Catal¨¢n = valenciano

O viceversa. No lo digo yo. Lo pone en evidencia paradigm¨¢tica la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV) en su respuesta al dictamen de la Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua (AVL). Respuesta escrita en un perfecto catal¨¢n. Si el valenciano que defiende la RACV como idioma distinto al catal¨¢n, es el que ha utilizado a la hora de redactar la citada respuesta, me permitir¨¢n los se?ores reales acad¨¦micos que les diga que se han columpiado. La diferencia de idiomas no aparece por ninguna parte. Su escrito desmiente palmariamente lo que en el mismo se pregona. En su l¨¦xico y en su ortograf¨ªa. Incluso en la forma tan correcta con que utiliza los acentos, la identidad diferente de los dos idiomas que la RACV defiende se cae por su propio peso. No es cierto cuando afirman en su escrito "l'exist¨¨ncia d'una llengua valenciana en ortograf¨ªa i gram¨¤tiques pr¨°pies". La manera en que est¨¢ escrita su respuesta lo contradice. Limitarse a escribir "ya", en lugar de "ja", "acort" en vez de "acord", "repetix" por "repeteix", "socialiste" en lugar de "socialista", "en" por "amb", "aixina" en vez de "aix¨ª"... y querer hacer creer que por estas insignificantes diferencias, el valenciano es una lengua distinta del catal¨¢n, con todos los respetos sea dicho, me parece que es una manera de querer confundir a la ciudadan¨ªa. Dir¨¦ m¨¢s. Tengo la convicci¨®n de que el redactor del escrito habr¨¢ tenido que hacer un esfuerzo en reprimirse a la hora de escribir "acort" y no "acord", "ya" y no "ja", "en" y no "amb", "socialiste" y no "socialista". Salvo estos ejemplos, todo el documento respuesta a la AVL est¨¢ escrito en un perfecto catal¨¢n. Y con una acentuaci¨®n correct¨ªsima, cuando en alguna ocasi¨®n, los se?ores de la RAVC, y sus mentores ling¨¹¨ªsticos, trataron de utilizar los acentos -en un momento quisieron suprimirlos todos- para diferenciar el valenciano del catal¨¢n. Cambiar las palabras sustantivas por otras "genuinamente valencianas" era imposible puesto que el valenciano se quedar¨ªa sin l¨¦xico. Y han acabado en el rid¨ªculo. Como lo demuestra el escrito citado.

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