La ley de Blair
Tony Blair ha sacado adelante, no sin esfuerzo ni concesiones, la controvertida Ley de Prevenci¨®n del Terrorismo, que reemplaza a la m¨¢s que discutible legislaci¨®n aprobada en 2001, a ra¨ªz de los atentados del 11-S. Esta norma fue anulada en diciembre por la C¨¢mara de los Lores por considerar que atentaba contra las libertades civiles. Resulta parad¨®jico que la nueva ley salga suavizada no gracias a las presiones de la izquierda parlamentaria, sino por la actitud de la oposici¨®n conservadora y liberal-dem¨®crata. El jefe del Gobierno laborista ha tenido que aceptar una revisi¨®n de la misma el pr¨®ximo oto?o y, adem¨¢s, que sean los jueces quienes tengan la ¨²ltima palabra en lo que concierne al arresto domiciliario de sospechosos de terrorismo, que no podr¨¢ apoyarse exclusivamente en una orden ministerial.
La aprobaci¨®n in extremis de la normativa ha permitido cubrir un vac¨ªo jur¨ªdico que hubiese permitido la excarcelaci¨®n incondicional de Omar Mahmud Othman, Abu Qutada, un cl¨¦rigo isl¨¢mico al que reclama la justicia espa?ola como cabecilla de Al Qaeda y presunto inspirador de los atentados del 11-M. ?l y otros radicales musulmanes, detenidos en c¨¢rceles brit¨¢nicas sin cargos desde hace tres a?os, han salido de prisi¨®n, pero bajo un sever¨ªsimo control: pulsera electr¨®nica y restricci¨®n de movimientos y contactos.
Todo este fragor pol¨ªtico se ve influido por las elecciones del pr¨®ximo mayo. Los conservadores acusan a Blair de haber pretendido reventar la nueva ley para proclamar as¨ª que los laboristas son mucho m¨¢s firmes que sus rivales en la lucha antiterrorista. Y el primer ministro, a su vez, recrimina a los tories servirse de su mayor¨ªa en la C¨¢mara de los Lores.
El Reino Unido es una de las naciones que se toman como modelo en materia de protecci¨®n de los derechos civiles. Por eso resulta doblemente inquietante que el combate del terrorismo le haya llevado a dictar leyes de excepci¨®n en las que el ministro del Interior pod¨ªa dictar detenciones indefinidas sin presentar cargos ante el juez. La C¨¢mara de los Lores ha demostrado su utilidad al poner coto a esta excepci¨®n.
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