"El islam cre¨® un Estado, un nuevo modelo social y un imperio"

Gema Mart¨ªn Mu?oz es profesora de Sociolog¨ªa del Mundo ?rabe de la Universidad Aut¨®noma de Madrid (UAM) y colabora con frecuencia en EL PA?S comentando la actualidad de Oriente Pr¨®ximo.

Pregunta. ?Cu¨¢l fue el mensaje del islam?

Respuesta. Es un mensaje global e innovador porque vino a construir no s¨®lo una nueva religi¨®n, sino tambi¨¦n una nueva sociedad, que no exist¨ªa antes, y que se bas¨® en potenciar la sedentarizaci¨®n, la sociedad urbana y la expansi¨®n de un modelo econ¨®mico m¨¢s moderno, apoyado en el comercio. Vino a luchar contra la tribu y las estructuras arcaicas, y fue aplicando este concepto en los lugares por los que se fue extendiendo.

P. Apareci¨® en un mundo muy concreto.

"Existen autoridades religiosas que funcionan como gu¨ªas y con gran capacidad de influencia, pero no hay una voz ¨²nica, un Papa"

"La presencia de lo ¨¢rabe en la literatura espa?ola es importante, lo cual indica que es un sustrato que forma parte de nuestra cultura"

R. El islam nace en el siglo VII en la pen¨ªnsula ar¨¢biga, una regi¨®n geogr¨¢fica en la que no hab¨ªa experiencia de Estado. No surge en el seno de un Estado plenamente constituido, como es el caso del cristianismo respecto al Imperio Romano. Al contrario, aparece en una estructura de fragmentaci¨®n de tribus que operan en torno a clanes que, a su vez, tienen un control fragmentado del territorio. El islam va a crear un Estado, un nuevo modelo social y un imperio.

P. ?Por qu¨¦ no hay distinci¨®n entre lo religioso y lo secular?

R. Esta apreciaci¨®n no es exacta. El islam crea una primera organizaci¨®n pol¨ªtica y sus seguidores comienzan a organizarse con un modelo jur¨ªdico y leyes que emanan, precisamente, del islam, modelo que no comparte con otra estructura temporal. Es por ello que no niega la separaci¨®n entre lo temporal y lo espiritual, simplemente es un concepto de divisi¨®n que no existi¨® en su trayectoria hist¨®rica. Fue a lo largo del siglo XIX, al conocer la experiencia europea, cuando el concepto de separaci¨®n de lo temporal y lo religioso entr¨® en el mundo musulm¨¢n, y es cuando empieza el debate entre quienes defienden aplicar ese concepto y los que defienden seguir con el modelo isl¨¢mico.

P. ?Qu¨¦ papel tuvo Mahoma?

R. Muhammad, que es su verdadero nombre, es la figura clave del islam. Se trata de una persona bendita que, al ser el elegido por Dios, no puede equivocarse en su labor de gu¨ªa. No s¨®lo aport¨® la revelaci¨®n recogida en el Cor¨¢n, sino que constituye otra fuente sagrada que es la tradici¨®n del propio profeta, la Sunna, es decir, todo lo que ha quedado sobre su comportamiento, opiniones, resoluciones de conflictos y otras cuestiones. Adem¨¢s, el islam reconoci¨® a todos los profetas de la tradici¨®n del monote¨ªsmo.

P. ?Hizo alguna aportaci¨®n adem¨¢s de la religiosa?

R. Trat¨® de corregir la inmensa desprotecci¨®n que ten¨ªan las mujeres en aquella sociedad r¨ªgidamente patriarcal. Tambi¨¦n incidi¨® mucho en la cuesti¨®n de la justicia social y la igualdad entre todos los musulmanes. Esto no quiere decir que no hubiese una reacci¨®n entre los elementos tribales tradicionales para perpetuar su sistema patriarcal y evadir la gran innovaci¨®n social que supon¨ªa el nuevo mensaje. Esto responde a una din¨¢mica de tipo sociol¨®gico.

P. ?Por qu¨¦ no hay una autoridad ¨²nica en el islam, un Papa, para entendernos?

R. En el islam no hay intermediaci¨®n eclesi¨¢stica. Es una relaci¨®n directa entre el creyente y Dios. S¨ª existen autoridades religiosas que funcionan como gu¨ªas y con gran capacidad de influencia, pero no hay una voz ¨²nica. De ah¨ª las m¨²ltiples interpretaciones del islam, desde las literalistas a las conservadoras y a las liberales. La pol¨ªtica y la historia explican por qu¨¦ prevalecen unas sobre otras.

P. ?C¨®mo se produjo la llegada a la pen¨ªnsula Ib¨¦rica?

R. En Al Andalus , la conquista la realiz¨® una jerarqu¨ªa militar ¨¢rabe y un grueso de tropa bereber. A medida que se incorporaban territorios se reclutaban soldados entre la poblaci¨®n aut¨®ctona. La expansi¨®n se bas¨® en dos pilares: las poblaciones experimentaron un profundo proceso de islamizaci¨®n y, paralelamente, se dio otro proceso de arabizaci¨®n; es decir, que la lengua ¨¢rabe desbord¨® sus fronteras iniciales y se extendi¨® por todo el Oriente Medio, el norte de ?frica y lleg¨® a la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. Son dos procesos dominantes: uno, religioso; el otro, cultural ling¨¹¨ªstico. La inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n hispanorromana se islamiz¨® y arabiz¨® de manera profunda, aunque siempre hubo, como en el resto del imperio isl¨¢mico, n¨²cleos cristianos y jud¨ªos, o bereberes, que se islamizan pero no arabizan.

P. ?Es pol¨ªticamente correcto el t¨¦rmino Reconquista?

R. Ese concepto surge, sobre todo, a partir de los Reyes Cat¨®licos. Es un concepto ideol¨®gico y tramposo hablar de reconquista all¨ª donde ha habido una experiencia hist¨®rica de ocho siglos, que forma parte de la historia global de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica.

P. ?Cu¨¢l fue la contribuci¨®n de Al Andalus a la historia?

R. Al Andalus tuvo un periodo de esplendor, sobre todo con el Califato de C¨®rdoba, en la literatura, pensamiento, creaci¨®n de ciudades y altas tecnolog¨ªas de la ¨¦poca. Pero no hay que olvidar que formaba parte de un conjunto que representaba la gran vanguardia y el desarrollo del mundo entonces conocido. Bagdad, Damasco, El Cairo fatim¨ª, y luego Estambul o Marraquech, tambi¨¦n vivieron un gran esplendor. Al Andalus no es una excepci¨®n con respecto al resto del periodo cl¨¢sico del islam.

P. ?Es el islam irreconciliable con el mundo occidental?

R. En t¨¦rminos religiosos representan universos distintos del monote¨ªsmo, pero no hay conflicto, piensan en el mismo Dios. El conflicto procede de la utilizaci¨®n de ideas religiosas en causas claramente pol¨ªticas, para rivalidades de la lucha en la hegemon¨ªa por el poder.

P. ?Qu¨¦ sentido tiene el que Cervantes atribuyera el Quijote a un "ar¨¢bigo manchego" llamado Cide Hamete Benengeli?

R. La presencia de lo ¨¢rabe en la llamada literatura espa?ola, que no integra la andalus¨ª escrita en ¨¢rabe, es importante, tanto en t¨¦rminos positivos como despreciativos, lo cual indica que es un sustrato que forma parte de nuestra cultura.