Pelota de ¨®rdago en Pelayo
Mezquita, Tato y Canari se imponen a Sarasol II y Le¨®n en una gran final del Circuit Bancaixa
A Paco Cabanes, el m¨ªtico Genov¨¦s, Le¨®n se le cay¨® encima cuando trataba de salvar una bola imposible. Cigarrito rubio en mano, camisa blanca inmaculada, la leyenda de la pelota valenciana susurr¨® algo al o¨ªdo del compa?ero de Sarasol II, quienes ayer perdieron la final del XIV Circuit Bancaixa, gran cita de la temporada, ante el tr¨ªo formado por Mezquita, Tato y Canari (60-55).
La pelota, el Circuit Bancaixa por equipos, es as¨ª: singular, muy suyo, apasionante. Genov¨¦s jugaba contra dos, contra tres, para compensar fuerzas. Sarasol II, el hermano de Sarasol, el ¨²ltimo grande retirado, y Le¨®n, se midieron ayer a un tr¨ªo guerrero, un tr¨ªo que ven¨ªa de ganar una estupenda semifinal ante Cervera, Voro y O?ate. Tan vibrante como la otra, protagonizada por Sarasol II, un n¨²mero uno como mitger, su resto Le¨®n, y el equipo compuesto por Ribera y Dani.
El trinquete de Pelayo rebos¨® de felicidad con otra partida vibrante
Si los japoneses, que se vuelven locos con la f¨®rmula 1, con el boxeo de Las Vegas, con el f¨²tbol europeo, descubrieran la pelota, la buena pilota, ay madre la que se liar¨ªa, la de dinero que ganar¨ªan los pelotaris: antebrazos como l¨¢tigos, manos como sartenes. Llegar¨ªan la grandes multinacionales japonesas, los millonarios contratos televisivos, miles de asi¨¢ticos en las calles de Genov¨¦s con sus diminutas c¨¢maras digitales...
Cuentan que George Foreman, el ex campe¨®n del mundo de los pesos pesados, pod¨ªa matar a un caballo de un pu?etazo. Un pelotari da una sonora bofetada a la pelota, se oye un chasquido, la gente contiene el aliento, se le erizan los pelos, brama... La pelota, la buena pelota, en estado puro.
Con 55-45 a favor del tr¨ªo, Le¨®n se cay¨® en los brazos de Genov¨¦s, sorbi¨® un trago de Coca-cola y se peg¨® a Sarasol II. Una mirada. "Remontamos". Quienes defend¨ªan al tr¨ªo, quienes pronosticaban el desmoronamiento de la pareja por falta de fuelle, se equivocaron. Ah¨ª estaban Le¨®n, de la generaci¨®n del hijo de Genov¨¦s, y Sarasol II, ambos de rojo. Un ¨²ltimo esfuerzo: 55-55. Como en la semifinal. Otro final vibrante, un nudo en el est¨®mago, el trinquete rebosante de felicidad... y la victoria para el tr¨ªo: Mezquita, Tato y Canari. O mejor: gan¨® la pelota, la buena pelota.
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