La llegada de los b¨¢rbaros
Las Naciones Unidas dicen que en 2050 seremos nueve mil millones (ahora, seis mil quinientos millones). Yo estar¨¦ un poco deteriorado, con mis 126 a?os, pero ser¨¢ mejor ¨¦poca para hacer columnitas. En este mundo de ricos, la vida tiende a prolongarse, mientras en los pobres tiende a acortarse, pero sus ciudadanos se multiplican. Recuerdo a Marx: llamaba "delincuente" a Malthus porque propon¨ªa tomar medidas para cortar la natalidad de los pobres -se refer¨ªa muy concretamente a Irlanda-, y Marx cre¨ªa que el aumento de los pobres era su arma real revolucionaria. Se est¨¢ comprobando ya: las emigraciones masivas son una revoluci¨®n sin sangre, pero implacable, y las guerras sobre el Tercer Mundo -por usar la vieja nomenclatura- tienden a contener a los hambrientos.
Ah, pero se mantienen m¨¢s j¨®venes. La vida media del espa?ol (hombre y mujer) se aproxima a los ochenta y la del africano se queda en la mitad: cuarenta. Ese Tercer Mundo se llama ahora "pa¨ªses que no est¨¢n en condiciones de suministrar una alimentaci¨®n y un albergue suficiente a sus poblaciones". Los demagogos insistimos en decir "pa¨ªses pobres", y es que a veces basta con tener un lenguaje claro y rehuir los eufemismos y la correcci¨®n pol¨ªtica para que le llamen a uno demagogo (?si no fuera m¨¢s que eso!). Puede no ser as¨ª. Los c¨¢lculos de los dem¨®grafos est¨¢n hechos con c¨¢lculos de informaciones y tendencias solamente en este aspecto de muerte y procreaci¨®n, de sanidad y alimentaci¨®n, pero no sabemos c¨®mo puede intervenir la propia ecolog¨ªa humana. No hay que olvidar que el hombre evoluciona y se desarrolla fuera de su propio cuerpo, y que bombas, misiles y ¨¢tomos son ¨¦l mismo y su futuro.
El esfuerzo al que damos el nombre de Bush intenta ahora detener urgentemente las producciones de armas at¨®micas, como fue la disculpa para lo de Irak y Afganist¨¢n, pero sus advertencias a Rusia como hizo ayer con Putin en Bratislava, y la del d¨ªa antes a los europeos de que mantengan el bloqueo de armas a China, hacen ver cu¨¢l es su direcci¨®n. Pero, insisto, lo imprevisible consiste precisamente en que no se sabe. El siglo XX fue totalmente imprevisible con sus dos guerras y sus descolonizaciones, que no fueron resolutivas. Los b¨¢rbaros, a veces, son imparables. Roma no sucumbi¨® a ellos, pero se hundi¨® con la penetraci¨®n del pacifismo cristiano. Y le corrompi¨® a ¨¦l simult¨¢neamente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.