La colecci¨®n de arte egipcio del Eton College llega al Conde Duque
Qui¨¦n osar¨ªa a decir en el exclusivo Colegio de Eton, vivero de muchos almirantes y generales brit¨¢nicos, que uno de sus m¨¢s se?eros tesoros iba un buen d¨ªa a ser exhibido en un antiguo cuartel de Tercios espa?oles, de los que guerrearon con aqu¨¦llos por disputados oc¨¦anos y territorios. Pues s¨ª. Desde ayer es un hecho. El Cuartel del Conde Duque, buque insignia de la Concejal¨ªa de Las Artes, expone con acceso libre hasta el 22 de mayo y en su Sala de B¨®vedas la muestra Azules, egipcios, peque?os tesoros del Arte, la colecci¨®n de objetos de fayenza recolectada por el ex alumno de Eton y mayor del Ej¨¦rcito colonial brit¨¢nico, William Myers, durante su estad¨ªa en Egipto entre 1883 y 1894.
Aconsejado entonces por el mejor comprador de arqueolog¨ªa egipcia, ?mile Brugsch -a quien se supon¨ªa hijo del K¨¢iser Guillermo I- Myers cosech¨® all¨ª, pieza a pieza, hasta 3.000 objetos de arte. Y lo hizo con tan riguroso criterio que transform¨® su selecta cantidad en la deslumbrante cualidad de una de las mejores colecciones privadas del mundo en cuanto a arte decorativo egipcio se refiere. Dos largos centenares de las mejores piezas cabe contemplar en esta muestra, cuyo cat¨¢logo ha sido prologado por el egipt¨®logo Nicholas Reeves.
Tras gozar de su minuciosa cosecha, el mayor brit¨¢nico decidi¨® legarla al college de Eton, donde estudiara sus mejores letras entre 1874 y 1879, antes de ingresar en la Academia Militar de Sandhurst, desde donde pasar¨ªa a Sur¨¢frica y luego a Egipto, como oficial del Real Cuerpo de Fusileros.
Dioses y vida cotidiana
Aquella muestra de lealtad colegial del militar brit¨¢nico encuentra en Madrid singular realce, en un escenario dispuesto de tal manera que permite al visitante evocar el ¨¢mbito de secrec¨ªa y de enigma que envuelve todo cuanto a la civilizaci¨®n egipcia concierne. En tres salas jalonadas por columnadas vitrinas, dos de los principales estudiosos de la Egiptolog¨ªa en Espa?a, Teresa Bedman y Francisco Mart¨ªn Valent¨ªn, comisarios de la muestra, han decidido desplegar la deslumbrante colecci¨®n en cuatro secciones relativas a la divinidad, la realeza, la vida cotidiana y la muerte, la tan homenajeada y partera amiga de la civilizaci¨®n del Nilo.
"Son objetos que, pese a su reducido tama?o, pueden considerarse en verdad colosales", afirma Mart¨ªn Valent¨ªn con entusiasmo. Frente a ¨¦l se exhiben c¨¢lices, figurillas funerarias -ushtabi-, sellos regios con forma de escarabajos, babuinos, sonajas, tubos para ung¨¹entos, diosas aladas, incluso un fragmento de un collar de Tuthankamon... El lenguaje que conecta casi todos los objetos es el azul, tchehenet, que signa la fayenza, material precioso cristalizado con ¨®xidos de cobre a temperaturas a¨²n hoy consideradas prodigiosas.
Todo invita a reflexionar sobre la distancia invisible que nos separa -y nos atrae- hacia el silencioso torbellino que a¨²n mora en las criptas arenadas por el desierto infinito.
Azules egipcios. Martes a s¨¢bados, de 10.00 a 21.00. Domingos y festivos, de 11.00 a 14.30. Lunes, cerrado. Calle del Conde Duque, 9 y 11.
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