Estupefacci¨®n
Me deja estupefacto la columna de Eduardo Verd¨² del 8 de marzo en El Pa¨ªs Madrid, titulada 'Desprecio adolescente'. Si la actitud ante la vida de la mayor¨ªa de los adolescentes es como la describe Eduardo Verd¨² -y yo no lo dudo en absoluto-, no s¨®lo es preocupante, sino desoladora. Porque ellos son, sin dudarlo, el futuro.
Si puedo decir mi peque?a "batallita", esa que nadie quiere o¨ªr, en mi adolescencia no era posible ese pasotismo, palabra que entonces no circulaba. Final de la Guerra Civil. Yo, 14 a?os. Paso de ni?o mimado a trabajar. Limpiar todos los d¨ªas la fachada de una droguer¨ªa. Barrer. Arrastrar carros de mano con m¨¢s mercanc¨ªa de la que mi triste y hambriento cuerpecillo pod¨ªa mover. Repartir en aquellas cestas de mimbre pesados pedidos... Comer poco.
Me alegro de que la vida de los adolescentes actuales no tenga nada que ver con la m¨ªa. Me entristece que no sepan aprovecharla.
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