Los comunistas moldavos ganan las elecciones, según los primeros datos
El partido del presidente Voronin presentó un programa proeuropeo
El Partido Comunista de Moldavia, al que los sondeos daban como claro favorito en las cruciales elecciones parlamentarias de ayer, aparece como el ganador, según las encuestas a pie de urna. ?stas daban anoche un 42% a la organización de Vladímir Voronin -el presidente de este peque?o país, el más pobre del continente-, que ha dado un giro en la política exterior al declarar que su prioridad es la integración con la Unión Europea.
En segundo lugar se perfila el bloque centrista Moldavia Democrática, con el 28%, y en tercero, el derechista Partido Demócrata-Cristiano, con el 14%. A pesar del cambio de posición de los comunistas, que en 2001 llegaron al poder gracias a que propugnaron una unión más estrecha con Rusia y la solución del problema de la región separatista del Transdniéster, los moldavos volvieron a votar por Voronin. Eso se explica ante todo por los éxitos económicos que ha tenido el Gobierno comunista: crecimiento estable, creación de más puestos de trabajo, aumento de las pensiones.
El partido de Voronin se ha renovado, declarando una vocación europeísta y enfrentándose a Rusia a causa del Transdniéster, que es apoyado por Moscú y donde el gigante del norte mantiene unos 1.800 soldados que se niega a retirar, a pesar de las exigencias de Chisinau. Después de estas elecciones, los comunistas realizarán un congreso en el que probablemente cambiarán de nombre.
Las consignas de los tres principales partidos que compitieron ayer por los 101 diputados que deberán elegir al presidente de la República eran prácticamente las mismas: integración con Europa, garantías sociales a la población, elevación del nivel de vida de los moldavos. Es verdad que había también algunas diferencias. Así, el bloque Moldavia Democrática -encabezado por el carismático alcalde de Chisinau, Serafín Uruchean, y formado por varios partidos liberales y uno prorruso- está por volver a las elecciones directas de presidente del país, mientras que los democráta-cristianos abogan por el ingreso de Moldavia en la OTAN. Pero para poder introducir estos cambios es necesario cambiar la Constitución -la neutralidad de Moldavia está establecida en la ley fundamental-, para lo que se necesitan dos tercios de los votos.
"Hoy no sólo se elige de hecho el Parlamento, el presidente y el Gobierno, sino la orientación que tomará el país". Con estas palabras a pie de urna resumió la importancia de las elecciones Uruchean.
La permanencia en el poder de los comunistas y la previsible reelección de Voronin como jefe de Estado significa que se reforzará la alianza creada con Georgia y Ucrania como contrapeso a la influencia de Rusia en la zona. En este contexto se dará un nuevo impulso a la organización GUUAM -formada hace unos siete a?os por Georgia, Ucrania, Uzbekistán, Armenia y Moldavia-, en la que Kiev se perfila como líder subregional. Los dirigentes de estos países se reunirán en Moldavia el 22 de abril próximo, evento al que se ha invitado tambien a los presidentes de Bulgaria, Hungría y Rumania, lo que reforzará el componente europeo.
Tensiones con Moscú
Los comicios de ayer estuvieron marcados por las tensiones con Moscú. En vísperas de los comicios fueron expulsados del país una veintena de ciudadanos rusos, acusados de injerencia en el proceso electoral, y en la madrugada de ayer la policía no dejó entrar en Chisinau tres vagones del tren que procedía de San Petersburgo con unas 100 personas que afirmaban venir a observar la votación, que fueron devueltas a Rusia. Moscú, por su parte, amenazó con imponer sanciones económicas contra Moldavia y puso en estado de alerta a sus tropas en el Transdniéster.
Las elecciones transcurrieron sin incidentes ni infracciones de importancia. En Moldavia nunca se han registrado el tipo de falsificaciones que hubo, por ejemplo, en Ucrania a fines del a?o pasado y la presencia de cientos de observadores internacionales que han podido controlar con facilidad la votación en este peque?o país prácticamente excluyen un pucherazo.
El cambio oportuno
"He votado por el pueblo moldavo", declaró ayer el presidente Vladímir Voronin, de 63 a?os, a pie de urna en el liceo ruso, adonde llegó acompa?ado de su esposa, Taísa. Diplomado primero del Instituo de Industria Alimentaria, después de la Academia de Ciencias Sociales adjunto al Partido Comunista de la Unión Sovietica (PCUS) y finalmente de la Academia del Ministerio del Interior de la URSS, el presidente moldavo tiene el grado de general. Funcionario del PCUS, encabezó a los comunistas en la ciudad de Bendera y fue el último ministro del Interior de Moldavia en la época soviética. Desde 1994 dirige el Partido Comunista, al que llevó a la victoria en el 2001 después de diez a?os de gobiernos liberales. Ahora Voronin ha encabezado la renovación de su partido y se ha declarado partidario de la integración con Europa y de los principios democráticos.
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