Zapatero busca el equilibrio con Venezuela y Colombia antes de visitar ambos pa¨ªses

El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, trata de desarrollar una relaci¨®n equilibrada con Venezuela y Colombia como requisito previo para visitar a los l¨ªderes de esos pa¨ªses, quiz¨¢ el mes pr¨®ximo. El deseado equilibrio viene exigido por la crisis entre Bogot¨¢ y Caracas, cerrada precariamente, as¨ª como por las negociaciones realizadas personalmente por el ministro de Defensa, Jos¨¦ Bono, para vender armamento al Gobierno venezolano. Aunque Bono haya dado esta negociaci¨®n por cerrada, el hecho es que no tiene la luz verde del Ejecutivo.

Fuentes de la Presidencia del Gobierno han confirmado este extremo, con la precisi¨®n a?adida de que el viaje de Zapatero a Venezuela s¨®lo se realizar¨¢ si fuera, al menos, compatible con una escala sucesiva o precedente en Colombia, posibilidad que a¨²n est¨¢ pendiente de ser concretada. Se ha barajado, no obstante, una hip¨®tesis m¨¢s sugestiva: la celebraci¨®n de una nueva cumbre entre el presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez, y el colombiano, ?lvaro Uribe, para consolidar la relaci¨®n que los dos l¨ªderes acordaron el pasado d¨ªa 15. Zapatero asistir¨ªa con gusto a esa reuni¨®n, si llegara a realizarse.

"S¨®lo si el equilibrio en nuestras relaciones con los dos pa¨ªses queda suficientemente establecido, se producir¨¢ el viaje del presidente y la firma de los acuerdos de Defensa con Venezuela", insisten fuentes gubernamentales.

El Ministerio de Asuntos Exteriores formul¨® desde un principio objeciones pol¨ªticas a que esta operaci¨®n se llevara a cabo tal y como estuvo planteada, porque irritaba al presidente colombiano, ?lvaro Uribe, y reflejaba una pol¨ªtica exterior capaz de supeditar los objetivos de paz y di¨¢logo con todos los pa¨ªses a los intereses industriales, aunque en este caso sean tan leg¨ªtimos como los de los astilleros ?zar.

Las diferencias entre Exteriores y Defensa alcanzaron un m¨¢ximo cuando La Moncloa dio pr¨¢cticamente por hecho que el presidente del Gobierno concluir¨ªa su primera gira latinoamericana, el pasado 27 de enero, con una escala en Caracas, donde firmar¨ªa los acuerdos de armamento con Ch¨¢vez, un l¨ªder siempre en el punto de mira de la Administraci¨®n norteamericana. Zapatero desisti¨® de este prop¨®sito tras hablar por tel¨¦fono con Uribe, estrecho aliado de Washington, y comprobar la gravedad de la crisis en ciernes.

El ministro de Defensa, Jos¨¦ Bono, que hab¨ªa negociado los acuerdos en Caracas, donde est¨¢ de embajador Ra¨²l Morodo, un pol¨ªtico con el que comparti¨® militancia en el PSP y que sigue siendo de su total confianza, viaj¨® a la capital venezolana el 25 de enero para asegurar que la visita de Zapatero no se suspend¨ªa sino que se aplazaba. Fuentes de su ministerio difundieron que el presidente ir¨ªa a primeros de marzo a Venezuela.

Las gestiones del viaje pasaron, sin embargo, al departamento de Miguel ?ngel Moratinos, cuyo secretario de Estado de Exteriores, Bernardino Le¨®n, se desplaz¨® hace pocas semanas a Caracas, adonde regres¨® ayer para ultimar toda la operaci¨®n.

Acuerdo cerrado

Bono ha insistido en considerar su acuerdo cerrado. El pasado d¨ªa 21 compareci¨® en el Congreso para defender que negoci¨® por encargo de Zapatero y que sus gestiones garantizan trabajo a 600 personas durante tres a?os en ?zar y 300 empleos m¨¢s durante tres a?os en EADS-CASA. "?Qu¨¦ opinar¨ªan los trabajadores y los sindicatos de esas empresas si el Gobierno no les apoyara para exportar los productos que fabrican?", se pregunt¨® Bono.

Las conversaciones actuales se refieren a cuatro corbetas, sobre las que los portavoces del Gobierno no tienen la seguridad de que vayan a estar artilladas, y a seis aviones militares de transporte C-295.

Espa?a ha vendido material similar a Colombia, que tambi¨¦n vio frenadas con Zapatero las promesas de adquirir carros de combate espa?oles de segunda mano que le hizo en su d¨ªa Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. El Gobierno no encuentra inconveniente en vender los mismos elementos a Venezuela, siempre que se superen las desconfianzas suscitadas entre estos dos pa¨ªses por las actividades de guerrilleros colombianos al otro lado de la frontera venezolana.

El Ejecutivo pretende que esta operaci¨®n comercial quede enmarcada en el contexto m¨¢s amplio de una relaci¨®n triangular con Colombia y Venezuela vertebrada a trav¨¦s de sendos acuerdos de cooperaci¨®n judicial y policial para la lucha antiterrorista.