Inmaduros

Desde el mismo coraz¨®n de la gamberrada y a contrapelo de la tendencia de lo pol¨ªticamente correcto, el legendario tr¨ªo brit¨¢nico capitaneado por el guitarrista y cantante Michael Olga Algar volvi¨® a dar una lecci¨®n de rock acelerado, provocador y bromista en el que las versiones de Mozart o Bach con chistes sonoros de humor adolescente del estilo de Ernie tiene una hernia o Yul Brynner. Teloneados por el cuarteto barcelon¨¦s Lilith -una buena banda de rock con chica solista a la que s¨®lo le falta una guitarra m¨¢s-, Toy Dolls logr¨® atraer a un gran n¨²mero de seguidores.

Nada menos que 27 canciones en menos de hora y media constituyeron la descarga de este grupo que mantiene las esencias rebeldes y humor¨ªsticas de un g¨¦nero que, en cuanto uno se lo toma en serio, pierde gas y se convierte en algo tan previsible como cualquier otro g¨¦nero musical para todos los p¨²blicos. Poco importa que Olga tenga ya 43 a?os bien cumpliditos. Su aspecto y actitud de zoquete con gafas de pasta blanca, camisa negra sin mangas y corbata con goma contradice a todos aquellos que opinan que con los a?os llega inevitablemente la madurez. Porque a¨²n existen, aunque no se les vea tanto, inmaduros profesionales y eso les hace irresistiblemente encantadores.