La real gana
Realmente, hay que tener tup¨¦ para plantarse ante los ciudadanos y decirles: "Voten ustedes s¨ª o no, pero preferentemente s¨ª, a este texto de 300 p¨¢ginas que ha de regir sus vidas". Un ciudadano consciente querr¨ªa decir que s¨ª a muchas de sus cuestiones, querr¨ªa modificar muchas cosas; dir¨ªa que no a otras, matizadamente; pedir¨ªa explicaciones de algo, se abstendr¨ªa en lo otro. Peor la colusi¨®n PP / Iglesia, que viene a decir: "Hay que votar que s¨ª, pero preferentemente que no, y la abstenci¨®n es m¨¢s valiosa que la papeleta en blanco, que tambi¨¦n tiene un significado". Uno de ellos -creo que Rajoy- va y dice que el Gobierno no le agradece que se haya puesto de su parte. Deb¨ªan salir a las calles equipos de psic¨®logos y psiquiatras para tranquilizar a la gente, como se hace ahora en las grandes cat¨¢strofes. "Haga usted lo que quiera, pero no se comprometa consigo mismo. Piense que es una situaci¨®n artificial, y lo mismo da que haya una constituci¨®n o no, que lo que usted no es capaz ni siquiera de leer, y si lo lee no puede entender, y si lo entiende le obliga a una reflexi¨®n profunda que no puede dilucidar por s¨ª, por no o por cero, es lo mismo que deja perplejos a los otros pa¨ªses, y que no saber, no comprender ni entender el futuro que dicen que le ofrecen es lo que hace a usted un europeo del d¨ªa". Simplemente, le dar¨ªa un tranquilizante y le dir¨ªa que haga lo que le d¨¦ la gana, que es lo m¨¢s racional: la locura racional de no prestarse a estos juegos. O la sentimental de decirse que usted prefiere que siga adelante Zapatero, como yo me digo que lo que prefiero es que no vuelva Aznar y sus odaliscos Zaplana y Acebes.
Si finalmente se piensa as¨ª, y se elige por que s¨ª, es cuando se puede ser profundamente espa?ol de la gran constituci¨®n espa?ola, art¨ªculo ¨²nico: "Porque me da la gana". La real gana, se suele apuntalar, no por un sentido de realidad, que es inaprensible, sino de la realeza: el rey hace lo que le da la real gana, seg¨²n un concepto anticuado. No, no es imposible que la Constituci¨®n o mamotreto que se vot¨® ayer pueda ser discutido punto por punto por los ciudadanos: por eso muchos pa¨ªses prohibieron el sistema referendario y fortalecieron el parlamentario: en unas cortes constituyentes se debati¨® la Constituci¨®n espa?ola de 1931. Por cierto, todav¨ªa deb¨ªa ser legal: s¨®lo una sublevaci¨®n seguida de cr¨ªmenes nos la arrebat¨®. Y ese r¨¦gimen no fue legal nunca.
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