El guardi¨¢n del monasterio
Un segoviano reconstruye en California parte de un convento alcarre?o por el que Randolph Hearst pag¨® 3.130 pesetas
Salvar, con el oc¨¦ano por medio, un monasterio medieval de la Alcarria cuyas piedras quedaron desperdigadas por California no es una tarea imposible. Jos¨¦ Miguel Merino de C¨¢ceres est¨¢ a punto de culminarla. Arquitecto segoviano de 62 a?os, es profesor de Historia de la Arquitectura, especialista en conjuntos mon¨¢sticos medievales. Sigui¨® a fondo el rastro de cuantos conventos fueron desmontados piedra a piedra y enviados en barco a Estados Unidos en el primer tercio del siglo XX, comprados aqu¨ª a precios irrisorios por multimillonarios encaprichados con la historicidad de sus a?osas piedras. De ellos, Merino sabe m¨¢s que nadie.
El arquitecto espa?ol fue llamado por el fraile trapense Thomas X. Davis en 1995, para que pusiera sus conocimientos al servicio de un sue?o: reconstruir la sala capitular del monasterio cisterciense de ?vila en Vi?a, un pueblo rodeado de vides situado al norte de California. Una comunidad de 28 monjes trata de recuperar all¨ª, a 250 kil¨®metros de San Francisco, el esp¨ªritu y la forma del C¨ªster, la regla mon¨¢stica que expandi¨® por Europa cenobios nuncios del arte g¨®tico.
Para cumplir su cometido -que realiza gratuitamente- el arquitecto Merino de C¨¢ceres ha viajado a California en 11 ocasiones, el mismo n¨²mero de singladuras transoce¨¢nicas que otros tantos barcos realizaron en 1931 para llevar all¨ª -dilapidado sillar a sillar- el monasterio erigido cerca de la localidad de Trillo, en la Alcarria de Guadalajara, por Alfonso VIII de Castilla, en 1181.
Con dos hect¨¢reas de extensi¨®n, iglesia, sacrist¨ªa, claustro, refectorio, celdas y cilla -bodega-, el monasterio fue comprado en 3.130 pesetas del a?o 1928 por el multimillonario y magnate de la prensa Randolph William Hearst. ?ste encarg¨® la compra a su agente Arthur Byne para, tras su env¨ªo, instalar ?vila en una de sus 12 lujosas mansiones, Whyntoon, California, devastada por un incendio. En su haber Hearst ten¨ªa otro monasterio, el segoviano de Sacramenia, hoy reconstruido en Miami. Sus 35.784 piedras hab¨ªan permanecido 30 meses en el Bronx por prescripciones sanitarias aduaneras.
Ahora, Merino de C¨¢ceres ha rehecho la perdida planimetr¨ªa de la sala capitular de ?vila, rectangular, abovedada y columnada. Sus dimensiones son ¨¢ureas -proporcionadas seg¨²n una ecuaci¨®n generatriz de armon¨ªa- y sus m¨®dulos son mensurables en pie castellano, 27,86 cent¨ªmetros. Con el cincel del cantero alem¨¢n ?skar Kempf, el arquitecto ha logrado retallar muchas piedras del sal¨®n capitular cisterciense, 20 a?os tiradas sobre el Golden Gate Park de San Francisco. All¨ª hab¨ªan ido a dar al desde?arlas Hearst tras la Gran Depresi¨®n de 1929. Luego fueron al Museo Young, que las cedi¨® a los trapenses de fray Thomas. Hoy todo est¨¢ a punto para izar, allende el oc¨¦ano, p¨®rticos, columnas y ojivas.
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