El republicano amable
La de Irlanda es una historia en la que no falta ning¨²n elemento para una buena tragedia. Hubo dominaci¨®n colonial, un r¨¦gimen de seudo-apartheid sazonado con curas cat¨®licos trabucaires y pastores protestantes integristas, y sobre todo muertos, muchos muertos. Unas 3.000 personas han perdido la vida en 35 a?os de guerra sin cuartel entre unionistas protestantes y cat¨®licos republicanos. El terrorismo de rosario y el de Biblia han abanderado una tremenda tensi¨®n social. Todo ese mundo que parece sacado de alg¨²n tr¨¢gico episodio de Walter Scott todav¨ªa existe. Es m¨¢s, ahora coexiste de forma incruenta gracias al actual proceso de paz que por el lado de los republicanos impulsa y lidera el presidente de Sinn Fein, Gerry Adams. Las razones que avalan la trayectoria de este irland¨¦s cat¨®lico nacido en 1948 en Belfast han sido recogidas a modo de relato autobiogr¨¢fico en Memorias pol¨ªticas. El largo camino hacia la paz en Irlanda, que acaba de publicar Aguilar. Son casi 600 p¨¢ginas puestas en solfa por este barbudo ap¨®stol de la pacificaci¨®n, el rostro amable del republicanismo irland¨¦s; el hombre que siempre ha negado pertenecer al IRA, pero que ha llevado a esta organizaci¨®n a un proceso de paz que parece irreversible.
Gerry Adams, presidente del brazo pol¨ªtico del IRA, pasea por Barcelona su experiencia de pacificador de Irlanda del Norte Guarder¨ªas en Badalona
Adams, con su halo de hombre de di¨¢logo, aterriz¨® ayer unas horas en Barcelona para presentar su libro. Estaba cansado de las continuas preguntas de los periodistas sobre c¨®mo pacificar el Pa¨ªs Vasco o si ve en el abertzale Arnaldo Otegi madera suficiente para que sea su reencarnaci¨®n en Euskadi. "No he venido a predicar ni a dar consejos", respond¨ªa una y otra vez. El l¨ªder de Sinn Fein supo hacer gui?os a esa Catalu?a tripartita que se manifest¨® contra la guerra y que ha apuntado maneras de hacer propias en su proceso estatutario e incluso en su visi¨®n heterodoxa del terrorismo vasco. Una heterodoxia que cuando Adams y el socialdemocr¨¢ta cat¨®lico John Hume pusieron en marcha su iniciativa de paz, expres¨® un aplaudido delegado en el congreso del partido irland¨¦s Fianna Fail: "Todas esas tonter¨ªas de no hablar con terroristas... Entre los jefes de gobierno de la Commonwealth hay m¨¢s terroristas reformados por metro cuadrado que en un congreso de Sinn Fein". Mucha complicidad, pues, sobre ese camino; pero poco que predicar tiene realmente Adams en un pa¨ªs de transversalidad como Catalu?a, donde a principios del siglo pasado un sector del independentismo se inspir¨® en Sinn Fein para poner su nombre en catal¨¢n a una de sus fracciones: Nosaltres Sols. Ahora frente a la cohesi¨®n de la sociedad catalana aparece como un temible fantasma la fractura de Irlanda del Norte: apenas el 4% de la poblaci¨®n escolar cat¨®lica y protestante comparte aulas. El ecumenismo religioso y pol¨ªtico es asignatura no obligatoria y muy minoritaria En Irlanda todo el mundo sigue en sus trincheras. El IRA, con las armas en su poder; los radicales lealistas, tambi¨¦n, y las instituciones, suspendidas. La paz es un fr¨¢gil m¨¢stil que se mantiene en pie gracias a la buena voluntad y, sobre todo, a los fondos que la UE entierra en ese golpeado rinc¨®n de Europa.
En ese marco, Gerry Adams es un redomado optimista que espera que su partido se convierta tambi¨¦n en representaci¨®n de los trabajadores protestantes. "Hasta ahora los pol¨ªticos protestantes s¨®lo se han ocupado de agitar la bandera de la Union Jack, pero en materia social son conservadores", asegura el l¨ªder norirland¨¦s. Ser¨ªa una tarea tit¨¢nica tratar de hacer congeniar nada menos que astillas del mismo palo: trabajadores protestantes y cat¨®licos, los sectores en los que m¨¢s abundan las actitudes radicales, bien republicanas, bien lealistas.
Inasequible al desaliento, Adams asegura inspirarse en el modelo del que fue l¨ªder del Congreso Nacional Africano, Nelson Mandela. Su compromiso pol¨ªtico naci¨® a fuerza de copiar los movimientos estadounidenses por los derechos civiles. Porque en Irlanda, "aunque es cierto que ha habido tiempos sin guerra, raros han sido los periodos de paz. Y nunca hubo justicia". A pesar de sus a?os en prisi¨®n -desde 1973 hasta 1977 estuvo internado en el campo de prisioneros de Long Kesh-, de juicios sin jurado y sin garant¨ªas, de sus evasiones y de su odio cartagin¨¦s a los opresores brit¨¢nicos, Gerry Adams se ha convertido ahora en un ap¨®stol del di¨¢logo. No ha tomado jam¨¢s una cerveza con el unionista Ian Paisley. Pero tampoco lo hizo con el m¨¢s moderado antecesor del reverendo, el protestante David Trimble. "Hay que hablar con todo el mundo, hay que dialogar y ponerse en el lugar del otro", reitera una y otra vez.
De que hay que negociar hasta con el diablo ha dado sobradas muestras el l¨ªder de Sinn Fein. Climbing Mountains era el nombre en clave de uno de los intermediarios que el Gobierno brit¨¢nico design¨® en una ocasi¨®n para negociar con este hombre del que se asegura que lidera el brazo pol¨ªtico del IRA. El nombre -Subir Monta?as- es toda una met¨¢fora del trabajo que a lo largo de los ¨²ltimos a?os han desarrollado Gerry Adams, el rostro amable de los republicanos irlandeses.
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