"La adhesi¨®n de Turqu¨ªa podr¨ªa debilitar el desarrollo de la integraci¨®n europea"

El 20 de diciembre, Hungr¨ªa se convirti¨® en el segundo miembro de Los 25, despu¨¦s de Lituania, en aprobar la Constituci¨®n europea. El presidente de este pa¨ªs, Ferenc Madl, de 74 a?os, que realiz¨® a principios de este mes una visita oficial a Espa?a, cree que los Estados y los medios de comunicaci¨®n de la UE tienen el deber de divulgar un documento que sigue siendo un arcano para muchos ciudadanos. Este jurista experto en derecho internacional fue elegido presidente de Hungr¨ªa -un cargo ante todo representativo, con m¨ªnimas atribuciones en pol¨ªtica interior- en 2000 y este a?o acabar¨¢ su mandato. Convencido europe¨ªsta, se ha empleado a fondo para colaborar en la entrada de Hungr¨ªa (10 millones de habitantes) en la UE. La entrevista fue realizada por correo electr¨®nico.

"Despu¨¦s de la aprobaci¨®n, la divulgaci¨®n de la Constituci¨®n europea sigue siendo un deber para los pol¨ªticos y los medios"

"La baja participaci¨®n en las elecciones europeas se debi¨® a que en el Parlamento ning¨²n partido cuestion¨® el ingreso en la UE"

Pregunta. ?Qu¨¦ importancia tiene la Constituci¨®n para Europa?

Respuesta. Pienso que este documento es muy importante, aunque est¨¢ claro que la UE no se puede considerar como un Estado y por lo tanto su Constituci¨®n no es comparable. La Carta Magna europea tiene una importancia fundamental, de tal modo que los acuerdos firmados entre gobiernos puedan llegar a ser acuerdos entre pueblos. Ahora bien, un acuerdo se apoya en mayor o menor medida sobre el consenso alcanzado por los gobiernos mediante debates. Una Constituci¨®n, sin embargo, recoge los valores y los objetivos compartidos por una comunidad y puede dar fundamento y legitimidad a una uni¨®n entre pueblos. Sin duda, una uni¨®n pol¨ªtica requiere una Constituci¨®n.

P. La Constituci¨®n fue aprobada en el Parlamento h¨²ngaro. ?Hasta qu¨¦ punto conocen los ciudadanos h¨²ngaros el texto?

R. El debate sobre la Constituci¨®n europea, o mejor dicho, una parte del debate, tuvo una importante repercusi¨®n en la opini¨®n p¨²blica h¨²ngara. Esto se debe a que fuimos los promotores para que los derechos de las minor¨ªas y las tradiciones cristianas figurasen en el pre¨¢mbulo de la Constituci¨®n. El resto de los apartados no son tan conocidos por la opini¨®n p¨²blica. Aunque la Constituci¨®n est¨¢ disponible en h¨²ngaro, el debate se centra s¨®lo en los c¨ªrculos acad¨¦micos y pol¨ªticos. Por lo tanto, incluso despu¨¦s de la aprobaci¨®n por el Parlamento, la divulgaci¨®n y explicaci¨®n de la Constituci¨®n sigue siendo un deber y una tarea permanente para los pol¨ªticos y los medios de comunicaci¨®n.

P. Durante las ¨²ltimas elecciones europeas la participaci¨®n en los 10 nuevos pa¨ªses m¨¢s recientes de la UE fue muy escasa, lo que fue considerado por algunos como un signo de escepticismo. ?C¨®mo explica que en su pa¨ªs hubiese una participaci¨®n tan baja?

R. En casi todos los pa¨ªses que formaron parte de la ¨²ltima ampliaci¨®n de la Uni¨®n la participaci¨®n electoral fue baja, lo que puede deberse a razones distintas en cada pa¨ªs. S¨®lo har¨¦ una afirmaci¨®n general: en todos y cada uno de los pa¨ªses miembros de la UE se observa un decrecimiento continuo en la participaci¨®n en las elecciones para el Parlamento Europeo. En Hungr¨ªa, la baja participaci¨®n en las elecciones se debi¨® a que en el Parlamento ning¨²n partido cuestion¨® el ingreso en la UE. No creo que seamos euroesc¨¦pticos; al contrario, desde el cambio de r¨¦gimen, en 1990, y hasta hoy, la UE es el ¨²nico asunto que goza de un consenso amplio.

P. ?Coincide con Donald Rumsfeld en cuanto a la existencia de una nueva y una vieja Europa?

R. Esa afirmaci¨®n provoc¨® un gran revuelo y en su d¨ªa se discuti¨® mucho sobre ello. No creo que, en un momento en el que los pa¨ªses europeos debat¨ªan sobre si apoyar o no a EE UU en la guerra contra Irak, la declaraci¨®n de Rumsfeld fuera muy acertada. Defendiendo el punto de vista de su Gobierno, ¨¦l se refiri¨® a aquellos pa¨ªses europeos que apoyaron las ideas de EE UU como a la "nueva Europa". Adem¨¢s las palabras "nueva" y "vieja" las asoci¨® a una valoraci¨®n, lo que es inadmisible: lo nuevo era tambi¨¦n lo bueno, pero, claro est¨¢, bueno para EE UU.

P. ?Comparte la opini¨®n de que la diversidad de posturas respecto a la guerra de Irak no s¨®lo cre¨® crispaci¨®n respecto a EE UU, sino tambi¨¦n dentro de la UE?

R. Est¨¢ claro que existen discrepancias. Sin embargo, es mucho m¨¢s importante saber qu¨¦ hay en el fondo de las diferencias, es decir, qu¨¦ hacemos para superar estas diferencias. Todos los miembros de la UE apoyan el proceso de estabilizaci¨®n en Irak, la actuaci¨®n del Gobierno soberano iraqu¨ª, la celebraci¨®n de las elecciones del 30 de enero, as¨ª como un mayor protagonismo de la ONU. As¨ª pues, no hay diferencia de opiniones respecto a la soluci¨®n de las cuestiones primordiales. Existen divergencias respecto a la valoraci¨®n de la ocupaci¨®n de Irak y sobre la presencia de fuerzas extranjeras all¨ª, pero consideramos preferible para los intereses solidarios centrar nuestra atenci¨®n sobre el futuro y sobre la estabilizaci¨®n, en vez de hacerlo sobre las discrepancias.

P. ?Qu¨¦ opina sobre la futura adhesi¨®n de Turqu¨ªa?

R. De entre los instrumentos de la Uni¨®n, la posibilidad de convertirse en miembro se ha revelado como un medio efectivo para influir en los procesos internos de los pa¨ªses y para ampliar el espacio de la estabilidad y de la democracia. Nuestros intereses pol¨ªticos, econ¨®micos y de seguridad requieren mantener abierto el proceso de ampliaci¨®n. Con la contribuci¨®n de nuestra naci¨®n, el Consejo Europeo, en diciembre, anunci¨® la apertura de negociaciones de adhesi¨®n con Turqu¨ªa. No obstante, el resultado de estas negociaciones est¨¢ a¨²n lejos de ser decidido. Teniendo en cuenta los esfuerzos de Turqu¨ªa, resultaba justificado fijar una fecha concreta para iniciar las negociaciones. Nosotros apoyamos el marco propuesto, aunque consideramos que s¨®lo es aplicable para Turqu¨ªa. Estamos seguros de que las negociaciones ser¨¢n dif¨ªciles y de que el proceso se dilatar¨¢ en el tiempo, y que su desenlace final no se puede garantizar. El cumplimiento de los criterios debe ser objeto de un control permanente. Se nos plantean tambi¨¦n serias dudas a prop¨®sito de la adhesi¨®n de Turqu¨ªa: la incorporaci¨®n de este pa¨ªs podr¨ªa debilitar el desarrollo de la integraci¨®n europea. Europa podr¨ªa quedar m¨¢s dividida y las tendencias que pretenden formar un "n¨²cleo duro" podr¨ªan ganar terreno.

P. ?Cree usted que una UE mucho m¨¢s grande har¨ªa retroceder el avance en la construcci¨®n pol¨ªtica de Europa?

R. Desde sus principios, la UE ha sido y seguir¨¢ siendo un organismo capaz de establecer estrategias y objetivos pol¨ªticos. Los objetivos fundamentales de la integraci¨®n, la paz, la seguridad y la estabilidad no han cambiado; pero junto a su perfil econ¨®mico, que fue determinante al principio, ahora son visibles tambi¨¦n los elementos pol¨ªticos de su naturaleza. El repertorio de medios e instrumentos de la Uni¨®n se incrementa gradual y continuamente. Los cambios m¨¢s din¨¢micos surgieron precisamente a ra¨ªz de la cooperaci¨®n pol¨ªtica de la Uni¨®n, tanto en asuntos internos (contra el crimen, contra el terrorismo y la cooperaci¨®n en materia de justicia) como en asuntos externos (pol¨ªtica exterior, seguridad y defensa).