Hacia la plena igualdad laboral

Se acerca una fecha tan marcada para la mujer como es el 8 de marzo. Una fecha que conmemora el momento en el que, en 1908, alrededor de 40.000 mujeres costureras industriales de Nueva York se declararon en huelga demandando mejores salarios, reducci¨®n de la jornada laboral a diez horas, tiempo para lactancia, formaci¨®n, rechazo al trabajo infantil y derecho a afiliarse a los sindicatos. Durante la huelga, 129 trabajadoras murieron quemadas en un incendio en la f¨¢brica, pues los propietarios las hab¨ªan encerrado para forzarlas a permanecer en el trabajo y no unirse a la huelga. La fecha marc¨® la posterior proclamaci¨®n del D¨ªa Internacional de la Mujer Trabajadora.

Mucho se ha avanzado desde entonces. La mujer ha logrado entrar en el mercado laboral, e incluso superar al hombre en el ¨¢mbito educativo (el porcentaje de universitarias es mayor). Pero no podemos negar una realidad, no podemos quedarnos de brazos cruzados ante la desigualdades de g¨¦nero que a¨²n permanecen en el mundo del trabajo.

La tasa de desempleo femenina sigue siendo superior a la del hombre. En el caso de Andaluc¨ªa, el n¨²mero de mujeres paradas ascend¨ªa en 2004 a 291.800 personas, muy por encima los 231.700 hombres desempleados. Actualmente, la tasa de actividad de la mujer est¨¢ en el 41,06%, a 27 puntos de la de los hombres.

Y ya no s¨®lo hablamos de cantidad, sino tambi¨¦n de calidad en el empleo. La temporalidad es m¨¢s elevada en la contrataci¨®n de mujeres que en la de los hombres. Adem¨¢s, el salario medio anual masculino ronda en Andaluc¨ªa los 19.500 euros, casi un 21% m¨¢s que el de la mujer, que no llega a los 15.000 euros. Y la accesibilidad de la mujer a la toma de decisi¨®n en las empresas sigue siendo bastante restringida.

A esto hay que a?adirle el esfuerzo familiar y social que han tenido que hacer las trabajadoras para entrar en el mundo laboral. Las tasas de natalidad han descendido considerablemente en los ¨²ltimos diez a?os, mientras que la edad media de maternidad ha pasado de los 28 a los 31 a?os en este per¨ªodo.

Todo ello nos lleva a concluir que contin¨²an existiendo obst¨¢culos estructurales que dificultan su acceso, mantenimiento y reincorporaci¨®n al mercado de trabajo y que requieren de un esfuerzo continuado de la sociedad en su conjunto para su superaci¨®n. Para este objetivo, las pol¨ªticas activas de empleo, desarrolladas por esta consejer¨ªa desde el traspaso de competencias al Servicio Andaluz de Empleo (SAE), juegan un papel de capital importancia para establecer los cauces necesarios para elevar las tasas de actividad y de empleo de la mujer, posicion¨¢ndola en el mercado de trabajo en condiciones de igualdad reales y efectivas.

El presidente Chaves ya expres¨® el compromiso de la Junta con el colectivo femenino en su discurso de investidura. Un compromiso que, en lo que respecta a esta consejer¨ªa, ha quedado plasmado en el tercer eje del VI Acuerdo de Concertaci¨®n Social, consensuado con los sindicatos y la patronal. De este modo, dentro del eje de Calidad en el Empleo, queda establecido como compromiso y deber el priorizar a las mujeres en todos los programas de pol¨ªticas activas de empleo. As¨ª, uno de los compromisos concretos es elevar la tasa de actividad femenina al 85% de la media de la UE y aumentar la ocupaci¨®n en un 20%.

Para ello, se incrementar¨¢ la participaci¨®n de la mujer en el desarrollo de los programas de pol¨ªticas activas de empleo, por encima de la proporci¨®n que ¨¦stas suponen en las personas desempleadas. Asimismo, se establecer¨¢n incentivos a la contrataci¨®n estable de la mujer, atendiendo especialmente a los sectores en los que se encuentren subrepresentadas, al tiempo que se potenciar¨¢n las nuevas actividades que faciliten la incorporaci¨®n laboral de la mujer. Adem¨¢s, se fomentar¨¢ el autoempleo, de modo que la mujer ya no s¨®lo sea una persona empleada, sino tambi¨¦n empleadora. Una empleadora que contribuya a la creaci¨®n de puestos de trabajo en nuestra comunidad. ?se ser¨¢ el siguiente paso en un camino a cuya meta, la plena igualdad, debemos llegar cuanto antes.

El mercado de trabajo necesita de la competencia, el saber hacer y la participaci¨®n activa de la mujer. No es mi intenci¨®n definir, aqu¨ª y ahora, estrategias para hacer efectiva la igualdad de oportunidades, sino llamar la atenci¨®n sobre la importante tarea que nos queda por hacer para construir una sociedad en la que el g¨¦nero no sea una condici¨®n que lastre el desarrollo de nadie. ?ste es un desaf¨ªo que debemos asumir todos.

Antonio Fern¨¢ndez Garc¨ªa es consejero de Empleo de la Junta de Andaluc¨ªa