Sobrevivir a los embelecos del ¨¦xito
Despu¨¦s de la traves¨ªa de aplausos por sus anteriores obras, Cercas, Ma?as, Lindo, Zambrano y Amaral intentan revalidar la acogida del p¨²blico con sus nuevos trabajos
Aunque saben que el ¨¦xito es un jard¨ªn de embelecos, todos lo anhelan. Creadores espa?oles que han vivido esa experiencia dicen que parece una confabulaci¨®n para alterarles la percepci¨®n de s¨ª mismos, de su creaci¨®n y del entorno que los puede llevar al extrav¨ªo.
Una intensa traves¨ªa por el ¨¦xito la acaban de terminar cuatro personas que presentan estos d¨ªas sus nuevas y esperadas obras tras la enorme acogida de sus anteriores trabajos. Son el escritor Javier Cercas; el director de cine Benito Zambrano y el d¨²o Amaral. Tras la venta de medio mill¨®n de ejemplares de Soldados de Salamina (Tusquets), Cercas acaba de empezar la promoci¨®n de La velocidad de la luz (Tusquets); la pel¨ªcula de Benito Zambrano llegar¨¢ a las salas de cine este viernes bajo el t¨ªtulo de Habana Blues tras su aplaudida y premiada Solas; mientras, Eva Amaral y Juan Aguirre presentan hoy P¨¢jaros en la cabeza, el ¨¢lbum con el cual esperan superar su tan sonado Estrella de mar. Saben que todos los miran, y est¨¢n expectantes por saber si la cr¨ªtica y el p¨²blico les prolonga el cuarto de hora de gloria otorgado hace unos pocos a?os.
Ferrero: "El ¨¦xito prematuro no es f¨¢cil. He visto a varios autores sucumbir a ¨¦l"
Zambrano: "Fue desconcertante. Al final tuve que empezar de cero a nivel creativo"
El primero que ya habl¨® de lo que ha significado toparse con el ¨¦xito y sobrevivir a ¨¦l ha sido Cercas, en un art¨ªculo publicado en este peri¨®dico, y en las entrevistas concedidas para la promoci¨®n de su novela. Es precisamente uno de los temas de La velocidad de la luz, visto como drama y cat¨¢strofe porque "te puede llegar a convertir en un mamarracho, te puedes creer un gran escritor, cuando todo el mundo sabe que el ¨¦xito es puro azar", ha dicho el autor en una entrevista a EL PA?S. Para ¨¦l, esta novela ha funcionado como "un ejercicio de exorcismo". Hall¨® en la continuidad de la escritura, de seguir luchando, la salvaci¨®n, al descubrir que "el ¨¦xito alimenta m¨¢s que ninguna otra cosa el impulso autodestructivo de cualquier escritor medianamente decente".
Ninguno niega la imantaci¨®n de esa clase de triunfo ni que el genuino llega por sorpresa y puede obnubilar. "Para m¨ª fue desconcertante", confiesa Zambrano. Solas, en 1999, fue su deb¨²t como director, y pas¨® en un pesta?eo del anonimato a protagonizar festivales y toda clase de eventos cinematogr¨¢ficos. Tanto, que le cost¨® volver a centrarse en su trabajo. "No me sent¨ªa ni capaz ni relajado mentalmente para empezar un nuevo proyecto en solitario", recuerda el cineasta sevillano. Hasta que encontr¨® una clave de transici¨®n: acept¨® el trabajo de la serie para televisi¨®n Padre coraje, con la cual empez¨® a recuperar la tranquilidad. Mientras tanto, soslayaba las delicias riesgosas que le brindaban esos d¨ªas gloriosos tratando de vivir como siempre lo hab¨ªa hecho. "As¨ª es que cuando al final me enfrent¨¦ al nuevo trabajo, que era Habana Blues, me olvid¨¦ de todo y tuve que empezar de cero a nivel creativo". Considera que de nada sirve haber triunfado una vez porque cada obra, en cualquier arte, es individual y valorada por s¨ª misma. Zambrano ha dejado a un lado los aspectos negativos del ¨¦xito y se ha quedado con lo bueno, "lo valioso de poder hacer el trabajo que quer¨ªa sin repetirme. ?Que cual es la palabra que define ¨¦xito? Pues libertad. No puede ser opresi¨®n, ni preocupaci¨®n por lo que dir¨¢n los otros. Es no ser cautivo de ¨¦l ni de tu obra".
En esto coinciden escritores como Jos¨¦ ?ngel Ma?as, que estos d¨ªas est¨¢ de periplo por Espa?a en la promoci¨®n de su novela El caso Karen (Destino), y cuyo nombre lleg¨® a boca de medio pa¨ªs en 1993 por sus Historias del Kronen (Destino). "Uno de los primeros problemas del ¨¦xito es que puede exacerbar el egotismo en quienes tengan tendencia a ¨¦l o sacar lo peor de las personas; adem¨¢s de que te roba tiempo para la creaci¨®n", se queja el autor madrile?o. As¨ª es que sus servidumbres (entrevistas, conferencias y toda clase de invitaciones) deben compaginarse con los h¨¢bitos de la vida normal. "Y saber decir 'hoy no", advierte Ma?as.
"Lo que cambia es que antes uno creaba solo, y de repente te encuentras con gente que mira por encima de tu hombro mientras escribes". Eso significa m¨¢s presi¨®n y angustia. Una situaci¨®n que se elimina hasta que se acerca el final del libro. "Entonces es cuando empiezas a pensar en los que te van a juzgar y eso hace que repases lo escrito y pienses en las connotaciones de las palabras, aunque a veces sea tarde".
M¨¢s ajena a estos embelecos, o m¨¢s indiferente a ellos, dice estar Elvira Lindo. La escritora que en los a?os noventa alcanz¨® gran notoriedad con Manolito Gafotas (Alfaguara) ha visto c¨®mo su tercera novela, Una palabra tuya (Seix Barral), era premiada con el Biblioteca Breve. Lindo asegura que el ¨¦xito de su primera creaci¨®n no le afect¨® personalmente. "Lo negativo es lo que supone el tener que dar explicaciones. Por lo dem¨¢s, en el momento de abordar un nuevo proyecto nunca pienso en lo que he hecho antes. Ese es mi car¨¢cter, escribo y olvido, y pongo mi cabeza en la siguiente obra".
Pero no es f¨¢cil pasar p¨¢gina, y la reacci¨®n frente al ¨¦xito depende de si llega de joven o en la madurez, afirma Jes¨²s Ferrero, que de esto sabe mucho porque en 1982 public¨® su muy celebrada novela B¨¦lver Yin (Alianza), con la que se asegur¨® un sitio imprescindible en la literatura espa?ola de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Ten¨ªa 30 a?os y Espa?a se reinventaba. "De joven te desequilibra bastante. Todav¨ªa no tienes oficio de escribir y no sabes enfrentarte al circo social. Yo lo pas¨¦ mal", reconoce Ferrero. Para el autor zamorano, el hecho de que la obra sea bien valorada por la cr¨ªtica obliga a una exigencia superior, no tanto por ellos sino por el propio autor. "El ¨¦xito prematuro no es f¨¢cil. He visto a varios autores sucumbir a ¨¦l", cuenta este escritor que desde hace dos a?os vive de otra manera el logro adquirido por Las trece rosas (Siruela). Aprendi¨® a evadir las trampas, como saber retirarse, verse a la distancia para no creerse todo y no dejar que la creatividad sea eclipsada por la angustia de un nuevo proyecto. "Lo importante es pasar sin sucumbir. No es f¨¢cil, pero si tienes verdadera vocaci¨®n de escritor se logra".
Es la perfecta relaci¨®n de ni contigo ni sin ti. Y para sobrellevarla, lo mejor, seg¨²n Zambrano, es "tomarla con sentido del humor". Pero estos creadores no son del todo descastados. Cercas reconoce que aunque el ¨¦xito es una cat¨¢strofe "tambi¨¦n es una bendici¨®n". Incluso porque con ¨¦l "dan ganas de decir: ?pero si todo esto es mentira, es una farsa!". Uno de los aspectos comunes en quienes han o¨ªdo los cantos del ¨¦xito es el temor a desdibujarse. Todos luchan contra ello. Temen no poder distinguir la realidad del espejismo. As¨ª es que, en alg¨²n momento de la traves¨ªa, han tenido que ser una especie de Ulises en el mar de las sirenas.
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
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