El hombre se quemar¨¢
No suelo compartir ninguna de estas dos ideas: 1, el hombre es nocivo para su h¨¢bitat; 2, la naturaleza dispone de un sentido del equilibrio entre sus criaturas que equivale a una justicia. Hoy entr¨® en vigor el tratado de Kioto contra la contaminaci¨®n: no se va a cumplir, y los sabios pronostican grandes males. Son posibles: en Espa?a, dentro de cien a?os, la temperatura se habr¨¢ elevado diez grados. Me lo voy a perder. Con un poco de suerte, me pierdo hasta los Juegos Ol¨ªmpicos, que me desazonan. Creo, sin embargo, que la aparici¨®n de un cierto ensayo de hombre que todav¨ªa no se ha terminado de hacer bien ha conseguido un planeta mucho m¨¢s habitable que el que encontr¨® al llegar. Intervino seriamente en la modificaci¨®n de lo que llamamos leyes de la naturaleza, que no son tales leyes sino un oportunismo. Me temo que una parte inocente de los ecologistas no ven este drama, que ahora se desarrolla ante los ojos de todos mediante los documentales que aparecen continuamente en televisi¨®n: comer o ser comidos.
No hay m¨¢s all¨¢. El hombre ha tra¨ªdo una innovaci¨®n a este sistema: se come todo animal que puede, pero no a los de su propia especie, sino que les arrebata su comida. Estas presas parecen morir de su propia muerte, y no es verdad. Si la vida en Espa?a alcanza los ochenta a?os, en Etiop¨ªa no llega a los cuarenta: nos hemos comido cuarenta a?os de vida de cada et¨ªope en beneficio nuestro. Los c¨¢lculos pueden ser m¨¢s refinados, mejor razonados, pero en el fondo no hay m¨¢s que eso. Cuando EE UU se niega a participar en la cumbre mundial del ambiente, y no firma los acuerdos, es porque est¨¢ seguro de que esos da?os futuros no le afectar¨¢n demasiado: se ir¨¢ adaptando, ir¨¢ inventando.
Puede que afecte m¨¢s a sus pobres, pero cada d¨ªa son m¨¢s in¨²tiles porque va desapareciendo la mano de obra y la cubren los m¨¢s pobres que llegan. Si esa poblaci¨®n se renueva y se releva a edades m¨¢s tempranas, tanto mejor: un obrero inmigrante no es la "unidad de gasto" que ofrece la sociedad blanca. Es m¨¢s eficaz construir armas masivas que mejorar el clima. Que se quemen en sus pa¨ªses, y siempre se podr¨¢ culpar a un dios calvinista que est¨¢ del lado de los blancos: como que lo inventaron ellos a la manera de un mutante en continua evoluci¨®n, que siempre sabe reconocer a los suyos y darles el mejor bocado, el mejor clima, el agua m¨¢s limpia.
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