Los colegios m¨¦dicos critican el relevo "sin pruebas" del jefe de urgencias de Legan¨¦s

Los m¨¦dicos mostraron ayer un apoyo pr¨¢cticamente un¨¢nime al coordinador de urgencias del hospital de Legan¨¦s, relevado por la Comunidad de Madrid tras dos denuncias an¨®nimas de administraci¨®n de calmantes en altas dosis para acabar con la vida de enfermos terminales. Los jefes de servicio del centro exigieron la vuelta del m¨¦dico, comenzaron a recoger firmas en apoyo y aprobaron convocar una huelga. El presidente de la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial (que agrupa a todos los colegios m¨¦dicos), Guillermo Sierra, critic¨® el relevo por ser "precipitado" y "sin pruebas". La Asociaci¨®n para la Defensa de la Sanidad P¨²blica y los sindicatos CC OO, UGT, SATSE y CSIF tambi¨¦n pidieron el reingreso del m¨¦dico.

El hospital de Legan¨¦s vivi¨® ayer un d¨ªa agitado. A primera hora, una veintena de jefes de servicio redactaron un comunicado en el que exigen "la inmediata reincorporaci¨®n del coordinador de urgencias" y que la consejer¨ªa investigue qui¨¦n denuncia de forma an¨®nima. La denuncia aseguraba que en urgencias se daban dosis letales a los enfermos sin su consentimiento.

Lo que m¨¢s ha indignado a los m¨¦dicos es que en 2003 ya hubo una denuncia an¨®nima sobre la sedaci¨®n terminal en las urgencias del hospital Severo Ochoa de Legan¨¦s. "La alta inspecci¨®n de la consejer¨ªa investig¨® y pidi¨® un informe al comit¨¦ de ¨¦tica de Getafe, que aval¨® el procedimiento. No es serio que una denuncia an¨®nima reabra el proceso y que ahora se lleve al fiscal", afirma el jefe de la UVI, Frutos del Nogal, que habla de "caza de brujas" en el centro. La sedaci¨®n terminal incluye el uso de analg¨¦sicos en altas dosis para paliar el dolor en enfermos terminales aun a costa de acelerar la muerte.

El m¨¦dico relevado temporalmente, Luis Montes, es "una persona muy de izquierdas", seg¨²n un anestesista amigo suyo. Montes pas¨® toda la ma?ana en el hospital. "Est¨¢ tranquilo y furioso. Convencido de que la denuncia y su relevo obedecen a un ataque contra la sanidad p¨²blica", seg¨²n este anestesista, compa?ero de Montes.

"Denuncia delirante"

El jefe de la unidad del dolor, Joaqu¨ªn Insausti, afirm¨® airado: "Esta denuncia no va contra una persona, sino contra todo el hospital. Hablan de 400 muertes, ?acaso creen que aqu¨ª trabajan las SS? La denuncia es delirante, propia de un enfermo mental".

La junta de personal tambi¨¦n pidi¨® el reingreso del m¨¦dico y, tras una asamblea con m¨¢s de 300 trabajadores, comenz¨® la recogida de firmas, a la que se sumaron la mayor¨ªa de los presentes. El gerente del hospital, Adolfo Berm¨²dez de Castro, que se neg¨® de nuevo a hablar a la prensa, acudi¨® a la asamblea de los trabajadores, donde fue criticado p¨²blicamente.

Un m¨¦dico del servicio de urgencias resumi¨®: "?Qui¨¦n puede creer que 30 m¨¦dicos de urgencias nos hemos puesto de acuerdo para cometer homicidios? La sedaci¨®n terminal es una pr¨¢ctica admitida que hacemos con el consentimiento de los familiares. Ellos nos lo agradecen. El hospital tiene pocas camas de cuidados paliativos y por eso entran por urgencias. La sedaci¨®n no es agradable, pero tenemos que hacerlo. No podemos mirar a otro lado cuando hay un paciente terminal gritando de dolor".

Tras la primera denuncia, de 2003, el hospital puso en marcha un protocolo para la sedaci¨®n que obliga a que dos m¨¦dicos firmen cada tratamiento. Un radi¨®logo, Manuel Mart¨ªnez, critic¨® que la direcci¨®n del centro se haya negado a crear una unidad de cuidados paliativos a domicilio. "Los pacientes mueren en urgencias porque no pueden morir en su casa, que ser¨ªa lo deseable", afirm¨®.

Humildad Arroyo es trabajadora del centro y su madre muri¨® en urgencias en 2003 de c¨¢ncer tras un tratamiento de sedaci¨®n: "Mi madre estaba en un estado terminal y con dolores insoportables. En urgencias me avisaron de que la sedaci¨®n pod¨ªa acelerar la muerte, pero se lo agradec¨ª". Su madre muri¨® 12 horas despu¨¦s.

El teniente de alcalde de Legan¨¦s Ra¨²l Calle (IU), exigi¨® una reuni¨®n con el consejero e insisti¨® en que "la mortalidad del hospital est¨¢ por debajo de la media y no hay que alarmar a la poblaci¨®n". Los m¨¦dicos reprochan a la consejer¨ªa que haya creado alarma. "Un hombre lleg¨® a urgencias anoche con un problema en un ojo. Como no hay asistencia oftalmol¨®gica, lo mandamos a otro centro. 'Aqu¨ª s¨®lo se mata a la gente', dijo el enfermo", seg¨²n un m¨¦dico.

El hospital tiene menos mortalidad que otros tres hospitales madrile?os comparables (Getafe, Pr¨ªncipe de Asturias y M¨®stoles). Sin embargo, la mortalidad en urgencias es mayor. Los m¨¦dicos lo atribuyen a que los enfermos pasan m¨¢s tiempo en urgencias. El jefe de la UVI lo explica as¨ª: "La mortalidad en el centro es baja, por eso el hospital est¨¢ entre los mejores de Espa?a. La mortalidad es m¨¢s alta en urgencias y m¨¢s baja en planta. Los enfermos se mueren donde est¨¢n". Un estudio realizado por el m¨¦dico relevado afirm¨® que cada ma?ana hay entre siete y 28 pacientes (seg¨²n el mes) en urgencias a la espera de una cama en planta.