George Bush: "Hay serias preguntas y dudas profundas"

Todos los pol¨ªticos, de derechas y de izquierdas, pero especialmente los primeros, hicieron ayer declaraciones. Los del ala conservadora equiparaban la eutanasia de Schiavo a una condena de muerte. "Si a los condenados les damos el derecho de agotar los recursos legales, de apelar a la justicia federal, ser¨ªa inhumano no d¨¢rsela a una mujer indefensa que no puede expresarse" opinaba el congresista James Sesenbrener.

El presidente Bush, que se encontraba ayer en Florida, cerca del hospicio Woodside del condado de Pinellas dijo: "El caso de Terri Schiavo plantea temas complejos. En circunstancias como ¨¦sta, en la que hay serias preguntas y dudas profundas, nuestra sociedad, nuestras leyes y nuestros tribunales deben actuar bajo presunci¨®n a favor de la vida. Los que viven a merced de otros merecen que nos preocupemos y cuidemos especialmente de ellos".

Bush hac¨ªa esas declaraciones a media ma?ana, cuando los vientos pol¨ªtico-judiciales parec¨ªan favorecer la suspensi¨®n de la eutanasia. A esas horas reinaba el optimismo en los pasillos del Congreso. El presidente de la C¨¢mara de Representantes, el republicano Dennis Hastert, afirm¨® "esta batalla no ha concluido". Se dispon¨ªa a env¨ªar las cinco ¨®rdenes de comparecencia a Terri, su marido y los profesionales del hospicio, comunic¨¢ndoles una investigaci¨®n del Congreso.

Reconciliar

Hastert y el presidente del Senado, tambi¨¦n republicano, Bill Frist, recurrieron a la f¨®rmula de las citaciones despu¨¦s de que el proyecto de ley que hubiera impedido la retirada de las sondas, se quedara estancado por las vacaciones de Semana Santa. Las dos c¨¢maras hab¨ªan aprobado su versi¨®n, que ten¨ªan que reconciliar en negociaciones para las que no hab¨ªa tiempo.

La visi¨®n era muy distinta en el ala dem¨®crata. El congresista Henry Waxman calific¨® las maniobras contrarreloj como un "abuso de poder". El Congreso, subray¨®, "ha convertido una tragedia personal en una farsa pol¨ªtica nacional".