Pol¨¦mico relevo

El relevo del coordinador de urgencias y responsable del equipo de sedaci¨®n paliativa del hospital p¨²blico Severo Ochoa de Legan¨¦s por parte de la Comunidad de Madrid ha suscitado la dura protesta del personal del centro, que lo considera precipitado y exige que sea restituido en su puesto. No les falta motivo ante el da?o que la decisi¨®n ha causado a la imagen de un profesional de historial brillante, en principio alejado de un perfil de ¨¢ngel exterminador, y con quien se ha solidarizado tambi¨¦n la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial. El consejero Lamela niega que haya actuado precipitadamente, tras recibir el pasado d¨ªa 8 una denuncia an¨®nima que acusa al m¨¦dico suspendido de mala praxis por administrar exceso de sedativos a enfermos terminales sin el consentimiento familiar.

El caso ha sido llevado a la Fiscal¨ªa del Tribunal de Justicia de Madrid. Pero lo importante es que la investigaci¨®n sea concienzuda y r¨¢pida, pues cada instante que transcurra con esta sospecha en el aire sin resolver afectar¨¢ muy negativamente al centro sanitario, a los especialistas que en general realizan ese tipo de tratamiento -ampliamente admitido hoy en d¨ªa por la ciencia m¨¦dica y que nada tiene que ver con la eutanasia-, y por supuesto al propio afectado. La Consejer¨ªa de Sanidad abri¨® un expediente similar contra el coordinador del hospital de Legan¨¦s en 2003, que se sald¨® con unas conclusiones que elogiaban la labor del facultativo puesto en cuarentena.

La denuncia se cree que procede de alguien de dentro del centro, por lo que no hay que excluir otros motivos. El denunciante relaciona al coordinador con la muerte de entre una veintena y 400 enfermos terminales a los que durante los dos ¨²ltimos a?os se les habr¨ªa distribuido dosis excesivas de opi¨¢ceos y calmantes sin el conocimiento de las familias. A ello se suma la circunstancia de que el ¨ªndice de mortalidad en los servicios de urgencias del hospital de Legan¨¦s es superior al de otros centros sanitarios de la Comunidad, aunque tambi¨¦n las estancias son m¨¢s largas por falta de camas en planta. Es urgente que todo se esclarezca y confiar en que no se haya cometido ning¨²n desm¨¢n, pues lo contrario podr¨ªa significar un freno en la implantaci¨®n de unidades de sedaci¨®n paliativa en Espa?a y un recelo de los facultativos a aplicar un tratamiento justo y humano, que busca asegurar una muerte digna.