Israel¨ªes y palestinos mantienen la tregua
El ministro de Defensa de Israel y responsables de la ANP acusan a Siria del atentado suicida de Tel Aviv
El atentado suicida perpetrado el viernes por la noche contra una discoteca de Tel Aviv, en la que se registraron cuatro muertos y 50 heridos, pone a prueba la declaraci¨®n de tregua que de manera solemne suscribieron el primer ministro israel¨ª, Ariel Sharon, y el presidente palestino, Mahmud Abbas, hace m¨¢s de dos semanas en la cumbre de Sharm El Sheij (Egipto). A pesar de la incertidumbre provocada por el ataque, israel¨ªes y palestinos coindicen en dos puntos: primero y m¨¢s importante, en mantener la tregua y en segundo lugar en minimizar la supuesta autor¨ªa de Yihad Isl¨¢mica, se?alando con el dedo la responsabilidad ¨²ltima del r¨¦gimen de Damasco.
El ataque suicida fue perpetrado por un joven estudiante de 22 a?os, Abdal¨¢ Badrane, originario de la aldea de Deir Al Ghousson cercana a Tulkarem, que haci¨¦ndose pasar por israel¨ª se hab¨ªa confundido entre los j¨®venes, que esperaban a la puerta del local ser cacheados por guardas de seguridad. Antes de que le llegara su turno, el muchacho accion¨® el dispositivo que hizo estallar la carga de 30 kilos, provocando la matanza. El ataque suicida se produjo a media noche, en uno de los lugares m¨¢s concurridos de la vida nocturna de Tel Aviv, muy cerca de las discotecas Delfinario y Mikes Place donde en los ¨²ltimos a?os se registraron sendos ataques terroristas, que se cobraron en total 20 muertos y m¨¢s de 200 heridos.
La agresi¨®n fue reivindicada oficialmente por Yihad Isl¨¢mica, una formaci¨®n fundamentalista muy disciplinada, cuya base central se encuentra en Damasco, protegida por el r¨¦gimen del presidente Bachar el Assad. La autor¨ªa fue asumida al menos con dos mensajes. En primer lugar a trav¨¦s de un v¨ªdeo remitido a algunas agencias extranjeras en las que se ve al suicida, llevando en sus manos un fusil de asalto M-16, y en el que ¨¦ste acusa a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de "colaborar" contra Israel y EE UU.
Final de la tregua
El terrorista anuncia adem¨¢s a la ANP un final similar al del general Antoine Lahad, en alusi¨®n al Ej¨¦rcito Liban¨¦s del Sur, creado por los israel¨ªes, que se tuvo que acabar refugiando en Israel tras la salida de L¨ªbano en mayo de 2000. Yihad reivindic¨® asimismo el atentado con un segundo mensaje emitido por uno de sus dirigentes desde Damasco, quien asegur¨® que el periodo de tregua provisional se daba por acabado.
La reivindicaci¨®n de Yihad Isl¨¢mica, aunque ha sido desmentida por los dirigentes de esta organizaci¨®n desde Gaza, no ha sorprendido, por cuanto se hab¨ªa negado a firmar la tregua declarada el 8 de febrero por Sharon y Abbas. Los portavoces de la Yihad, as¨ª como los de las Brigadas de Al Aqsa, vinculadas a Al Fatah, y los de Ham¨¢s hab¨ªan reclamado importantes contrapartidas a los israel¨ªes a cambio de la tregua, entre las que se encontraban la liberaci¨®n de todos los prisioneros y el levantamiento del estado de sitio que las tropas israel¨ªes mantienen en las ciudades de Cisjordania.
Los dirigentes de Yihad Isl¨¢mica y de las otras dos organizaciones, a pesar de esta negativa, hab¨ªan aceptado respetar un cese de hostilidades informal para no torpedear los esfuerzos que el presidente palestino lleva a cabo con Sharon para reanudar las negociaciones y al mismo tiempo conseguir sus exigencias. La ambig¨¹edad de las organizaciones radicales iba a ser replanteada en una cumbre prevista para el 5 de marzo en El Cairo, en el transcurso de la cual se ten¨ªa que adoptar una decisi¨®n definitiva.
Las autoridades israel¨ªes y palestinas coincid¨ªan sin embargo ayer en minimizar la responsabilidad concreta de Yihad y trataban de descubrir a los instigadores y responsables ¨²ltimos del ataque. Todas las miradas y acusaciones parec¨ªan coincidir en el r¨¦gimen de Damasco, que desde hace a?os da cobijo a los dirigentes m¨¢s radicales palestinos, empezando por los de Ham¨¢s, pero tambi¨¦n los de Yihad Isl¨¢mica. Las miradas acusatorias no hac¨ªan otra cosa que recordar la vigencia de la resoluci¨®n 1.559 de Naciones Unidas, que reclama desde hace medio a?o al Gobierno sirio dejar de apoyar a los grupos radicales.
"Hay una tercera parte que quiere sabotear y destruir el proceso de paz. Estamos dispuestos a llevarlos ante la Justicia, para que sean castigados: son en definitiva saboteadores y no permitiremos a nadie que trate de sabotear. No acusamos a nadie. Pero nuestros servicios de seguridad est¨¢n investigando esta desconocida tercera parte", asegur¨® ayer el presidente Mahmud Abbas, sin atreverse a se?alar directamente con el dedo, pero insinuando la responsabilidad de un pa¨ªs extranjero. El Gobierno israel¨ª se mostr¨® m¨¢s tajante y el ministro de Defensa, Shaul Mofaz, acus¨® a Damasco. "Israel ve a Siria y a Yihad Isl¨¢mica como aquellos que est¨¢n detr¨¢s del ataque criminal", se?al¨® anoche un comunicado del ministro. Estas acusaciones vertidas contra Siria coinciden con las efectuadas por la oposici¨®n libanesa que acusa al r¨¦gimen sirio de estar detr¨¢s del asesinato del ex primer ministro, Rafik Hariri.
Los responsables de la seguridad israel¨ª y palestina, en una actitud sin precedentes, han empezado a actuar de manera conjunta para tratar de descubrir a los instigadores del atentado. Como consecuencia de esta operaci¨®n un total de ocho ciudadanos palestinos eran detenidos en diversos puntos de Cisjordania.
"Esta vez no ha sido lo mismo"
La discoteca Stage es la tercera y ¨²ltima herida que los terroristas han abierto en el coraz¨®n de la movida de Tel Aviv. Las huellas del ataque eran ayer por la tarde visibles en la esquina de Hebert Samuel con Hanani, muy cerca del paseo mar¨ªtimo. En el suelo, esparcidos entre los escombros y desechos, a¨²n quedaban rastros de sangre.
"Al principio fue como una inmensa bola de fuego roja. Luego se convirti¨® en negra, para acabar con un estruendo ensordecedor. Entre una nube de humo vi al otro lado de la calzada el cuerpo de una mujer que yac¨ªa ensangrentado, un poco m¨¢s all¨¢ dos parejas de j¨®venes con heridas en la cara y en las piernas. La calzada y la acera estaban llenas de cuerpos", explica Yaki Tsaton, 45 a?os, propietario de la cafeter¨ªa vecina.
El impacto de la bomba del suicida fue tan poderoso que logr¨® cruzar la calle, irrumpir como un vendaval en los establecimientos y apartamentos cercanos y llevarse por delante puertas, ventanas y mobiliario. La explosi¨®n, sin embargo, hizo algo m¨¢s, reaviv¨® el recuerdo de otros dos sangrientos atentados perpetrados en la misma zona. El primero, efectuado por Ham¨¢s el 1 de junio del 2001 contra la discoteca Delfinario, se sald¨® con 17 muertos, y el segundo, obra de un comando islamista venido de Gran Breta?a, se ensa?¨® con la cafeter¨ªa Mikes Place con un balance de tres muertos y 30 heridos.
"Sin embargo, esta vez no ha sido lo mismo. Hay entre todos nosotros un sentimiento de perplejidad y de incredulidad. Es una situaci¨®n extra?a que nos lleva a preguntarnos ?por qu¨¦ ahora, por qu¨¦ precisamente en este momento, cuando todo el mundo, israel¨ªes y palestinos parecen tan comprometidos en alcanzar la paz?", se preguntaba en medio de la calle un vecino, David Prunier, 37 a?os, conserje del hotel Intercontinental David.
El lugar se convirti¨® ayer en centro de peregrinaje de millares de israel¨ªes, que, aprovechando la fiesta religiosa del sabath y el buen tiempo, decidieron acercarse hasta la playa, pero antes pasar por el lugar del atentado. Hac¨ªa m¨¢s de cuatro meses que en la ciudad no se hab¨ªa registrado ning¨²n ataque suicida. Muy pocos se acordaban de que la ¨²ltima embestida del terrorismo suicida se hab¨ªa producido el 1 de noviembre, en una cafeter¨ªa, provocando tres muertos.
Quiz¨¢ en esa misma fecha fue cuando una mano an¨®nima dej¨® escrito, sobre uno de los muros de la discoteca Stage, un lamento premonitorio: "Dad a la paz una oportunidad".
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