Escuela y religi¨®n

Marta Mata es una eminente pedagoga catalana: una de esas escasas figuras, que en otros tiempos fueron muchas, que est¨¢ rodeada del respeto y casi de la veneraci¨®n de la sociedad que la conoce. Es una persona que dice que la pedagog¨ªa est¨¢ para hacer libres a las personas; que una buena escuela debe tener su vertiente de formaci¨®n pol¨ªtica, "de la responsabilidad pol¨ªtica de cada cual, de la pluralidad de respuestas en pol¨ªtica". Esta vieja maestra (1926) fue nombrada hace un a?o presidente del Consejo Escolar del Estado, y su voto personal ha roto un empate a 13 de sus miembros: ha decidido pedir la rotura del acuerdo con la Santa Sede sobre materia educativa, en raz¨®n de que "ha dejado de cumplirse por ser contrario a los derechos ciudadanos contemplados en la Constituci¨®n".

Se trata, por lo tanto, de renunciar a la educaci¨®n religiosa confesional -no hay otra- en los centros escolares. Ni ser¨ªa valorable en los ex¨¢menes, ni siquiera se podr¨ªa impartir en los centros escolares. Es la primera vez que sucede algo as¨ª en un organismo de car¨¢cter estatal: ser¨ªa la noticia del d¨ªa si tuviera posibilidades de cumplirse, y un paso decisivo en la liberaci¨®n mental del espa?ol. El esc¨¢ndalo de la mitad conservadora del Consejo y sus peticiones de dimisi¨®n de la ilustre dama, sus amenazas de abandonar la sala, ser¨ªa suficiente para valorar lo acordado.

Pero, desgraciadamente, no tiene valor real. El Consejo es consultivo; el Estado real, que es el Gobierno, puede recibir su informe la semana que viene, archivarlo y aqu¨ª no ha pasado nada. Como otros consejos, no es vinculante. Y no parece el Gobierno-Estado en condiciones de cumplirlo ahora. Incluso podr¨ªa ser que alguien, alg¨²n vocal del Consejo, redactase un texto "de compromiso". Despu¨¦s de todo, s¨®lo han pasado treinta a?os de la Iglesia-Estado, si es que han pasado, desde el nacionalcatolicismo.

La posibilidad de que se den pasos adelante sobre esta recomendaci¨®n, como los de que haya una clase de ate¨ªsmo en las escuelas donde se ense?e a los ni?os el da?o que hace el catolicismo y la colusi¨®n de ¨¦ste con los poderes tir¨¢nicos est¨¢, naturalmente, m¨¢s lejos. Ni siquiera en el pasado m¨¢s libre se alcanz¨® esa perfecci¨®n. Pero la adopci¨®n por este importante Consejo de una decisi¨®n de negar los acuerdos con el Vaticano por inconstitucionales se?alan una primera noticia en un asunto tan largo y tan fastidioso.