Doble motivaci¨®n para Movilla
El mediocentro del Zaragoza se enfrenta a 'su' Atl¨¦tico y a las cr¨ªticas de La Romareda
"Dedico esta Copa del Rey a los aficionados del Atl¨¦tico", espet¨® con rabia y orgullo Jos¨¦ Mar¨ªa Movilla (Madrid, 1978) hace hoy poco m¨¢s de un a?o. A costa del Madrid, la hab¨ªa ganado con el Zaragoza, pero ofrec¨ªa el t¨ªtulo a una hinchada que siempre le hab¨ªa respaldado. No as¨ª los directivos del club cuyos carteles y fotos adornaban las paredes y llenaban los cajones de su cuarto cuando era ni?o y que le cedieron a mitad de curso al cuadro aragon¨¦s. As¨ª, mientras en el Calder¨®n las pancartas se preguntaban "?d¨®nde est¨¢ el 7, Manzano [Gregorio, el entrenador rojiblanco de entonces]?", en La Romareda se cantaba: "Nosotros te queremos, Movilla; qu¨¦date".
Ahora, en cambio, quienes le elogiaban en las gradas zaragocistas parecen examinarle y desaprobarle en cada acci¨®n. No han sido pocas las veces que el p¨²blico le ha pitado por golpear mal el bal¨®n o por errar en alg¨²n pase. "Es normal que la afici¨®n pida m¨¢s a los fichajes y que, a veces, me silbe. Es muy exigente. Pero siempre lo ha sido. En el fondo, me motiva para que lo intente hacer mejor", asegura el mediocentro, que hoy, vistiendo la camiseta blanquilla, se medir¨¢ de nuevo al equipo al que siempre anim¨® de peque?o.
Incluso cuando jugaba en las categor¨ªas inferiores del Madrid acud¨ªa al Calder¨®n. Eso s¨ª, siempre que pod¨ªa se colaba. Y es que el padre de Lampar¨ªn, un compa?ero de la cantera blanca, trabajaba en ese estadio y les facilitaba el acceso. Pero tambi¨¦n a veces alg¨²n amigo le lanzaba la entrada desde arriba de las gradas al exterior o usaba una se?al de tr¨¢fico doblada para meterse por una rendija del Fondo Sur.
Tras dejar el Madrid, Movilla se fue al Moscard¨® y el filial del Atl¨¦tico le tent¨®. Pero... s¨®lo eso, porque le daban 60.000 pesetas al mes. Decidi¨® marcharse al Numancia para luego deambular por el Moscard¨®, el Ourense y, finalmente, el M¨¢laga. En el cuadro andaluz se encontr¨® al t¨¦cnico Ismael D¨ªaz, al que define como su "¨¢ngel de la guarda" y que le puso por primera vez, ante el Manchego, de mediocentro. Hasta entonces siempre hab¨ªa corrido por la banda. Tras ascender de Segunda B a Primera en dos campa?as consecutivas con el M¨¢laga, el Atl¨¦tico le contrat¨®, junto a otros 15 jugadores, en el retorno a la m¨¢xima categor¨ªa.
Hace apenas nueve meses, tras ganar la Copa, Movilla abandon¨® la capital aragonesa para hacer la pretemporada con el Atl¨¦tico. "El club, para acallar a la gente, me ofreci¨® renovar, pero me sent¨ª dolido al ver que no me valoraban y que tra¨ªan a otros para mi puesto. Lo cierto es que las cosas empezaron a ir mal al principio de la campa?a anterior, cuando trajeron a Novo e Ibagaza, del Mallorca, y me negu¨¦ a ser moneda de intercambio", cuenta.
Hoy, como hace en cada partido, se pondr¨¢ por debajo de la de su equipo la camiseta de la cofrad¨ªa del Cautivo, de M¨¢laga, que le trae buena suerte, y las medias del rev¨¦s y saltar¨¢ al c¨¦sped con el pie derecho. Es un d¨ªa especial para ¨¦l porque va a medirse a sus antiguos compa?eros, al club que su padre tiene estampado en sus ceniceros. De marcar, sin embargo, lo celebrar¨¢. "Con los pocos goles que meto... ?Para no hacerlo! Adem¨¢s, yo me debo a mis colores. Aunque me piten", asegura. Y agrega: "No creo que me critiquen por mi ficha, porque en el Atl¨¦tico me ofrecieron dos a?os m¨¢s de contrato y cobraba m¨¢s. Pero ya hab¨ªa quemado una etapa y me sent¨ª identificado con el Zaragoza. Por eso fich¨¦ por cuatro a?os".
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