Viraje en Portugal
Por primera vez en una d¨¦cada los portugueses han dado mayor¨ªa absoluta a un partido para que saque al pa¨ªs del atolladero. El mandato de las urnas este domingo al l¨ªder socialista Jos¨¦ S¨®crates, con una participaci¨®n mayor que la prevista, es incontestable. El partido socialista, conforme al sistema proporcional vigente en Portugal, dispondr¨¢ de 120 de los 230 esca?os del Parlamento, cuatro por encima de los necesarios para gobernar en solitario los pr¨®ximos cuatro a?os, sin hipotecas ni necesidad de ayuda de otras formaciones pol¨ªticas.
S¨®crates, que ha barrido a la coalici¨®n de centro-derecha encabezada por el primer ministro Pedro Santana Lopes -heredero por ocho meses del dimitido Dur?o Barroso-, tiene un encargo acompa?ado de los medios necesarios para llevarlo a cabo. Su Gobierno tendr¨¢ pocas excusas para no poner en pr¨¢ctica promesas electorales b¨¢sicas, como impulsar hasta el 3% el magro crecimiento portugu¨¦s -ahora en torno al 1%-, reducir el gasto p¨²blico o crear puestos de trabajo en un pa¨ªs acostumbrado durante a?os a una tasa muy baja de desempleo y que ahora, acabado el modelo de bajos salarios y mano de obra sin cualificar, supera el 7%.
La tarea de S¨®crates va a ser muy dif¨ªcil. La campa?a de estos comicios anticipados ha sido tan pr¨®diga en compromisos como nebulosa sobre c¨®mo ponerlos en pr¨¢ctica. El l¨ªder socialista ha cifrado b¨¢sicamente la receta para sacar a Portugal de su marasmo en un denominado choque tecnol¨®gico, una de cuyas herramientas ser¨ªa doblar la inversi¨®n estatal en investigaci¨®n y desarrollo, en la l¨ªnea de lo que se pretende en Espa?a. Pero, adem¨¢s de una profunda crisis econ¨®mica, el pa¨ªs vecino padece otra de desconfianza ciudadana en el funcionamiento de las instituciones. Empezando por la desmesurada e ineficiente Administraci¨®n del Estado, de la que el primer ministro electo se ha comprometido a eliminar 75.000 empleos en cuatro a?os.
El ganador debe trazar un nuevo camino despu¨¦s de tres a?os de fallido Gobierno de centro-derecha que hasta mediados del a?o pasado presidi¨® Dur?o Barroso. La derecha portuguesa, que ha sufrido su peor derrota en unas legislativas, inicia ahora su particular traves¨ªa del desierto, en la que presumiblemente el ex alcalde de Lisboa ser¨¢ descabalgado. En menos de 24 horas se ha hecho casi general el clamor exigiendo la renuncia de Santana Lopes.
Los socialistas gobernaron Portugal entre 1995 y 2002, casi siempre de forma mucho m¨¢s precaria que la que ahora se anuncia. La magnitud de la confianza obtenida el domingo en las urnas pone muy alto el list¨®n de la responsabilidad y exige al PS portugu¨¦s un programa de acci¨®n claro con objetivos concretos, se trate de enderezar el d¨¦ficit p¨²blico, de combatir el desempleo o de sanear las instituciones. Cuando se constituya el mes pr¨®ximo, el Gobierno de Jos¨¦ S¨®crates ser¨¢ el cuarto en Portugal en tres a?os. El pa¨ªs vecino necesita tambi¨¦n, imperiosamente, estabilidad pol¨ªtica para afrontar su futuro.
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