El otro toro de Osborne, en el juzgado
El fiscal pide 18 meses para un empresario que comercializa la imagen sin permiso
Un dicho con pretensiones humor¨ªsticas de hace d¨¦cadas aseguraba: "Eres m¨¢s serio que el Viti, que antes de torear llevaba los toros al juzgado". Algo de eso le ha ocurrido al toro de Osborne, uno de los iconos m¨¢s populares en Espa?a. En este caso el denunciante no ha sido un diestro, sino la compa?¨ªa Grupo Osborne, SA, que en el a?o 2000 se embarc¨® en un pleito contra un industrial de Barcelona porque desde hace siete a?os elabora y comercializa todo tipo de productos publicitarios con la silueta del toro sin la autorizaci¨®n de la empresa y sabiendo que se trata de una marca registrada.
Tras cinco a?os de investigaciones judiciales, el caso est¨¢ a punto de ser juzgado. El fiscal sostiene que el empresario ha cometido un delito contra la propiedad intelectual previsto en el art¨ªculo 274 del C¨®digo Penal, que castiga con penas de seis meses a dos a?os a quien, con fines industriales, "reproduzca, imite, modifique o de cualquier otro modo utilice un signo distintivo id¨¦ntico o confundible" sin autorizaci¨®n del poseedor del derecho de propiedad intelectual. El fiscal ha optado por la banda alta de la pena y reclama un a?o y medio de c¨¢rcel para el empresario ?ngel Alegre Bernues en el escrito de acusaci¨®n que present¨® en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 3 de Rub¨ª (Vall¨¨s Occidental).
Una firma de Rub¨ª usa el toro para vender vasos, ceniceros, bol¨ªgrafos, estatuillas y camisetas
Osborne, que ejerce la acusaci¨®n particular, solicita penas que suman cuatro a?os de c¨¢rcel para el empresario porque cree que, adem¨¢s, plagi¨® y distribuy¨® una obra literaria sin autorizaci¨®n, delito distinto recogido en el art¨ªculo 270 del C¨®digo Penal.
La silueta del popular toro en posici¨®n est¨¢tica de pie, con la cabeza hacia el lado izquierdo y la cola hacia el derecho sobre fondo negro, fue dise?ada por Manuel Prieto Ben¨ªtez, aunque hasta 1979 no cedi¨® a la compa?¨ªa Osborne todos los derechos de explotaci¨®n y reproducci¨®n. El dise?o gr¨¢fico de esa obra tiene nueve registros en la Oficina Espa?ola de Patentes y marcas para fabricar una veintena de productos, y la compa?¨ªa asegura que se ha convertido desde hace d¨¦cadas en un s¨ªmbolo identificador de la sociedad. Hace 10 a?os el toro de Osborne ya acab¨® en el juzgado cuando la compa?¨ªa recurri¨® la decisi¨®n del Consejo de Ministros de retirarlo de las carreteras espa?olas. El Tribunal Supremo dio la raz¨®n a Osborne e indult¨® las siluetas de los 97 toros instalados en los m¨¢rgenes de las carreteras al considerar que "han superado su inicial sentido publicitario y se han integrado en el paisaje nacional".
Jos¨¦ Mar¨ªa Rueda, abogado defensor, reclama la absoluci¨®n del empresario al entender que realiza una "actividad econ¨®mica absolutamente legal". En su opini¨®n, "la famosa escultura del toro est¨¢ permanentemente expuesta en la v¨ªa p¨²blica", en alusi¨®n a las figuras de las carreteras, y eso supone una limitaci¨®n legal del derecho de propiedad intelectual. La defensa entiende tambi¨¦n que la actividad de su cliente "en ning¨²n caso supone utilizaci¨®n de la marca al no distinguir con sus reproducciones producto alguno".
Los hechos que han derivado en el proceso judicial arrancan en enero de 1997, cuando el empresario ?ngel Alegre Bernues, administrador ¨²nico de la sociedad Misjak, SL, de Rub¨ª, inici¨® la comercializaci¨®n de objetos con la figura de ese toro: desde ceniceros hasta encendedores y bol¨ªgrafos, pasando por jarros, estatuillas, adhesivos, camisetas, vasos, postales, libretas, dedales, llaveros e insignias. El perito Francesc Menen, que realiz¨® un informe a instancias del juzgado, explica que el perjuicio causado a Osborne es considerable, pues el toro tiene "una verdadera significaci¨®n de la marca" para la empresa, que s¨®lo en el a?o 1998 gast¨® 1.985 millones de pesetas en mantener esa imagen publicitaria.
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