una pieza
Sabes que fue un hombre comprometido y que siempre cumpli¨® su compromiso. Frente al Tribunal de Actividades Antiamericanas no hizo concesi¨®n alguna, no renunci¨® a sus principios, no delat¨® a sus compa?eros, y lo acosaron y lo marginaron y le retiraron el pasaporte, como te lo retiraron a ti, por a?os, ?lo recuerdas?, ?y c¨®mo no ibas a recordar una cosa as¨ª? Sabes tambi¨¦n que Arthur Miller estaba hecho de una sola pieza, y que nunca se dej¨® intimidar por los desvar¨ªos y perversiones de aquel senador envilecido que persegu¨ªa comunistas, por los escenarios, los plat¨®s, los guiones, los versos, los libros, los colores, la m¨²sica. Qu¨¦ sujeto el McCarthy aqu¨¦l, tan fascista en su ideario como en sus procedimientos represivos contra la libertad, la imaginaci¨®n y la vida. Tan fascista, o casi, como muchos de los que hemos tenido por aqu¨ª, y de los que a¨²n nos quedan, emboscados en las cloacas de la democracia, al ojeo e inventario de rojos, y ampar¨¢ndose en unos derechos que les repugnan, pero que fingen respetar, los muy hip¨®critas. Aunque se les nota lo suyo. Porque, mira, tal y como dec¨ªa un siniestro personaje de Las brujas de Salem: "Los cielos y los infiernos caer¨¢n sobre nosotros y nos despojar¨¢n de nuestros disfraces". No s¨¦, y quiz¨¢ t¨² tampoco, si han sido los cielos y los infiernos, o m¨¢s probablemente, como se me figura, las mezquindades, martingalas e impudores de los residuos dictatoriales que han heredado, todo lo que se les cae, ya sin remedio, hasta arrancarles las m¨¢scaras, las patra?as y los desperdicios de conciencia. Pero se est¨¢n quedando en los puros huesos y a la intemperie. El pensamiento ¨²nico s¨®lo era una fraudulencia, un decorado ruin, una fosa, para quienes pretendieron imponerlo. Ahora, lentamente, vuelven las palabras y las actitudes sin dobleces: vuelve el compromiso con la verdad y con la historia. Si el viajante Willy Loman nos descubri¨® las servidumbres y frustraciones de la sociedad americana, los especuladores y chalanes del ladrillo, aqu¨ª, en nuestros solares, nos han descubierto sus propias miserias. Una farsa, grotesca y c¨ªnica, a¨²n por escribir.
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