Un 20% de la hormona de crecimiento se desv¨ªa al mercado negro del dopaje

La Agencia Espa?ola del Medicamento y Productos Sanitarios ha detectado que el 20% de la hormona del crecimiento que se vendi¨® en Espa?a en el a?o 2004 se hizo al margen de la receta oficial, es decir, que unos 37.000 envases de los 186.000 comercializados por media docena de laboratorios pasaron al mercado negro. La hormona de crecimiento, por sus efectos anabolizantes y reductores de grasa, es uno de los productos dopantes m¨¢s en boga. El Ministerio de Sanidad tiene ya prevista la retirada de las farmacias de la eritropoietina, la famosa EPO.

Como parte del programa de la lucha contra el dopaje, el Ministerio de Sanidad y Consumo decidi¨® a finales de 2004 retirar de las farmacias y calificarlas como medicamentos de uso hospitalario la media docena de especialidades con hormona de crecimiento o somatropina, su denominaci¨®n com¨²n internacional, autorizadas en Espa?a.

Igualmente, dentro de ese plan y de las medidas puestas en marcha por el Consejo Superior de Deportes (CSD) contra el dopaje, Sanidad tambi¨¦n tiene previsto retirar de las farmacias la eritropoietina, la EPO, de cuyo extenso uso fraudulento se tiene constancia aunque no se haya cuantificado.

"No tenemos pruebas para afirmar que este 20% de somatropina se desv¨ªe ¨²nicamente hacia el dopaje porque no ha habido una investigaci¨®n policial, sino un cotejo entre lo comercializado por los laboratorios y las recetas expedidas", advierte un portavoz de Sanidad, "pero, evidentemente, su destino m¨¢s l¨®gico es el del dopaje".

En Sanidad explican que la forma m¨¢s habitual de procurarse de forma fraudulenta la hormona del crecimiento, una especialidad cara -el precio de venta al p¨²blico medio de cada envase en 2004 fue de unos 280 euros, aunque en el mercado negro se pudo multiplicar por 10-, es a trav¨¦s del robo o la falsificaci¨®n de recetas y visados y que por eso decidieron retirar del canal farmac¨¦utico su distribuci¨®n, aunque tambi¨¦n reconocen que otra v¨ªa es el robo o la sustracci¨®n en las farmacias hospitalarias. La somatropina est¨¢ indicada en ni?os con problemas de crecimiento, as¨ª como en enfermos de sida que necesiten recuperar la masa muscular.

Aunque la cifra de 37.000 envases desviados en un solo a?o, en un solo pa¨ªs, pueda parecer espectacular, no deja de ser, seg¨²n los expertos, la punta del iceberg del problema. "La hormona del crecimiento es un producto muy utilizado no s¨®lo por los deportistas profesionales, sino tambi¨¦n por los ciudadanos asiduos a los gimnasios de musculaci¨®n o por personas mayores de 50 a?os que la utilizan para frenar el envejecimiento", explica un experto en dopaje. "La v¨ªa de comercializaci¨®n m¨¢s habitual es Internet, donde se multiplican las ofertas, y suelen contar con somatropina procedente de Andorra, Suram¨¦rica o los pa¨ªses del Este de Europa". Una de estas redes de venta de hormona de crecimiento por Internet fue desarticulada por la polic¨ªa espa?ola en agosto pasado. Se detuvo a m¨¢s de 100 personas que actuaban en m¨¢s de 30 provincias. El sumario, abierto por un juzgado de M¨¢laga, a¨²n no ha sido terminado.

En las competiciones deportivas, la hormona de crecimiento s¨®lo se busca desde los pasados Juegos Ol¨ªmpicos de Atenas, cuando la Agencia Mundial Antidopaje estren¨® el m¨¦todo de detecci¨®n. La somatropina s¨®lo se halla en la sangre y s¨®lo en los deportistas que la hayan utilizado 48 horas antes, por lo que todav¨ªa no se ha declarado ning¨²n positivo.

"Es normal que no se haya encontrado ning¨²n positivo en competici¨®n. Eso no quiere decir que no se utilice la hormona del crecimiento", explica Juan Manuel Alonso, director de la Comisi¨®n Antidopaje de la Federaci¨®n Internacional de Atletismo; "los deportistas la usan habitualmente durante el periodo de entrenamiento y preparaci¨®n y, cuando se acerca la competici¨®n, dejan de usarla. Por eso s¨®lo se encontrar¨¢ en los controles por sorpresa fuera de los campeonatos".

El mismo patr¨®n se deber¨¢ seguir para lograr detectar m¨¢s positivos de EPO, ya que los deportistas tramposos han aprendido tambi¨¦n a disimular los par¨¢metros sangu¨ªneos delatores utilizando dosis muy peque?as durante muchos d¨ªas. As¨ª, los expertos, que antes se basaban en las cuentas anormales de reticulocitos, hematocrito o hemoglobina, se ven ahora despistados. "Cuando se acerca la competici¨®n y los controles, los deportistas dejan de usar EPO y recurren a las autotransfusiones de sangre, que a¨²n no se pueden detectar", agrega Alonso; "as¨ª que la mejor forma de encontrarlos", insiste, "ser¨¢ la multiplicaci¨®n de los controles por sorpresa".