De las pitadas del p¨²blico al botellazo de Ronaldo

Madrid

El cielo, brumoso, estaba para tormenta, igual que el Bernab¨¦u. La indignaci¨®n del p¨²blico se masticaba mientras el Madrid se ejercitaba con la calma chicha que precede a la guerra. Los primeros silbidos se escucharon cuando los meg¨¢fonos citaron a los titulares.

La pitada arreci¨® cuando los dos equipos saltaron al campo. Apenas se escuchaba el himno blanco, cantado por Pl¨¢cido Domingo, instante que la hinchada del M¨¢laga aprovech¨® para dar la puntilla. "Juve, Juve, Juve", se o¨ªa con acento andaluz, echando sal en la herida que el Madrid se trajo de Tur¨ªn. Encima, la bronca era global: el encuentro incluso lo transmit¨ªa, con 5 segundos de retraso, Al Yazira, la CNN de Oriente Pr¨®ximo.

"El resultado es muy importante despu¨¦s de las dos derrotas contra la Juve y el Getafe", expres¨® despu¨¦s con alivio Vanderlei Luxemburgo. El gol de Roberto Carlos, mediada la segunda parte, permiti¨® que el entrenador brasile?o esbozara de nuevo una sonrisa: "En la primera parte mis jugadores estuvieron muy nerviosos. No sab¨ªan si ir hacia adelante o hacia atr¨¢s. Actuaban con recelo".

Pese a la victoria, el que se llev¨® la peor parte fue Ronaldo. Cuando se dirig¨ªa al vestuario tras ser sustituido, seg¨²n cont¨® el mismo, "dos j¨®venes" le increparon "con un tema de racismo". El delantero les lanz¨® una botella de agua que dio a un espectador. Las protestas de este aficionado aconsejaron a las fuerzas de seguridad del club que Ronaldo abandonase el banquillo de los suplentes mientras le proporcionaban una toalla para secarse. "No he tenido un buen gesto", reconoci¨®.

"No vi que con Ronaldo pasase nada" rest¨® importancia su paisano Luxemburgo; "si le pitaron es porque el equipo no est¨¢ bien, pero ¨¦l es un gran jugador. El mal momento no es de Ronaldo, sino del equipo".

"Hemos salido con ansiedad y no hemos jugado bien. Me quedo con la actuaci¨®n del p¨²blico, cosa que es de agradecer", manifest¨® Casillas. "Sab¨ªamos que el recibimiento ser¨ªa hostil, pero los aficionados se han portado muy bien", le secund¨® Celades, que chut¨® al palo.

Pese a los silbidos que de vez en cuando se adue?aban del estadio, un pu?ado de pe?istas empapel¨® de pancartas el sector norte del estadio con mensajes tipo: "Ahora m¨¢s que nunca, el madridismo unido" o "la uni¨®n hace la fuerza; jugadores y afici¨®n seamos una pi?a".