Un informe israel¨ª revela la financiaci¨®n ilegal de los colonos
La investigaci¨®n, encargada por Sharon, descubre numerosas irregularidades
El Informe Sas¨®n -que resume nueve meses de investigaci¨®n de la abogada israel¨ª Talia Sas¨®n por encargo del primer ministro, Ariel Sharon- contiene datos contundentes: en los ¨²ltimos a?os se han creado en Cisjordania 105 enclaves, de los cuales 15 se asientan en terrenos privados palestinos. Antes de que Sharon llegara al poder hace cuatro a?os, se contabilizaban 71 enclaves. Con el l¨ªder del Likud como primer ministro, se han levantado otros 24.
Sas¨®n denuncia un hecho que ha desnudado el sistema judicial y pol¨ªtico de Israel: las autoridades, de derecha y de izquierda, cierran los ojos ante el problema e incluso promueven la construcci¨®n de m¨¢s enclaves. Es m¨¢s, dinero procedente del Estado ha ayudado a financiar estas "acciones ilegales", como las califica el informe.
"Ordenan desmantelar al tiempo que siguen construyendo", podr¨ªa ser uno de los titulares del trabajo de la abogada Sas¨®n. En ¨¦l no figuran nombres de l¨ªderes o ministros, pero dada la etapa analizada no es dif¨ªcil se?alar culpables: los Gobiernos dirigidos por Benjam¨ªn Netanyahu (Likud), Ehud Barak (Laborista) y Sharon.
?Qu¨¦ es un enclave? No es un asentamiento (tambi¨¦n definido como ilegal por los palestinos y por la comunidad internacional), sino un peque?o reducto que a veces puede estar formado por una o dos caravanas de colonos. Suelen ser casas prefabricadas e instalaciones, tales como un generador de electricidad. Su objetivo es ampliar la obra colonial y garantizar una continuidad territorial israel¨ª en la Cisjordania ocupada. "Su desmantelamiento es el desmantelamiento de la b¨ªblica Gran Tierra de Israel, es la destrucci¨®n de unos ideales", se lamentan los l¨ªderes de los colonos, que defienden la expansi¨®n.
En un apartado, el informe denuncia un caso concreto: 400 caravanas financiadas por el Ministerio de Vivienda acabaron en enclaves ilegales. Sas¨®n investig¨® este caso y c¨®mo la ilegalidad es patrocinada por la autoridad. Tras recorrer durante meses oficinas gubernamentales e interrogar a cientos de funcionarios, Sas¨®n encuentra una palabra para definir lo visto, o¨ªdo y ocultado: balag¨¢n, que en hebreo significa caos.
Talia Sas¨®n descubri¨®, entre otras cosas, doble contabilidad en los archivos del Ministerio de Vivienda dedicados a las colonias: "En la Administraci¨®n civil hay listas dobles. Cada enclave tiene en los documentos oficiales hasta cinco nombres". Con este descontrol, los responsables no se sienten aludidos y niegan su implicaci¨®n.
Sionismo
La derecha y el poderoso Consejo de Colonos -que representa a casi 200.000 israel¨ªes que viven en la franja de Gaza y Cisjordania- consideran que Sas¨®n "hace todo lo posible para destruir nuestros ideales". Pero la abogada, una de las de mayor prestigio en Israel, no se arruga: "Pueden calificar lo que hacen como sionismo. Yo tambi¨¦n soy sionista, pero los enclaves ilegales no son actos sionistas. No se pueden justificar asentamientos en propiedades ajenas. Va en contra de la ley, contra los derechos humanos y contra la justicia que debe impartir un Estado democr¨¢tico. Seg¨²n mi punto de vista, no hay ning¨²n objetivo ideol¨®gico que pueda justificar dichas acciones. Estamos hablando de un asunto moral y jur¨ªdico".
Para Sas¨®n, la actitud de complicidad de las autoridades supone una amenaza al sistema democr¨¢tico israel¨ª. Para ella, los culpables no son de un solo partido o ministerio. "No hay diferencias entre los Gobiernos. Todos fueron c¨®mplices".
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