La cabeza de la tenia
Ma?ana comienza en el Parlamento catal¨¢n el debate de la moci¨®n de censura presentada por Josep Piqu¨¦ contra Pasqual Maragall; el trasfondo de ese tr¨¢mite de castigo condenado irremisiblemente al fracaso (el portavoz del PP nunca podr¨ªa ser nombrado nuevo presidente de la Generalitat por mayor¨ªa absoluta con el ¨²nico apoyo de sus 15 esca?os en una asamblea de 135 diputados) es la insensata intervenci¨®n de Maragall en el pleno monogr¨¢fico del pasado 24 de febrero sobre el barrio del Carmel. El origen del esc¨¢ndalo fue la frase dirigida -primero- por el presidente de la Generalitat al portavoz de CiU ("hemos tocado un punto clave: ustedes tienen un problema y ese problema se llama 3%"), que parec¨ªa establecer una f¨¦rrea relaci¨®n de causa y efecto entre las comisiones ilegales cobradas por la anterior Administraci¨®n y el hundimiento del metro, y la retirada -despu¨¦s- de esas mismas palabras a instancias de Artur Mas en nombre de las "cosas muy importantes" (la reforma del Estatuto) que socialistas y convergentes deber¨ªan hacer juntos en beneficio de Catalu?a.
Piqu¨¦ expuso con toda crudeza los cuernos del dilema creado por esa doble y contradictoria intervenci¨®n: o bien el presidente de la Generalitat minti¨® al insinuar de forma acusatoria que CiU percibi¨® regularmente comisiones ilegales del 3% contra la adjudicaci¨®n de obras p¨²blicas durante sus 23 a?os al frente del Gobierno catal¨¢n, o bien ambos interlocutores -Maragall y Mas- sellaron p¨²blicamente un pacto de silencio para ocultar hechos delictivos ciertos en provecho mutuo. El d¨ªa inicialmente fijado -el 11-M- para la moci¨®n de censura fue rectificado a tiempo, no sin antes servir como muestra de la falta de sensibilidad pol¨ªtica y moral de quienes hab¨ªan escogido la fecha del primer aniversario de la matanza de Atocha pese a la coincidencia o por olvido de su valor simb¨®lico. La ramplona patoser¨ªa del presidente de la Generalitat como inventor de im¨¢genes y met¨¢foras jocosas sigue produciendo estragos: tras sus alusiones culinarias al souffl¨¦ y epid¨¦rmicas a la vaselina, la comparaci¨®n psicopatol¨®gica entre las cr¨ªticas al Gobierno tripartito y el maltrato a las mujeres bate un r¨¦cord de mal gusto. Pero la falta de ingenio de Maragall resulta pol¨ªticamente menos peligrosa que su invocaci¨®n a los enemigos seculares de Catalu?a -o a las maniobras de la derecha para volver al poder- con el objetivo de esconderse bajo los faldones de la demagogia.
El Parlamento catal¨¢n constituy¨® anteayer la comisi¨®n de investigaci¨®n creada para estudiar -ante todo- las causas del accidente en el Carmel y analizar -m¨¢s tarde- las irregularidades de la gesti¨®n de la obra p¨²blica en Catalu?a durante el periodo 1999-2005. Ambas cuestiones necesitan ser examinadas por separado. El socav¨®n del metro pudo deberse a causas ajenas a la percepci¨®n de comisiones ilegales por CiU durante su larga etapa de gobierno: afirmar lo contrario equivaldr¨ªa a suponer que la presunci¨®n ad¨¢nica del pecado original convierte a cualquier sospechoso en culpable de un delito. Pero aunque las causas del hundimiento del t¨²nel no guarden relaci¨®n con el soborno del 3%, la denuncia gen¨¦rica de Maragall hace salir de su cueva a la serpiente siempre agazapada de la corrupci¨®n pol¨ªtica: la cabeza de esa insaciable tenia es, sin duda, la financiaci¨®n irregular de los partidos.
Por lo pronto, el fiscal jefe del Tribunal Superior de Catalu?a ha puesto en marcha una investigaci¨®n sobre los sobornos -pagados por empresarios- y extorsiones -exigidas por cargos p¨²blicos- que hayan podido engrasar las recalificaciones urban¨ªsticas, la concesi¨®n de licencias y la licitaci¨®n de obras p¨²blicas bajo el mandato de CiU. Pero si Catalu?a no es el oasis de honradez que algunos pretenden, tampoco es la isla de corrupci¨®n que otros denuncian. La grotesca querella por prevaricaci¨®n presentada contra el fiscal del Estado por el secretario general del PP en Madrid (Francisco Granados absolvi¨® como presidente de la comisi¨®n del Parlamento regional a los tr¨¢nsfugas Tamayo y S¨¢ez que abrieron las puertas del poder a Esperanza Aguirre), con el evidente prop¨®sito de obstruir las investigaciones de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n sobre una venta de parcelas en Majadahonda, hace pensar que la voraz solitaria de la financiaci¨®n ilegal de los partidos se alimenta de dinero negro en toda Espa?a.
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