El peor accidente en la Guardia Civil

La Guardia Civil vivi¨® ayer uno de los momentos m¨¢s tristes de su historia. Los generales y coroneles no recordaban un hecho con una p¨¦rdida tan importante de agentes, salvo en atentados terroristas. Las escenas de dolor se repitieron todo el d¨ªa en el tanatorio y en la bas¨ªlica de Colmenar Viejo (Madrid), donde fue instalada la capilla ardiente y se celebr¨® un funeral por las cinco v¨ªctimas. El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, acudi¨® al sepelio.

El tanatorio fue un continuo trasiego de coches f¨²nebres que llegaban procedentes de varios puntos de Espa?a para hacerse cargo de los cuerpos y trasladarlos a sus lugares de procedencia. Las autopsias les fueron practicadas a primera hora de la ma?ana, tras lo cual fue instalada la capilla ardiente. Los lamentos, los abrazos y las caras llorosas eran el cuadro continuo entre los familiares y los mandos de la Guardia Civil.

Rodr¨ªguez Zapatero presidi¨®, junto con la titular del Ejecutivo regional, Esperanza Aguirre, la misa funeral celebrada en la bas¨ªlica por el arzobispo castrense, Francisco P¨¦rez Gonz¨¢lez. Los compa?eros de los agentes fallecidos llevaron a hombros los f¨¦retros hasta el altar. El presidente del Gobierno impuso la Cruz de Plata al M¨¦rito Militar a t¨ªtulo p¨®stumo a los cinco agentes.

El ministro del Interior, Jos¨¦ Antonio Alonso, lament¨® "profundamente" el fallecimiento de los guardias civiles y quiso mostrar la solidaridad del Gobierno y de los espa?oles con los familiares. Al tanatorio de Colmenar Viejo tambi¨¦n acudieron el ministro de Defensa, Jos¨¦ Bono, y la vicepresidenta primera del Ejecutivo, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega.

Lo que sigue es una breve rese?a de los fallecidos.

El guardia civil Marcelino Calaco Palos naci¨® en Alconchel (Badajoz) en 1950. Estaba casado y ten¨ªa cuatro hijos con edades entre 19 y 29 a?os. Ingres¨® en el instituto armado en 1977. A los dos a?os fue destinado al puesto de Lozoyuela, donde a¨²n permanec¨ªa en labores de seguridad ciudadana. En dos a?os, habr¨ªa pasado a la segunda actividad (prejubilaci¨®n). Ser¨¢ enterrado en su localidad natal. El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra, se despach¨® con una frase escueta, directa y demoledora, cruel resumen de la historia reciente de su tierra: "Nos ten¨ªa que tocar, casi siempre que ocurre algo donde hay guardias civiles, nos toca", informa Jerem¨ªas Clemente.

Javier L¨®pez Delgado era el m¨¢s joven de los guardias fallecidos. Naci¨® en Madrid el 12 de diciembre de 1981. Se cas¨® hace seis meses. Su cuerpo ser¨¢ inhumado en El Viso de los Pedroches (C¨®rdoba).

Juan Antonio Hermoso Escolar naci¨® en M¨¢laga el 24 de febrero de 1973. Estaba soltero. Su vida en el instituto armado est¨¢ muy relacionada con Javier L¨®pez Delgado. Ambos ingresaron el mismo d¨ªa, el 24 de septiembre de 2002, y fueron destinados al puesto de Rascafr¨ªa en la misma fecha (el 1 de agosto de 2004), donde a¨²n permanec¨ªan. Hermoso Escolar ser¨¢ enterrado en la capital malague?a.

El palentino Francisco Javier Cavia Ramos naci¨® en 1972. Estaba soltero y ten¨ªa una hija de seis meses. Ingres¨® en el instituto armado el 13 de diciembre de 2000. Su destino estaba en el puesto de Miraflores de la Sierra (Madrid). La familia ha decidido que su cuerpo sea inhumado en Valladolid.

El guardia Ricardo Villar Gonz¨¢lez-Carrato naci¨® en Madrid el 9 de febrero de 1974. En su ficha consta que se incorpor¨® a la Guardia Civil el 14 de febrero de 2003. Siempre efectu¨® labores de seguridad ciudadana. Desde junio del a?o pasado prestaba servicio en el puesto de Lozoyuela, seg¨²n los datos facilitados por el instituto armado.