El japon¨¦s que hablaba japon¨¦s

El japon¨¦s Kazushi U., de 23 a?os, cometi¨® un error: venir a Madrid de turismo sin saber ni una palabra de castellano. S¨®lo habla japon¨¦s, lo cual resulta "incomprensible" para los polic¨ªas municipales de la capital. Por eso, cuando cuatro agentes de paisano -que habitualmente trabajan como escoltas de un concejal de la oposici¨®n- le abordaron el pasado domingo, ante la sospecha de que se dedicaba a la venta de discos pirateados, Kazushi s¨®lo profiri¨® gritos "incomprensibles". No ten¨ªa modo de explicar que era un honrado japon¨¦s ni de hacerles entender a los agentes que no comprend¨ªa por qu¨¦, si ellos eran realmente polic¨ªas, intentaban detenerle sin haber hecho nada malo. El oriental fue llevado a la comisar¨ªa de Retiro e inmediatamente qued¨® en libertad. ?ste ha denunciado a los polic¨ªas por detenci¨®n ilegal y lesiones.

Los agentes afirman que no detuvieron al turista, sino que le arrestaron

Kazushi hablaba por tel¨¦fono el pasado domingo en la calle de Atocha, esquina a la del Doctor Drumen, cuando fue abordado por varios hombres vestidos de paisano (polic¨ªas que est¨¢n dispensados de vestir uniforme porque trabajaban como escoltas). El japon¨¦s hab¨ªa despertado las sospechas de estos agentes porque llevaba colgada al hombro una bolsa similar a la que suelen utilizar los manteros para guardar los CD piratas, seg¨²n sostienen fuentes de la Polic¨ªa Municipal.

Sobre lo que sucedi¨® a partir de ese momento, las versiones son dispares: el turista asegura que ¨¦l intent¨® hacer ver a los polic¨ªas que era un simple turista, pero que fue arrojado al suelo, pateado y engrilletado sin que ¨¦l se resistiera a la detenci¨®n; por su lado, los agentes afirman que el sospechoso dio un manotazo a uno de ellos cuando le mostr¨® la placa-insignia, tras lo cual empez¨® a gritar y a darles empujones hasta que, aprovechando que el nip¨®n resbal¨®, lograron ponerle las esposas. Kojiro S., amigo del sospechoso, vio c¨®mo ¨¦ste era introducido por la fuerza en un coche sin ning¨²n distintivo policial, por lo que pens¨® que hab¨ªa sido secuestrado por delincuentes.

El turista oriental fue trasladado a la comisar¨ªa de la calle de Huertas, donde un funcionario del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa que habla ingl¨¦s comprob¨® que ten¨ªa el pasaporte en regla, que estaba alojado en un hotel de la Gran V¨ªa y que ten¨ªa un billete de avi¨®n para regresar al d¨ªa siguiente a su pa¨ªs. Ante eso, los polic¨ªas municipales no formularon ninguna denuncia contra el japon¨¦s, pero tampoco dejaron constancia escrita de que lo hab¨ªan arrestado a efectos de identificaci¨®n (la Ley Org¨¢nica 1/92, o ley Corcuera, establece claramente que cualquier retenci¨®n de un ciudadano debe quedar registrada en un libro creado al efecto).

Kojiro S, de 23 a?os, requiri¨® ayuda al 091 ante el temor de que su amigo Sazushi hubiera sido secuestrado por falsos polic¨ªas. Posteriormente, cuando ¨¦ste qued¨® libre, ambos fueron trasladados a la comisar¨ªa del distrito de Centro, donde prestaron declaraci¨®n. Dado que Sazushi sufr¨ªa lesiones en las mu?ecas y en la cara, fue atendido en la propia comisar¨ªa por facultativos del Samur y posteriormente fue curado en un centro m¨¦dico de la calle de Alberto Aguilera.

Los cuatro polic¨ªas municipales implicados en los hechos fueron citados e interrogados en la comisar¨ªa de Centro, donde manifestaron que no leyeron sus derechos al turista japon¨¦s porque ¨¦ste no entend¨ªa nada de lo que le dec¨ªan y, adem¨¢s, porque nunca le arrestaron en calidad de detenido. La mayor¨ªa de los agentes dijo saber que en las comisar¨ªas existe un libro-registro en el que es obligatorio anotar el nombre de los retenidos a efectos de identificaci¨®n, aunque uno de los polic¨ªas admiti¨® que ignoraba la existencia de tal libro, creado por la ley Corcuera. Fuentes municipales han explicado que sus agentes decidieron no tramitar ning¨²n documento "para no causar molestias al japon¨¦s, ya que al d¨ªa siguiente de los hechos emprend¨ªa viaje de regreso" y, adem¨¢s, porque les "pidi¨® disculpas reiteradamente".

Fuentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa han comentado su malestar por el hecho de que agentes municipales act¨²en con ropa de paisano cuando realizan otras labores diferentes a aquellas para las que les ha dado permiso la Delegaci¨®n del Gobierno (en este caso eran escoltas de un concejal que, en un domingo, realizaban operaciones contra el top manta).