El M¨¢laga arrasa en El Sadar

Hay partidos que rompen a un equipo, destrozan sus ilusiones, distancian a la afici¨®n y sentencian a los entrenadores. Osasuna cay¨® en lo m¨¢s profundo. No ha ganado en lo que va de a?o, es el que m¨¢s goles recibe y no se reconoce en su imagen pat¨¦tica e infantil.

El M¨¢laga sali¨® enchufado. Sin el bal¨®n, pero con las ideas claras en el ataque. Su primera aproximaci¨®n, gol de Miguel ?ngel. La endeblez de la defensa navarra y la incre¨ªble incapacidad de sus porteros se volv¨ªa a poner a prueba. Los rojillos, manejados por Pablo Garc¨ªa, intentaron espantar sus miedos, pero sus rivales se desmarcaron con inteligencia y velocidad. De esta forma, presionando a los centrales, Josetxo envi¨® una churro-cesi¨®n a El¨ªa, quien, por despiste o desconocimiento del reglamento, atrap¨® el bal¨®n con las manos. Libre indirecto y segundo gol del M¨¢laga, de Duda. El tufillo de la goleada se percib¨ªa ya en El Sadar. S¨®lo quedaba poner a los goles minuto y autor.

Esta vez hubo que esperar porque Osasuna sigui¨® sin resignarse a perder y trat¨® de trenzar ese f¨²tbol anodino de dominio horizontal, plano e in¨²til. Lo consigui¨® durante otros 20 minutos hasta que Baiano se adelant¨® con su potencia a los centrales, encar¨® a El¨ªa y le bati¨® de tiro raso y cruzado.

Sin posibilidad de retirarse del terreno, el conjunto de Aguirre aprovech¨® el descanso para tratar de paliar los errores defensivos. El resultado, en la primera aproximaci¨®n de la segunda mitad. El capit¨¢n, Cruchaga, trat¨® de despejar un saque de banda muy potente y dej¨® pasar el bal¨®n bajo su pierna. Detr¨¢s, en la frontal del ¨¢rea peque?a, Baiano, frot¨¢ndose las manos, empuj¨® el bal¨®n a la red. En 51 minutos, el M¨¢laga hab¨ªa rematado cinco veces a puerta con el resultado de cuatro goles y un tiro al palo de Miguel ?ngel.

En el saque de centro, Osasuna se aprovech¨® del regocijo visitante para servirle un bal¨®n a Aloisi, que control¨® con el pecho y remat¨® de volea desde la corona del ¨¢rea. El australiano ve¨ªa puerta despu¨¦s de cinco meses y tras un p¨¦simo partido, en el que ni ¨¦l ni Milosevic, delantera titular, tuvieron la m¨¢s m¨ªnima oportunidad.

En el tramo final llegaron los dos ¨²ltimos tantos. Primero, y por quinta ocasi¨®n para el M¨¢laga, Rodr¨ªguez remataba a placer. Tres minutos despu¨¦s, expulsi¨®n de Cruchaga, doble tarjeta amarilla mediante, y el reci¨¦n incorporado Wanchope se situaba en el ¨¢rea peque?a para cabecear solo, en una especie de agujero negro navarro, y llevar el sexto al marcador. Tampoco hubo mucho tiempo m¨¢s, el justo para ver otro par de incursiones malague?as y c¨®mo El Sadar se iba quedando como un p¨¢ramo con la huida de los espectadores.

Con la cara rota por la humillante derrota, Osasuna comienza a mirar hacia el fondo de la clasificaci¨®n pese a haber comenzado espectacularmente la campa?a. Por contra, los de La Rosaleda, de la mano de Tapia, han escalado hasta la zona tranquila tras un inicio desastroso. El mundo, al rev¨¦s.