El Valencia renuncia a darse un fest¨ªn ante un Getafe cansado

Al Valencia se le puso el partido para la goleada, el deleite de sus jugadores y el gustazo de la hinchada en el d¨ªa de la resaca fallera. Pero se conform¨® con los puntos. Son las consecuencias de una temporada mal parida que le invita ahora a la usura. Tres chispazos de Aimar germinaron los goles que le permitieron al Valencia dedicar la tarde a la especulaci¨®n. Va sobrado Aimar y da la sensaci¨®n de poder decidir el partido en cualquier momento. Tres tantos que desgarraron la tela de ara?a que, durante media hora, hab¨ªa tejido Quique Flores. El Getafe ya no pudo responder. A pesar de que dispuso de 10 c¨®rners a favor por ninguno del anfitri¨®n. Pag¨® el esfuerzo del mi¨¦rcoles en San Mam¨¦s. Se acerc¨® en el sinf¨ªn de faltas enroscadas que sobrevolaron el ¨¢rea valencianista, pero ah¨ª se impusieron los centrales locales, maestros en el arte del despeje de cabeza.

Puesto que el Getafe ven¨ªa con la salvaci¨®n en el bolsillo y un t¨¦cnico de pasado y tal vez futuro valencianista, la grada se puso tonta y las aficiones rivales entonaron c¨¢nticos de hermanamiento. Hasta que Pern¨ªa solt¨® un latigazo con esa zurda que da miedo y a Ca?izares le pill¨® pensando en otra cosa. Desde luego no en ese ob¨²s que llegaba casi desde 30 metros. El gol afil¨® los silbidos de parte del p¨²blico contra el meta internacional.

Es innegable la mejora del Valencia de Antonio L¨®pez, que llega al ataque con mucha gente, presiona en campo contrario, quiere sentirse protagonista. De ah¨ª que cuando, a la media hora, vio que su equipo no funcionaba, L¨®pez llam¨® a un aparte a Aimar. Y le indic¨® que abriera el bal¨®n a las bandas. Mano de santo. Lo envi¨® a la izquierda y el centro de Mista al segundo palo le cay¨® a Rufete, el incansable Rufete, el hombre de goma que recibe mil palos en cada partido, que machac¨®. Momentos de euforia que aprovech¨® otra vez Aimar, en un contragolpe, para lanzar a Di Vaio. Y el italiano, con la desconfianza de la grada, encar¨® a Yanguas, se abri¨® el ¨¢ngulo y dispar¨® al palo alejado. Su noveno tanto en la Liga.

Otro instante de inspiraci¨®n le quedaba a Aimar en la autocomplaciente segunda parte. Dom¨® con la cabeza un bal¨®n muy nervioso, lo abri¨® a Rufete y le marc¨® un desmarque por el centro. All¨ª fue el bal¨®n y all¨ª lleg¨®, puntual, Aimar, derribado por Aragoneses. El penalti lo marc¨® Mista.