Entra en vigor el 'protocolo de Kioto' del tabaco
Los firmantes tienen tres a?os para endurecer el etiquetado y cinco para restringir la publicidad
La droga que m¨¢s muertes causa en el mundo, el tabaco, es legal. Pero eso no quiere decir que su producci¨®n, consumo y venta no se puedan regular para que cause el menor n¨²mero de bajas posible, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Por eso esta organizaci¨®n ha puesto en marcha un convenio mundial de lucha contra el tabaco, que entra en vigor hoy. Ninguna otra amenaza mundial ha merecido una respuesta tan potente y coordinada del organismo de la ONU encargado de velar por el estado de salud del mundo.
El acuerdo sigue el modelo del Protocolo de Kioto. Una conferencia de las partes (los pa¨ªses) acuerda una serie de medidas, y luego los Gobiernos tienen dos pasos que dar: firmarlo, en lo que es una muestra de intenciones, y ratificarlo, que es cuando se asumen ya compromisos concretos.
El plan antitabaco del Gobierno recoge casi todo el articulado del convenio de la OMS
57 pa¨ªses, que representan a 2.300 millones de personas, ya han firmado el acuerdo
El tabaco, con cinco millones de defunciones, es la segunda causa de muerte en el mundo
Hasta la fecha 57 pa¨ªses en los que viven 2.300 millones de personas se han comprometido a hacer todo lo posible para reducir el consumo de tabaco. Otros 111 pa¨ªses lo han firmado, pero falta que sus parlamentos lo ratifiquen, entre ellos Estados Unidos, China y Brasil. Todav¨ªa no lo han firmado ni Rusia ni Indonesia, entre los pa¨ªses mayores del planeta (la lista puede verse en http://www.who.int/tobacco/framework/countrylist/en/
Espa?a no estuvo en el primer grupo de los que ratificaron el acuerdo: el Senado lo aprob¨® el 7 de diciembre de 2004, pero la comunicaci¨®n oficial no lleg¨® a la OMS hasta el 11 de enero de este a?o. Ello significa que tiene tres meses a partir de esa fecha para empezar a trabajar. Pero fuentes del Ministerio de Sanidad no dudan de que se recuperar¨¢ el tiempo perdido. El viernes pasado el Consejo de Ministros decidi¨® enviar al Consejo de Estado el proyecto de ley de control del tabaco. La mayor¨ªa de los art¨ªculos de la OMS est¨¢n ya en vigor en Espa?a o lo estar¨¢n a primeros del a?os que viene.
La necesidad de la iniciativa es clara: el tabaco es la segunda causa de muertes en el mundo, con cinco millones de v¨ªctimas al a?o (55.000 en Espa?a). Si la tendencia no se invierte, en 2020 matar¨¢ prematuramente a 10 millones de personas. Actualmente, 1.300 millones de personas consumen productos elaborados con tabaco. De ellas la mitad fallecer¨¢ por culpa de su adicci¨®n.
El convenio est¨¢ "basado en pruebas cient¨ªficas", y "reafirma el derecho de todas las personas a gozar del grado m¨¢ximo de salud que se pueda lograr". Con su entrada en vigor los pa¨ªses que lo han suscrito se comprometen a trasladar a sus legislaciones sus contenidos. El texto da un plazo de tres a?os para adoptar las medidas referentes al empaquetado y la inclusi¨®n de avisos sobre el peligro del tabaco en las cajetillas (algo que Espa?a ya ha hecho). En cinco a?os se regular¨¢ -o prohibir¨¢, si la legislaci¨®n del pa¨ªs lo permite- la publicidad, promoci¨®n y patrocinio. Adem¨¢s, "alienta a las partes a ir m¨¢s all¨¢" de lo acordado.
El texto consta de 38 art¨ªculos. Se centra en reducir la demanda, sobre todo entre los m¨¢s j¨®venes (la edad media de inicio en el tabaquismo est¨¢ por debajo de los 13 a?os); la protecci¨®n de los no fumadores, y la regulaci¨®n de empaquetado, publicidad y contenido del tabaco.
"Muchos pa¨ªses ya han puesto alguna de estas medidas en marcha", dijo Vera Luiza da Costa, directora de la Iniciativa por un mundo libre de tabaco de la OMS.
Como primera medida se promueven actuaciones "relacionadas con los precios e impuestos", porque son "un medio eficaz e importante para que diversos sectores de la poblaci¨®n, en particular los j¨®venes, reduzcan su consumo de tabaco". Un estudio del Banco Mundial calcula que cada 10% que sube el precio del tabaco supone un 4% menos de fumadores. Esta medida no est¨¢ en el plan de Sanidad, "porque corresponde a hacienda", seg¨²n ha dicho la ministra, Elena Salgado. Adem¨¢s, la OMS propone "prohibir o restringir" las ventas libres de impuestos.
El convenio hace ¨¦nfasis en proteger a los no fumadores. Cada pa¨ªs, en la medida de sus posibilidades, reducir¨¢ su exposici¨®n en "lugares de trabajo interiores, medios de transporte p¨²blico, lugares p¨²blicos cerrados y otros lugares p¨²blicos". El proyecto espa?ol va en esta l¨ªnea, menos para los trabajadores de hosteler¨ªa, que tendr¨¢n que respirar el humo de sus clientes.
Tambi¨¦n incluye medidas para ayudar a los pa¨ªses en desarrollo para que sustituyan el cultivo, elaboraci¨®n y venta de labores relacionadas con el tabaco por otras actividades viables.
El texto parte de un an¨¢lisis de la situaci¨®n en el mundo: los pa¨ªses firmantes est¨¢n "seriamente preocupados por el aumento del consumo de cigarrillos", "Y por la carga que ello impone en las familias, los pobres y los sistemas de salud".
Adem¨¢s, reconoce que los cigarrillos y otros productos que contienen tabaco "est¨¢n dise?ados" para "crear y mantener la dependencia, que muchos de los compuestos que contienen y el humo que producen son farmacol¨®gicamente activos, t¨®xicos, mut¨¢genos y cancer¨ªgenos". Por eso se pedir¨¢ a los fabricantes e importadores que informen sobre su contenido y el de sus emisiones. Se incluye la posibilidad de solicitar compensaciones por los da?os producidos a los fabricantes o los gobiernos.
Sobre el etiquetado, se fija la obligatoriedad de incluir advertencias que ocupen al menos un 50% de la superficie de la cajetilla m¨¢s visible, y se proh¨ªben las denominaciones light, ligeros, ultra ligeros o suaves, igual que la legislaci¨®n espa?ola.
Tambi¨¦n coincide con el Gobierno espa?ol y la UE en que prohibir la publicidad, promoci¨®n y patrocinio reducir¨¢ el consumo. Como las legislaciones de todos los pa¨ªses no permiten ser tan dr¨¢sticos, recomienda que al menos la publicidad no pueda "crear una impresi¨®n err¨®nea" con respecto a los efectos del tabaco para la salud; que vaya acompa?ada de advertencias sanitarias y que los gastos en estas pr¨¢cticas sean transparentes y se informe de ello a las autoridades.
Los fumadores podr¨¢n disponer de "programas de diagn¨®stico, asesoramiento, prevenci¨®n y tratamiento de la dependencia", y se facilitar¨¢ el acceso a los tratamientos, "incluidos los farmacol¨®gicos" (la ley espa?ola no lo incluye).
La legislaci¨®n sobre la venta a menores propuesta es igual que la que ha elaborado Sanidad: prohibici¨®n de vender y comprar, de acceder a m¨¢quinas dispensadoras y obligaci¨®n de comercializar s¨®lo paquetes enteros. Tampoco se podr¨¢n fabricar productos (golosinas, juguetes) que tengan formas parecidas y puedan resultar "atractivos" para los menores.
Aparte de las medidas que se pueden tomar dentro de un pa¨ªs, la fuerza del convenio est¨¢ en que establece los mecanismos de cooperaci¨®n necesarios para evitar la propagaci¨®n del tabaco. Esto incluye colaborar en el control del comercio y evitar el contrabando, que pone en el mercado tabaco sin controles sanitarios pero m¨¢s barato y por lo tanto m¨¢s accesible a los j¨®venes.
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