Solidaridad entre rejas
Presos espa?oles venden cer¨¢mica para ayudar a las v¨ªctimas del maremoto
El maremoto en el sureste asi¨¢tico no dej¨® indiferente a nadie. Tampoco a las personas privadas de libertad. En la c¨¢rcel de Valdemoro, un grupo de presos sinti¨® tanta "tristeza" e "impotencia" al ver las im¨¢genes de la tragedia que decidieron que no pod¨ªan quedarse cruzados de brazos. "Muchos incluso quer¨ªan pasar all¨ª ayudando sus 36 d¨ªas de permiso", cuenta Edu, uno de los reclusos que particip¨® en la iniciativa. Al final se les ocurri¨®, adem¨¢s de mandar dinero, que muchos no ten¨ªan, donar las piezas de artesan¨ªa que realizan en los talleres de las prisiones.
Ellos no fueron los ¨²nicos presos solidarios. Muchos m¨¢s tuvieron la misma idea y desde la Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias les han coordinado para poder organizar una exposici¨®n-mercadillo, ma?ana y pasado ma?ana, en el centro cultural La Casa Encendida (Ronda de Valencia, 2), de Madrid.
Cruz Roja gestionar¨¢ el dinero recaudado en la exposici¨®n de La Casa Encendida de Madrid
El dinero recaudado ser¨¢ gestionado por Cruz Roja, que desarrolla varios programas en las c¨¢rceles y adem¨¢s est¨¢ trabajando en la zona afectada por el maremoto.
Se vender¨¢n unas 2.000 piezas, entre cer¨¢mica, objetos de cuero, como bolsos y monederos, cuadros y espejos. "La respuesta de los presos ha sido tan espectacular que a algunas c¨¢rceles les tuvimos que decir que no nos mandaran m¨¢s obras", explica una portavoz de Instituciones Penitenciarias. El precio depende de la pieza, desde los dos euros que vale un cenicero hasta los 1.000 euros que cuestan los cuadros del pintor donostiarra Jos¨¦ Mar¨ªa Moraza, que ha realizado junto con presos de varias c¨¢rceles y que en el mercado del arte valen mucho m¨¢s.
El lema de la exposici¨®n es Solidaridad compartida porque las obras tienen un "valor incalculable. Detr¨¢s de cada objeto hay muchas horas de esfuerzo, superaci¨®n personal y trabajo en equipo. Por eso, el importe de salida es orientativo. Lo que queremos es que el precio lo ponga la solidaridad de las personas", indica la portavoz.
Los talleres de artesan¨ªa en las c¨¢rceles sirven como aut¨¦nticas terapias. "Muchos te cuentan sus problemas, se desahogan y les sirves de consejero", explica C¨¦sar Gonz¨¢lez, profesor de fotograf¨ªa del centro penitenciario en r¨¦gimen abierto Victoria Kent, de Madrid.
"Te relajas mucho y sirve para olvidarte de tus problemas", apunta Consuelo, una de las reclusas, mientras pinta la cara de un Pap¨¢ Noel de cer¨¢mica. Consuelo es vigilante, trabaja por las noches y todas las ma?anas que puede acude al taller de cer¨¢mica del centro Victoria Kent. Le quedan 15 d¨ªas, en r¨¦gimen de semilibertad, para cumplir su condena de tres a?os por tr¨¢fico de drogas. Afirma que cuando termine su pena la gustar¨ªa continuar con las clases de cer¨¢mica.
Edu tambi¨¦n participa en un taller, en su caso, de madera. Est¨¢ en la c¨¢rcel de Valdemoro por haber cometido un robo con intimidaci¨®n. "Mi problema es que estaba enganchado a las drogas", cuenta. Ahora, despu¨¦s de cumplir casi la mitad de una condena de 13 a?os, asegura que ya no se droga. Para sobrellevarlo mejor, intenta mantenerse ocupado. Participa en la radio de la prisi¨®n y estudia segundo de Educaci¨®n Social. Los fines de semana aprende a tallar madera porque le sirve para "encontrar la soledad que, aunque parezca mentira, es dif¨ªcil de conseguir en una prisi¨®n".
Para ¨¦l, la iniciativa de vender piezas de artesan¨ªa para recaudar fondos demuestra que, "aunque estemos en la c¨¢rcel, no somos tan malas personas". Ha tallado un reloj para la exposici¨®n. No sabe por cu¨¢nto se vender¨¢, pero no le importa. "Lo que pretendo es que la gente no se olvide de la tragedia de Asia".
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