El terrorista suicida combina una virtud y una letalidad exacerbadas
Un ensayo de Adolf Tobe?a indaga en la ra¨ªz biol¨®gica del fen¨®meno
El catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa M¨¦dica y Psiquiatr¨ªa Adolf Tobe?a present¨® ayer en Valencia el libro M¨¤rtirs mort¨ªfers (Premi de Divulgaci¨® Cient¨ªfica Estudi General 2004) en el que propone una novedosa aproximaci¨®n desde la neurobiolog¨ªa al fen¨®meno del terrorismo suicida. Tobe?a rechaza que la injusticia o la religi¨®n expliquen por s¨ª mismas la conducta del terrorista en cuya cabeza anida la "m¨¢xima virtud y la m¨¢xima letalidad, al mismo tiempo".
Tobe?a rechaza el factor pobreza, la mayor¨ªa de suicidas y sus inductores son de clase acomodada
Tobe?a inici¨® su exposici¨®n se?alando que, con motivo del 11-M, el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, hab¨ªa manifestado, como otros pol¨ªticos, que la "injusticia" y la extrema pobreza son causas del terrorismo. Sin embargo, el autor del libro (editado en valenciano por Bromera y en castellano por la Universitat de Val¨¨ncia) record¨® que, concretamente, la mayor¨ªa de los terroristas suicidas y sus inductores pertenecen a las ¨¦lites, a las clases acomodadas, tienen estudios universitarios, incluso algunos son cosmopolitas como el ingeniero pluriling¨¹e que trabajaba en Alemania y se estrell¨® en un avi¨®n en el 11-S. Por tanto, la injusticia, la pobreza o la marginaci¨®n "no valen" como explicaci¨®n del fen¨®meno, a?adi¨®. Tampoco la religi¨®n musulmana, por ejemplo, dada la existencia de los kamikazes japoneses.
En cualquier caso, todos estos ingredientes alimentan "la perplejidad" que producen los terroristas suicidas. Y a pesar del "alud de interpretaciones" de historiadores, polit¨®logos, periodistas y todo tipo de analistas sigue "sin entenderse" por qu¨¦ hay gente que se inmola para causar el mayor da?o posible a un enemigo infinitamente m¨¢s fuerte.
El profesor de la Universitat Aut¨®noma de Barcelona se aproxima "desde la biolog¨ªa del comportamiento" al an¨¢lisis del cerebro de un tipo de "soldados de ¨¦lite" que son muy antiguos y que ya aparec¨ªan descritos en la Biblia. Se trata, no obstante, de una "tentativa" de comprensi¨®n desde la neurociencia, porque "esta gente no se deja estudiar", aunque s¨ª que hay estudios sobre la procedencia de los terroristas y se han interceptado cartas de terroristas suicidas.
En el terrorista suicida "hay una combinaci¨®n m¨¢xima en su cabeza de moralidad y amoralidad al mismo tiempo"; de "m¨¢xima virtud y m¨¢xima letalidad"; de "m¨¢xima exaltaci¨®n moral y m¨¢xima obnubilaci¨®n moral"; "no son normativos pero s¨ª normales". M¨¢xima virtud porque est¨¢n dispuestos a renunciar a todo, incluso a sus hijos y a su vida, para aterrorizar al enemigo, lo que explica que se conviertan en m¨¢rtires para su pueblo.
"No son locos", agrega Tobe?a. Son "combatientes que desaf¨ªan el poder instalado, el poder de EE UU u Occidente", en el caso de los terroristas suicidas isl¨¢micos. "Tienen unas caracter¨ªsticas temperamentales", explic¨® el autor del "atrevido" libro, en palabras del cient¨ªfico Juli Peret¨®, que introdujo a Tobe?a en la presentaci¨®n del volumen ante los medios de comunicaci¨®n, que tuvo lugar en la Casa del Llibre de Valencia.
?Y cu¨¢l es el proceso por el que llegan a actuar as¨ª? "Todas las conductas humanas, y tambi¨¦n animales, son muy complicadas y est¨¢n reguladas por muchos factores. Es crucial el autorreclutamiento", apunt¨® el autor de un libro que ya hab¨ªa acabado cuando se produjo el 11-M, que no vari¨® su investigaci¨®n, pero s¨ª oblig¨® a incluir una referencia, Posdata madrile?a, en la obra.
"No es la escuela, ni la iglesia, ni la familia, es que les va la marcha. En la primera constituci¨®n, hay gente que no son temerosos, que tienen ganas de correr riesgos, de conquistar el mundo. S¨ª que hay genes pero sobre todo combinaciones de genes", dijo. Dominancia, mesianismo, narcisismo son caracter¨ªsticas que influyen, que predisponen. "Es muy complejo, pero sabemos que hay rasgos temperamentales regulados biol¨®gicamente detr¨¢s de ellos", apostill¨®. "Algunos s¨ª que se sacrifican y otros predican, por lo que hay diferencias entre s¨ª", a?adi¨®.
En las hip¨®tesis de trabajo que Tobe?a rese?a en la introducci¨®n del libro apunta los "perfiles neurocognitivos discernibles para las predisposiciones temperamentales que distinguen a los fanatizadores de los fanatizados".
Como prop¨®sito de su ensayo, el autor se?ala: "El fanatismo pol¨ªtico o religioso es uno de los ingredientes reverberantes de la conflictividad entre los grupos sociales. La potencialidad de algunas doctrinas para atizar litigios letales, a peque?a o gran escala, es proverbial. En esta obra se describen diversos mecanismos biol¨®gicos que forman la trama de base para que surjan las pasiones combativas que pueden llevar a la especializaci¨®n profesional en t¨¢cticas destructivas y, en algunos casos, hasta el martirio exterminador". Y a?ade: "La lealtad o el compromiso progrupal de alta exigencia es el requisito de partida".
No se trata de mecanismos nuevos, sino de los mismos que h¨¦roes y m¨¢rtires presentan en todas las culturas, con los sentimientos de lealtad o de grupalidad -de ra¨ªces biol¨®gicas marcadas- en el fondo de la cuesti¨®n, se incide en la nota de la editorial.
?Pero se rigen por el mismo mecanismo y responden al mismo perfil el terrorista suicida ingeniero, que pertenece a una ¨¦lite, y el ni?o palestino que vive en un campo de refugiados, por ejemplo?
"Tambi¨¦n entre los terroristas suicidas palestinos se ha estudiado que son mayoritarios los que pertenecen a las clases altas y cosmopolitas y son minor¨ªa los que surgen de entre los pobres".
Autor de m¨¢s de 150 trabajos de investigaci¨®n en neurociencia y psiquiatr¨ªa y profesor visitante en universidades de Londres, Venecia, Groningen y Tel Aviv, Tobe?a explic¨® ayer tambi¨¦n a los alumnos del Campus de Burjassot de la Universitat de Val¨¨ncia el contenido de M¨¤rtis mort¨ªfers.
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